Hollman Morris, actual gerente de RTVC y exconcejal de Bogotá, se encuentra en el centro de una controversia tras las acusaciones de Lina Castillo, quien lo señaló públicamente por conductas inapropiadas durante su tiempo de trabajo en su oficina. Sin embargo, recientemente el caso dio un giro inesperado, ya que Castillo ha sido demandada por injuria y calumnia, bajo el argumento de que los datos y fechas que presentó no coinciden con los hechos denunciados. A pesar de esto, existen evidencias fotográficas que demuestran su relación laboral.
En una entrevista con Blu Radio, Carolina Valencia Bernal, quien fue secretaria privada de Morris entre 2015 y 2019, confirmó que Lina Castillo formó parte del equipo de trabajo de Morris, aunque no de manera oficial. “Lina sí hizo parte del equipo de trabajo”, explicó Valencia, quien aseguró que Castillo colaboró activamente en asuntos relevantes de la oficina, como el debate del metro de Bogotá.
Valencia reveló que Castillo había establecido un acuerdo verbal con Morris, quien se comprometió a ayudarla con sus matrículas universitarias. “Ella estuvo apoyando en la oficina de 2016 y un poco más de 2017-2018”, afirmó, describiendo a Lina como una colaboradora activa en varios temas de la administración.
Sin embargo, Valencia también denunció conductas inapropiadas por parte de Morris y otros hombres del equipo. Relató situaciones de acoso verbal y físico, incluyendo comentarios de contenido sexual y tocamientos. “A Lina le tenían un gran morbo en esa oficina. No solo Hollman, sino otros hombres también. Fui testigo de cómo le tocaron las piernas en un restaurante, un hecho que Lina ya había denunciado”, declaró.
La exsecretaria lamentó que muchas mujeres en la oficina no se sintieran seguras para denunciar estos comportamientos en su momento, lo que llevó a que varias se fueran “de forma silenciosa”. Esta situación cambió con las denuncias de la exesposa de Morris, Patricia Casas, y de Castillo, quien incluso recibió amenazas en redes sociales tras hacer públicas sus acusaciones.
Valencia compartió su experiencia de trabajar en un entorno hostil, describiéndolo como un “infierno” debido a la normalización de actitudes inapropiadas y al acoso laboral. “Era asfixiante y asqueroso, había un ambiente muy morboso. Era una verdadera pesadilla”, concluyó.
El caso de Hollman Morris continúa desarrollándose en medio de un clima de creciente atención a las denuncias de acoso en el ámbito laboral, lo que plantea preguntas sobre la responsabilidad y la protección de las víctimas en situaciones de abuso. A medida que avanza este proceso, la sociedad observa de cerca las implicaciones de estas acusaciones y el camino hacia la justicia.
