El equipo con más campeonatos del mundo (cinco en total) será el anfitrión de la próxima cita mundialista. En la casa donde se le negó el torneo de 1950 a causa del recordado ‘Maracanazo’, el ‘Scratch’ no está dispuesto a que otro equipo foráneo le arrebate la copa del mundo una vez más.
Cómo llegará al mundial
Brasil no ha disputado las eliminatorias por su rotulo de anfitrión, sin embargo, este privilegio le ha causado algunos dolores de cabeza. En los últimos tres años solo ha jugado dos torneos oficiales que acumulan nueve encuentros. En la Copa América de Argentina 2011 el seleccionador Mano Menezes quiso basarse en jugadores consagrados como Robinho, Alexandre Pato y Julio Cesar, sumado a una nueva camada encabezada por Neymar y Ganso.
Sin embargo, la eliminación tempranera en cuartos de final a manos de Paraguay desmoronó el naciente proceso que finalizó tras un empate ante Colombia en la ciudad de Nueva York a finales del 2012. La selección pentacampeona recurrió a Luiz Felipe Scolari, entrenador que llevó al ‘Scratch’ al título en Corea-Japón 2002.
Con la Copa Confederaciones como el primer desafío ‘Felipao’ devolvió la confianza a toda la nación ‘verdeamarelha’ luego de ganar el torneo de punta a punta venciendo a tres campeones del mundo: Italia, Uruguay y en la final al actual monarca mundial España. Desde allí Brasil volvió a ser esa temida selección que nadie se quiere encontrar en el mundial.
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El plantel
Tras la depuración producida en la etapa Menezes, Scolari decidió que el equipo debe ser un conjunto solidario que respalde la tarea de su máxima figura, Neymar. Julio Cesar volvió al pórtico luego de superar una lesión en la zona lumbar que lo marginó de la ‘Canarinha’. Fue el arquero titular de la Copa Confederaciones por sus grandes actuaciones en su club Queens Park Rangers.
Contrario a su historia, lo más fuerte que tiene esta selección Brasil es la zona defensiva. Compuesta por dos centrales de lo más codiciado del mundo, Thiago Silva (PSG) y David Luiz (Chelsea), sumado a los laterales Dani Alves (Barcelona) y Marcelo (Real Madrid), ni el campeón del mundo le pudo anotar en el último partido oficial disputado en el Maracaná.
El nuevo plantel de Brasil es más combativo que en ediciones anteriores, pero la magia todavía se conserva
El mediocampo apostó por el combate antes que por el buen juego. Los Clodoaldo, Zico y Rivaldo de otras generaciones dieron cabida a jugadores menos técnicos pero más intensos en marca. Los nuevos amos del mediocampo brasileño son Paulinho (Tottenham) y Luiz Gustavo (Wolfsburg). El gran sello de este equipo en esa zona es la presión asfixiante que producen. No obstante, siempre hay un jugador diferente, en esta selección es Óscar (Chelsea).
Adelante no hay quien opaque a la perla Neymar (Barcelona), que suma obreros al lado para que su juego sea más efectivo. Hulk (Zenit) y Fred (Fluminense) se han transformado en cuota de sacrificio combinada con gol, dejando de lado el ‘Jogo Bonito’ que siempre identificó al ‘Scratch’.
En una decisión polémica Scolari prefirió una suplencia de segundo orden que sean más ‘albañiles’ que ingenieros, por lo que nombres desconocidos como Réver, Bernard, Fernando y Jadson, ganan votos para estar en la lista final. Otros jugadores con menos cartel pero de buen presente en Europa como Dante y Filipe Luis también hacen parte del banco.
El entrenador
Luiz Felipe Scolari, responsable de entregar a Brasil la quinta estrella, es quien conduce el sueño rumbo a la sexta. Luego de alcanzar la gloria mundial, ‘Felipao’ regresa luego de trabajar en Europa con suerte dispar. Finalista de la Eurocopa y semifinalista en el mundial con Portugal, el entrenador dejó a los lusos en 2008, año en el que decidió dirigir a Chelsea.
'Felipao' regresó a dirigir a la selección luego del título de 2002. Espera volverse a abrazar con Neymar en Maracaná pero como campeón del mundo.
Nunca se sintió cómodo en tierras británicas, por lo que fue retirado en poco menos de un año de trabajo. Luego de incursionar en el lejano fútbol uzbeco volvió a su país donde creyó ser capaz de llevar a Palmeiras a la gloria perdida. A pesar de conquistar la copa local, el club con el que ganó la Copa Libertadores entró en una debacle que lo condujo al descenso. Scolari se fue poco antes que esto se consumara.
De carácter recio, pero con el carisma para ser querido por los futbolistas que conduce, ‘Felipao’ no tuvo problema para ser elegido una nueva vez por la Federación Brasileña de Fútbol. Su ciclo empezó de la mejor manera con la conquista de la Copa Confederaciones y a partir de allí, el crédito es ilimitado para el nacido en Passo Fundo.
La figura
Debido a la ausencia de cracks intocables en la última etapa de la selección brasileña, Scolari le entregó la carga a Neymar, el mismo al que Pelé ve como mejor del mundo dentro de unos años. Nacido en Sao Paulo, llegó muy joven a la selección ‘verdeamarelha’ con solo 18 años.
Neymar, el ídolo de la selección brasileña enamora con su carisma y su fantasía en la cancha.
Durante la Copa América, Mano Menezes quiso formar una sociedad con él y el otro joven prodigio Paulo Henrique Ganso, pero los malos resultados, el estancamiento del volante creativo sumado al ascenso vertiginoso de Neymar, disolvió la dupla dándole la responsabilidad del ataque pentacampeón a ‘Ney’. Rápidamente se transformó en el ícono de Brasil para la próxima Copa del Mundo, por lo que decidió marcharse a Europa un año antes del mundial en busca de experiencia para agregarle a la selección.
Los ausentes
Una de las críticas que se le hace a la selección brasileña es la ausencia de jugadores de excelente nivel actual como el campeón del mundo de 2002, Ronaldinho, y el actual goleador de Atlético Madrid, Diego Costa. Ambos han sido parte del nuevo proceso de Scolari, sin embargo ‘Felipao’ los descartó para la Copa Confederaciones, lo que acrecienta las dudas de que no estarán en el mundial.
Diego Costa y Ronaldinho han estado en el proceso de Scolari pero al parecer no lo han convencido.
‘Dinho’ ha manifestado su intención de estar en el mundial, por lo que sus problemas de indisciplina han quedado de lado, lo que lo ha hecho recobrar parte del nivel que tuvo en Europa y llevó a Atlético Mineiro a conquistar la Copa Libertadores.
La situación de Diego Costa es diferente. A pesar de haber disputado dos amistosos con el ‘Scratch’, Luiz Felipe Scolari no lo volvió a convocar y la selección española quiere hacerse con sus servicios. El dilema se ha convertido en un verdadero litigio en las últimas semanas lo que ha provocado tensión entre ambas federaciones. Otros brasileños que han sido marginados en este proceso son Kaká, Luis Fabiano y Robinho.
Modelo de juego
La actual selección brasileña se destaca por la presión asfixiante que hace desde su primer delantero hasta el último de sus defensores. En ciertas ocasiones, Brasil arriesga la posesión de la pelota pero una vez la recupera sale con mucha velocidad. Con Neymar tirado a la izquierda, el encargado de merodear el área es Fred, mientras que Hulk juega por la zona derecha aprovechando su potente pegada de zurda. El eje central es Paulinho, quien se transforma en el distribuidor acercándole el balón a Óscar, la cuota de magia.
Formación de Brasil (4-3-3)
Espere la próxima semana el perfil mundialista de la selección de Japón en kienyke.com.
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