Dos grandes anuncios ha hecho el Gobierno colombiano en materia de deforestación en menos de una semana: un millonario crédito para aportar a esta materia por parte del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la inyección de 30 millones de dólares de varios países en el marco de la Cumbre Climática Mundial COP 26, que se realiza por estos días en Glasgow, Escocia.
Cabe recordar que Colombia es uno de los países con mayor biodiversidad en el mundo y que incluso configura el grupo de naciones consideradas “megadiversas”. Un honor que debe, entre otras cosas, a poseer el 10% de las especies conocidas y 59,7 millones de hectáreas de bosque natural, 66% de las cuales se encuentran concentradas en la Amazonía.
En ese orden de ideas, no es una sorpresa que el Gobierno de Iván Duque tenga como prioridad apuntarle a la reducción de la deforestación directa e indirecta de este patrimonio natural. No obstante, hay que preguntarse ¿cómo está Colombia en materia de deforestación? Quizá todavía más importante: ¿En qué serán destinados los millonarios fondos verdes próximos a ser inyectados en la lucha por la conservación?
El primero de estos anuncios fue realizado por el presidente en días pasados, luego de su reunión con el presidente de la CAF, el colombiano Sergio Díaz Granados, asegurando que este organismo estaría dispuesto a dar vía libre a 700 millones de dólares en créditos, 350 de los cuales serían destinados para temas de conservación y la otra mitad para financiar políticas de economía naranja.
“Una de las metas más importantes que tiene Colombia es alcanzar antes del año 2030 y antes de culminar nuestro gobierno, que el 30% del territorio nacional esté declarado como área protegida y que con el financiamiento del CAF podamos proteger estas áreas, garantizar la aplicación de este marco de políticas, pero también avanzar hacia nuevos contratos de conservación natural, hacia la siembra de los 180 millones de árboles y definir una nueva meta para el siguiente cuatrienio”, aseguró el mandatario.
Ahora bien, ¿cuáles son esos territorios que más merecen atención? El tema está puesto sobre la mesa desde hace un tiempo y los mismos reportes de deforestación del IDEAM demuestran que la mayor afectación sigue estando presente en los departamentos de Meta Caquetá, Guaviare, Putumayo y Antioquia, donde se concentró al menos un 70% de este flagelo durante 2020.
Todo ello representó un crecimiento del 8% de la deforestación en dicho año, siendo la región amazónica la que más afectación sufrió tras sumar 11 mil áreas deforestadas con respecto a 2019.
Amazonía colombiana y deforestación en la COP 26
El reporte de deforestación para 2021 parece mucho más alentador y da señal de la eficacia de las políticas que ha empezado a implementar el Gobierno para detener una problemática arraigada en el cultivo de coca, la ganadería extensiva, la minería ilegal, la ampliación de la frontera agrícola, la tala ilegal, entre otras tantas prácticas depredadoras.
Según el reporte del IDEAM, en el primer trimestre de este 2021 se ha logrado reducir considerablemente la deforestación en los departamentos más críticos: un 38% en el Caquetá, 36% en el Meta, 20% en el Guaviare; dejando una reducción final consolidada del 30%.
Detener este flagelo es precisamente uno de los tantos objetivos que el Gobierno de Duque se ha trazado de cara al 2050, dentro de los que se encuentran también la siembra de 180 millones de árboles de acá al 2022, velar por una ganadería sostenible, asegurar incentivos para la movilidad eléctrica y una política nacional de economía circular.
En relación con todo ello, no sorprende que Colombia sea uno de los países más destacados en la COP 26, donde según Duque las demás naciones han logrado reconocer su labor en la lucha contra la deforestación, anunciando además una donación de más de 30 millones de dólares de países como Alemania, Noruega y el Reino Unido, que ofrecen pagos basados en resultados.
Otra inyección monetaria que le llegará al país, según el presidente, será un programa de créditos por 500 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo para la lucha contra el cambio climático. Misma entidad que estaría liderando un “Fondo de protección para la Amazonía'' y una unidad que puede llegar a movilizar más de 100 millones de dólares de intervenciones en pro de la conservación.
En ese sentido, es claro que aunque aún es mucho el trabajo que queda por hacer en materia de protección de los santuarios naturales, el país y los resultados logrados en esta materia están siendo vistos con buenos ojos por parte de otras naciones. Queda entonces esperar para poder ver la forma en que estos capitales impactarán en esta lucha tan importante.