Todos los 22 de marzo se celebra el día mundial del agua, una fecha para homenajear el recurso natural más importante para la vida terrestre, al tiempo que para reflexionar sobre la protección de las principales fuentes hídricas en el mundo y el acceso a agua potable, que hoy por hoy se encuentra en números negativos en Colombia y otros países en vías de desarrollo.
Solo por poner un ejemplo que deje en evidencia la gravedad de la situación, hay que saber que según la OMS al menos 2.000 millones de personas en el mundo se abastecen de agua en fuentes hídricas contaminadas por heces. De acuerdo con la fundación Aquae, entre los ríos más contaminados del mundo se encuentran el Salween (en Asia), el Río Danubio (en Europa), el Río de la Plata (entre Uruguay y Argentina) , el Río Bravo (en Estados Unidos), el Ganges (en India), el Nilo (en África), entre otros.
Un tema que no es para nada secundario cuando se tiene en cuenta la importancia de todas estas fuentes hídricas para sus regiones de influencia, teniendo en cuenta que la contaminación del agua causa al menos 502 mil muertes por diarrea al año, según la OMS, siendo una de las principales causantes de la transmisión de la cólera, la disentería, fiebre tifoidea y poliomielitis.
Más allá de eso, la misma entidad estima que unos 844 millones de personas en el mundo carecen de suministro de agua potable, lo cual podría ser más grave con el paso del tiempo ya que se espera que para 2025 la mitad de la población mundial viva en zonas de escasez de recurso hídrico. Y lo cierto es que Colombia no es ajena a esta realidad, pues aunque el Gobierno reporta un cubrimiento de más del 93% de la población con servicio de agua potable, aún son muchos los retos para garantizar lo mismo en territorios históricamente abandonados frente al acceso a servicios básicos.
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El propio ministro de Vivienda, Jonathan Malagón, anunció en 2021: “El 93% de los colombianos ya cuentan con acceso a este servicio, estamos hablando de 45.5 millones de personas. La meta es cobijar a 3.030.000 personas nuevas con soluciones adecuadas para acceder a agua potable y a otras 3.280.000 con soluciones adecuadas de saneamiento”. Un año antes, en 2020, se hacía noticia que al menos 252 municipios carecían de acceso a agua potable.
De hecho, en ese mismo año Colombia no obtuvo buenos resultados en la comparación del Índice Nacional de Salud frente a otros países de la OCDE en distintas materias, entre ellas el acceso a agua potable. En ese estudio se determinó, según la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones, que de 100 personas en el área rural, poco más de 46 tienen acceso a agua potable.
No obstante, en la coyuntura actual también se tiene que tener en cuenta el contexto de contagios de covid-19 ha hecho que el acceso a agua sea especialmente importante para otros temas como aseo, hidratación y demás. Hechos que han supuesto dificultades para las autoridades ambientales, que en el caso colombiano se impusieron los objetivos de: “garantizar el acceso al agua a todos los colombianos, reducir los gastos de los más vulnerables y garantizar la continuidad en la prestación de los servicios públicos”.
Otra cosa, por lo menos en Colombia, tiene que ver con la contaminación de las fuentes hídricas por parte de la minería ilegal y la creciente deforestación que tiene como uno de sus orígenes principales la ampliación ilegal de la frontera agrícola.
En fin, aún son muchos los retos que quedan en materia de protección del agua tanto en Colombia como en el mundo, que aparte de su importancia para la vida también tiene una importancia esencial en distintas actividades industriales y agrícolas.