Corría el año 2013 en Madrid, Ángel Di María y su esposa Jorgelina salían del hospital luego de visitar a su pequeña hija Mia, quien estaba internada tras nacer por cesárea con tan solo seis meses de gestación.
Desde ese día y hasta el 13 de junio, fecha que le dieron de alta a Mia, ‘El Fideo’ y su esposa visitaron todos los días a su hija, quien entre problemas y cables luchaba por su vida.
‘’Mi hija me enseñó que todo se puede, que lo más difícil a veces se puede convertir en algo fácil, que el esfuerzo de uno puede tener recompensa. Me enseñó a saber sufrir y a saber aguantar el dolor, a ser más fuerte. Todo esto que me transmitió me ayudó a hacer un año espectacular.
"Se lo debo a ella y a mi mujer, que son las que siempre están a mi lado y siempre apuestan por mí", resaltó el mediocampista argentino en una entrevista para el diario Marca.
Un gol a la muerte
El rosarino de 26 años, quien actualmente juega en el Real Madrid, le hizo el quite al miedo y contó su historia como si se estuviera relatando un partido de una final del Mundial en pleno tiempo de adición.
Ese 22 de abril del 2013 su esposa empezó a perder líquido, pese a que su embarazo no había completado los nueve meses de gestación, una urgencia que sin duda la mandó directo a la clínica.
Los médicos ordenaron una cesárea de urgencia. Había un 70 por ciento de posibilidades de que la bebé no sobreviviera. Pero Mía, con la determinación que su padre muestra en la cancha, luchó y lo consiguió. Fueron días difíciles en los que ‘Angelito’ y su mujer iban día y noche a ver a su hija. Desde ese entonces, Di María es testimonio y vocero de los padres que padecen actualmente ese mismo drama.
22 años de solo fútbol
Hablar de Di María es hablar del ‘Ángel’ salvador que se le apareció a la Selección Argentina en el agónico partido que la albiceleste le ganó a Suiza en los octavos de final de la Copa del Mundo 2014.
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Es un jugador que está avaluado en el mercado futbolístico contemporáneo por unos 30 millones de euros. Jugadas, fintas y goles han visto pasar al rosarino por equipos de la talla de Rosario Central (2005-2007), Benfica (2007-2010) y Real Madrid (2010 hasta ahora).
Antes de eso, a sus escasos cuatro años, Di María comenzó ayudándole a su papá en una carbonera de la ciudad de Rosario. La función del pequeño ‘Fideo’ era empacar las bolsas de carbón para luego repartirlas. En esa época se debatía entre ser la mano derecha de su padre en el trabajo y desbordar su talento en todo el barrio de La Pedriel al norte de la ciudad.
De Ángel a demonio
En la vida de un futbolista rara vez falta la polémica dentro y fuera de las canchas. El volante argentino ha sido blanco de la prensa por sus incómodas actuaciones.
Por ejemplo, en la Liga Española el jugador ‘merengue’ tocó sus genitales para protestar después de ser sustituido por el galés Gareth Bale.
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Otro caso fue cuando ‘Angelito’ peló el cobre con sus compañeros del Real Madrid en un partido de la liga local.
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Pero en el fútbol los goles provocan amnesia y pueden borrar el pasado de un futbolista, sobre todo si marca en momentos decisivos, como lo hizo el argentino en el último partido de su selección ante Suiza.
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“Hay muchos argentinos que quieren que nos vaya mal. Sumamos nueve puntos y siguen criticando. Estamos yendo de menor a mayor. Contra Nigeria hicimos un buen partido. Movimos mejor la pelota y tuvimos más chances de gol. A partir de octavos hay selecciones más abiertas, que intentan salir a jugar de igual a igual, y eso a nosotros nos favorece”, declaró el volante luego de disputar la fase de grupos de la Copa del Mundo 2014.
Lo que no se sabe del ‘salvador’ gaucho
Durante su trayectoria como futbolista, Ángel Di María ha cosechado triunfos, copas y casualidades.
Por ejemplo, el tatuaje que lleva en su antebrazo hace referencia a su barrio de origen. “Nacer en La Pedriel fue y será lo mejor que me pasó en la vida”, ha señalado.
El primer gol que anotó con la albiceleste en un Mundial fue precisamente ante Suiza, en juego válido por un cupo a cuartos de final.
Su apodo de ‘Salvador’ empezó a hacerse famoso luego de que un gol suyo le diera la medalla de oro a Argentina al anotarle a Nigeria en la final de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
Su historia en las canchas inició cuando era niño y el médico le recomendó a su madre que él hiciera deporte para controlar sus nervios. Entonces, ella fue quien lo llevó para que jugara fútbol con otros niños del barrio.
Di María, quien es apodado como ‘Fideo’ por tener una contextura muy delgada, debutó en el primer equipo de Rosario Central con diecisiete años en el 2005.
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Después de Sudáfrica 2010, Di María fue fichado por el Real Madrid por más de 24 millones de dólares. Con esa camiseta, el argentino ha jugado un total de 189 partidos y tiene un saldo de 36 goles.
También ha sumado otros trofeos en su carrera con el Benfica de Portugal: Dos Copa de la Liga (2009 y 2010) y una Liga de Portugal en el 2010.
El día en que se le apareció un ‘Ángel’ a Di María
Vie, 04/07/2014 - 15:17
Corría el año 2013 en Madrid, Ángel Di María y su esposa Jorgelina salían del hospital luego de visitar a su pequeña hija Mia, quien estaba internada tras nacer por cesárea con tan solo seis