Trump parece cada día posicionarse con más fuerza en el panorama político de los Estados Unidos, siendo el candidato republicano con más opciones. Y es que la retirada de Ron DeSantis, gobernador de Florida, parece ser un augurio de triunfo para el expresidente, cuya propaganda se expande con fuerza en las redes sociales.
Y es que por estos días se dará el desarrollo de las primarias republicanas de New Hampshire. Nikki Haley es por ahora el único rival de Trump en las filas del republicanismo estadounidense.
Una de las razones por las que DeSantis decidió hacerse a un lado en la carrera por la candidatura por la Presidencia es que no se vio llegando al final de la misma, pues considera que su caudal electoral no es tan grande como el de Trump.
Haley, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, ha sido criticada por el mismo DeSantis, quien insiste en adherir a Trump como fórmula inequívoca de ganar las elecciones.
“Firmé un compromiso para respaldar al nominado republicano y lo cumpliré. Él tiene mi apoyo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño, una forma reempaquetada de corporativismo recalentado que Nikki Haley representa”.
Chris LaCivita y Susie Wiles, asesores de la campaña de Trump han hecho su propio análisis de la confrontación política que viene, determinante y prometedora. Plantean dos escenarios: una retirada de Haley con su respectiva adhesión a Trump o una derrota en Carolina del Sur, su estado natal.