Este jueves 11 de marzo, el Consejo de Estado tuvo en sus manos la decisión de parar la exploración y la explotación de hidrocarburos en Colombia a través del fracking. Sin embargo, la discusión no cesó hoy sino que se hablará durante la próxima sala plena el 18 de marzo.
En esta última sesión estuvo Soledad García Muñoz, la relatora Especial sobre Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Ella le pidió al Congreso de la República la prohibición de esta práctica.
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“La aprobación de un proyecto de ley cuyo propósito sería acabar con la exploración y explotación de Yacimientos No Convencionales, prohibiendo prácticas como el fracking, supondría una valiosa medida de protección ambiental", explicó la relatora. La prohibición estaría acorde con el cumplimiento del Acuerdo de París, del cual Colombia hace parte. "Colombia está llamada a promover una transición energética justa y sostenible”, agregó Soledad García.
Lo cierto es que la situación del fracking es confusa en Colombia. Hay argumentos a favor del fracking como los hay en contra. La Alianza Colombia Libre de Fracking ha sido una de las partes más insistentes en la prohibición de esta práctica y la organización Greenpeace ha mostrado su apoyo a la propuesta de ley.
"Poco coherente con su compromiso climático, el Gobierno firmó contratos con empresas petroleras para operaciones de fracking", dijo Silvia Gómez, la directora de Greenpeace en Colombia explicando que es contradictorio apostarle a esta práctica "mientras apuesta a la disminución del 51% de las emisiones en Colombia para el 2030, según pactó en el Acuerdo de París".
Los antecedentes
Este no es el primer proyecto de ley antifracking que se tramita para la nulidad del Decreto 3004 de 2013 y la Resolución 90341 de 2014, normas que disponen los parámetros técnicos y procedimentales para la exploración y explotación de hidrocarburos en Yacimientos No Convencionales mediante fracking.
Carlos Andrés Santiago, quien hace parte de la Corporación Defensora del Agua, Territorio y Ecosistemas (CORDATEC), explica que en 2018 se tramitó una ley que se hundió en el Congreso y ni siquiera llegó a debate.
En agosto de 2020 volvieron a tramitar otra ley con el mismo propósito, pero en Cámara de Representantes. "En diciembre realizaron una reunión solamente con los pro-fracking y en enero solamente con los opositores al fracking", afirmó Carlos Santiago. En la reunión de hoy estuvieron 14 personas a favor y 14 en contra de la prohibición de la técnica.
Ante la situación, Kienyke.com sostuvo una entrevista con Andrés Gómez, ingeniero de petróleos, quien explica por qué se tramita esta ley y qué consecuencias tiene.
- ¿Por qué el fracking afecta el Acuerdo de París del que hace parte Colombia?
- Nosotros entendemos el contexto hoy de crisis climática. El acuerdo de París exige que no aumentemos los 1.5°C de temperatura media global y para eso es una obligación dejar los combustibles fósiles en el subsuelo.
- ¿Cómo se verían afectados esos combustibles?
- Esos combustibles hacen parte de los yacimientos no convencionales. El fracking consiste en la utilización de grandes cantidades de agua y arena mezclados con químicos peligrosos para generar conductos o caminos de flujos para estos hidrocarburos. Todos esos materiales implican un gran gasto para el Estado para unas declinaciones muy rápidas, es decir, deja de producir petróleo casi totalmente en tres años.
- ¿No es posible entonces el fracking responsable, como aseguran quienes están a favor de él?
- No hay fracking responsable. Los que están a favor del fracking dicen que se hacen proyectos pilotos pero las consecuencias son irreversibles y la cantidad de material y energía gastados son demasiados. Por ejemplo, podría hacerse un pozo de 47 millones de litros de agua; esa es el agua que se consumiría el municipio de Puerto Wilches en 10 días. También serían 4.600 toneladas de arena.
- Si es tan costoso el fracking, ¿por qué apostar por él?
- En Colombia se usan unos argumentos de la seguridad energética: dicen que nos vamos a quedar sin petróleo y vamos a tener que depender de la importación de otros países. Sin embargo, el primer campo que se explotó en Colombia se realiza desde 1918 y aún hoy, más de 100 años después, sigue generando alrededor de 40.000 barriles diarios. Además, hay un mantenimiento constante de las reservas de petróleo en el país y también de gas.
- Qué debería hacer Colombia entonces?
- En estos momentos no deberíamos estar hablando de fracking sino de la transición energética. Hoy hablar de fracking es un anacronismo, esta discusión es una pérdida de tiempo teniendo en cuenta que Colombia es un país biodiverso.