
Todos los animales domésticos presentan problemas de salud, asociados a diferentes causas como las medio ambientales o genéticas. No obstante, una de las mascotas que puede padecer una afectación seria para su bienestar, es el gato, ya que se ve perjudicado por infecciones urinarias como la nefritis o cistitis.
Es necesario aclarar que por medio de las vías urinarias, se eliminan los desechos del organismo, pero en ocasiones el riñón (nefritis), o la vejiga(cistitis) se inflaman y producen infecciones dolorosas e incómodas, que le generan estrés a su mascota. Estas infecciones son causadas por microorganismos que se propagan a través de la sangre y llegan a vía urinaria.
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Kienyke.com consultó con la doctora veterinaria Daniela Peñaranda, quien dijo que “algunos síntomas que se pueden identificar en la mascota cuando hay cistitis o nefritis es el gato puede tener pérdida del apetito, dificultad para orinar o que dentro de este líquido se encuentre orina. Además, puede presentar fiebre alta, inactividad, que se acicale o se lama en exceso, e incluso, puede presentar pus (materia) en la zona cercana al miembro”.
Es importante resaltar que algunas razas de gatos son más propensas a padecer de esta enfermedad, y adicionalmente, se puede presentar en la etapa adulta del animal. Para ello, es necesario que como lo mencionó la experta “se realicen exámenes médicos como radiografías o ecografías de manera regular, para determinar si está sufriendo o no de alguna infección bacteriana en la vejiga o en el riñón.
También, el dueño debe estar pendiente del peso de la mascota o en gatos mayores de siete años, para controlar la aparición de estas infecciones”.
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Algunas de las recomendaciones que brindó Peñaranda, es que “la alimentación del animal sea balanceada y que dentro de esa dieta diaria, hay que evitar darles alimentos que tengan un alto nivel de sodio. Igualmente, se debe cuidar la higiene oral del mismo y mantener en el bebedero agua limpia y fresca”.
En caso de que la infección se encuentre en un estado avanzado, es necesario tratar a la mascota mediante antibióticos y no dejar el tratamiento a medias, ya que podría reaparecer la infección.
Lo primordial es siempre recurrir al experto veterinario y que éste adecue el tratamiento necesario además, que se erradique la infección oportuna para evitar mayores problemas en la salud del gato, según lo determine el doctor.