El amor y la dedicación de Caterine Ibargüen han sido evidentes no solo en su trayectoria en el deporte, sino también en su participación en la cocina, donde ha demostrado un gran esfuerzo y crecimiento. Sin embargo, recientemente, ella enfrentó uno de los momentos más difíciles de su vida: el fallecimiento de su madre, Francisca Mena, una pérdida que tocó profundamente a la exatleta y que ahora ha compartido con el público.
La exdeportista, conocida por su incansable espíritu competitivo, ha sido una de las figuras más queridas y admiradas en Colombia, tanto por sus logros en el deporte como por su carisma y dedicación en todo lo que hace. En MasterChef Celebrity, ella ha logrado destacarse, no solo por su esfuerzo por aprender a cocinar, sino también por la humildad y la pasión que pone en cada prueba. Sin embargo, detrás de su energía positiva, recientemente compartió un doloroso capítulo personal que la ha marcado profundamente.
Hace unos meses, la madre de Caterine Ibargüen, Francisca Mena, falleció después de sufrir un derrame cerebral causado por una subida de presión. La noticia, que tomó a la exatleta por sorpresa, dejó un vacío inmenso en su vida, aunque también la fortaleció en su propósito de seguir adelante. En una reciente intervención en el programa Buen Día Colombia, la también enfermera habló con la voz entrecortada sobre el difícil momento que vivió tras la partida de su madre.
¿Qué le pasó a la madre de Caterine Ibargüen?
La antioqueña compartió que, aunque no vivía con su madre desde los 13 años, el vínculo entre ambas siempre fue muy fuerte, marcado por el amor incondicional y el apoyo constante de Francisca durante toda su carrera deportiva. A pesar de la distancia física, la relación entre madre e hija nunca se quebró, y Caterine ha hablado en varias ocasiones sobre lo importante que fue para ella contar con el respaldo de su madre en sus momentos más decisivos.
“Mi mamá sufrió una subida de presión que le produjo un derrame cerebral, y se me fue. Durísimo, porque a mí me tocó viajar con el cuerpo de mi mamá, y cuando llegué ya era de noche. Esa casa estaba llena de luz. Fue muy duro volver a entrar y ver todo como estaba, pero dije ‘no te hice para esto, no te hice para traértela así’… casi no entré, fue muy fuerte”, confesó entre lágrimas. La emoción de Ibargüen era palpable al recordar ese doloroso momento, uno que sin duda ha dejado una huella profunda en su vida.
A pesar de la tristeza por la pérdida de su madre, Caterine Ibargüen expresó que ha encontrado tranquilidad en su corazón al saber que ha dado lo mejor de sí misma en todo lo que ha hecho. “Todos los seres humanos deben dar todo, el máximo”, dijo, resaltando la importancia de vivir con intensidad cada momento, como ella lo ha hecho tanto en el deporte como en la cocina.