Teófilo Gutiérrez: una vida de telenovela

Mié, 21/08/2013 - 11:48
Su talento es indiscutido. Carisma, simpatía, envidia, antipatía: despierta las más variadas emociones. No tiene la estampa de Carlos Ponce, Miguel Varoni o Mario Cimarro; sin embargo su vida futbo
Su talento es indiscutido. Carisma, simpatía, envidia, antipatía: despierta las más variadas emociones. No tiene la estampa de Carlos Ponce, Miguel Varoni o Mario Cimarro; sin embargo su vida futbolística se parece a una telenovela llena de momentos felices y crueles reveses. Por estos días protagoniza la última, en la que  los clubes River Plate y Cruz Azul se debaten entre el amor y el odio por el jugador. Una telenovela que se suma a un largo prontuario que define una carrera marcada por momentos alegres y crueles reveses. Mar de amor El idilio con Junior de Barranquilla fue instantáneo. Su estadía por Barranquilla F.C lo hizo ascender rápidamente al equipo 'tiburón' para transformarse en el delantero indiscutido. Su habitual manera de conseguir goles por triplicado, le valió hacerse con el mote de ‘Triófilo’, además de llegar a la selección. No obstante, su primer ciclo en el conjunto de la arenosa terminó sin poder conseguir una estrella de campeón. Teófilo Gutiérrez, Kienyke Ser goleador de Junior llevó a Teo a la selección Colombia. Cuatro años después, es puesto fijo en el ataque tricolor. Aún sin ese logro, Teo se marchaba del país dejando a toda Barranquilla enamorada, que lo adoptó como su ídolo. Su travesía lo llevó a Turquía, donde el emergente club Trabzonspor lo contrató por alrededor de cinco millones de dólares. La adaptación del jugador no fue la mejor y no logró anotar ni un gol en todo un semestre. El hipocondriaco La pretemporada le cayó de maravilla. Los goles por los que Trabzonspor había desembolsado ese dinero llegaron en grandes cantidades. En Turquía su nombre empezó a ser reconocido. El delantero colombiano fue el artífice para que el club levantara la supercopa turca. Sin embargo, Teo abandonó tierras orientales para volver a su natal Barranquilla. En casa de su abuela, Aura Castro, Gutiérrez se refugió por un tiempo. Ayudándola en el negocio familiar, una venta de empanadas, los días de Teo pasaron entre el calor barranquillero y el pedido de Trabzonspor para que volviera. El jugador acusó problemas de salud, expresando que la ansiedad de estar lejos de casa le impedía ser feliz. Los exámenes médicos realizados por el club turco no arrojaron anomalías pero Teo abandonó el equipo. Patito feo Como un desconocido arribó Teo a Argentina. Racing Club de Avellaneda apostó por el jugador, recibiendo críticas de la prensa por traer a un jugador inhóspito para el medio gaucho. De inmediato el delantero aplacó las dudas a punta de goles. El primer partido como titular le anotó dos goles a San Lorenzo de Almagro y enseguida se ganó el corazón de los hinchas académicos. Sin embargo, entre los compañeros su imagen no era la mejor. Con vehemencia, como acostumbra Gutiérrez a disputar los partidos, el jugador chocó con el arquero suplente de ‘La Academia’ Mauro Dobler. Luego se fueron a las trompadas. El incidente no empañó el amor de los hinchas, quienes empezaban a ‘endiosarlo’. [youtube width="540" height="360"]https://www.youtube.com/watch?v=Ef19hh-mU9s[/youtube] Cuando el equipo jugaba mal y se criticaba a Teo, aparecían banderas en apoyo al colombiano y en reproche a los demás jugadores de Racing. La imagen de ‘rockstar’ lo acompañó durante los periodos en los que fue dirigido por Miguel Ángel Russo y Diego Simeone. El ego del barranquillero alcanzó el punto de compararse con Lionel Messi. Luego de un partido con la selección Colombia, el delantero llegó tarde al país patagónico previo al encuentro ante Boca Juniors en el que Racing se disputaba las opciones de ser campeón. El entrenador, entre la espada y la pared decidió alinearlo como titular. “Los buenos jugadores siempre tienen que jugar; Messi si llega un día antes al partido, le dan la cinta de capitán y que juegue”, se comparaba Teófilo una vez pisó Buenos Aires aquella vez. En el ojo del huracán, Alfio Basile creyó en rescatarlo. Teo decidió quedarse a inicios de 2012, sin embargo, el mal presente del equipo de Avellaneda derivó en un final insólito. El clásico ante Independiente empezó con flores. Un gol del atacante puso en ventaja al equipo blanquiceleste, pero en el segundo tiempo se fue expulsado y su equipo cayó 4-1. En el vestuario, con los ánimos exacerbados, Sebastián Saja, arquero y capitán del equipo, increpó al colombiano. Éste respondió sacando un arma de su maletín amenazando a sus compañeros. Minutos más tarde, se comprobó que la pistola era de juguete. No obstante, Teo dejaba la academia solo, yéndose en un taxi. Volver a empezar Luego de un fugaz paso por Lanús, Teófilo Gutiérrez volvió a Junior de Barranquilla a cambio de 103 millones de pesos mensuales durante seis meses. Se convirtió en el futbolista mejor pagado al segundo semestre del 2012. Sin embargo, ese dinero no se vio reflejado en su rendimiento, donde solo consiguió cinco goles. Por primera vez fue criticado por la afición barranquillera. Eso derivó en su marcha a Cruz Azul. Teófilo Gutiérrez, Cruz Azul, Kienyke Cruz Azul levantó a un Teo que deambulaba por las canchas. Seis meses después lo dejó Aunque su presente en la selección colombiana era óptimo, en México corrían serias dudas de cuál sería el desempeño de Teo en ‘La Maquina’. De suplente a titular, el delantero estuvo a segundos de coronarse por primera vez como campeón de liga, pero el azar y el destino lo impidieron. Con el subcampeonato a cuestas, Gutiérrez se tomaba unas vacaciones y de inmediato empezó a coquetear con el club que dice amar: River Plate. El premio mayor El capricho de Teófilo se hizo realidad. “Quiero jugar en River Plate, soy hincha de ‘La Banda’”, “River es tan grande como Real Madrid y Barcelona”, “la gente de River debe saber que ya vendrán los goles”, fueron algunas de las frases que propiciaron la salida de Teo de Cruz Azul con destino a Buenos Aires. Teófilo Gutiérrez, Kienyke El sueño de Teófilo parece haberse cumplido a pesar de sufrir. Es jugador de River Plate.  Pero tres semanas después de entrenarse con el equipo argentino, la novela no culmina y el equipo mexicano aún no habilita al atacante, reclamando su regreso e intimándolo ante la FIFA. Todo indica que el capítulo final de esta telenovela está por escribirse ¿Tendrá final feliz?
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