
La Guardia Civil de Almería encontró el arma con la que Ana Julia Quezada mató al niño Gabriel Cruz; el hijo de su pareja Ángel Cruz: una hacha. La declaración de una hora y media de la mujer, dando detalles de cómo cometió el homicidio del niño español de 8 años, coincidió con lo que había contado ayer, en su primer interrogatorio.
En medios españoles ha salido la declaración íntegra. La mujer contó que se dirigía a la casa que estaba arreglando para vivir junto con el padre del menor, y que fue en ese momento en el que se encontró a Gabriel en el camino. "Estaba solo, jugando con un palito. Le dije: hombre si estás solo vente conmigo. Voy a la finca".
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"Él se subió en el coche, fuimos a la finca y yo me puse a pintar. Él se quedó fuera jugando". La confesa asesina narra que en un momento se asomó por la ventana y lo vio afuera jugando con un hacha; le preguntó qué hacía jugando con eso y el niño -según cuenta- la insultó y empezaron a pelear. "Él me dijo: tú no eres mi madre, tú no me mandas y además no te quiero volver a ver nunca.
Le quitó el hacha y lo golpeó con el mango; el niño quedó inconsciente y luego de la rabia lo asfixió, tapándole la nariz y la boca.
Después de matar al niño, la mujer entró a la casa, y se fumó un cigarrillo, y fue cuando cayó en la cuenta de lo que había hecho. "Saqué el paquete de tabaco y me fumé un cigarro. Y estuve pensando. No quería hacerle daño a Ángel así que lo mejor fue enterrarlo", dijo. Cogió una pala y lo enterró, "así él (refiriéndose a Ángel) no sabría nunca lo que había pasado". Tras fumarse el cigarro, coger la pala y enterrar el cuerpo del pequeño, se llevó la ropa a casa de la abuela de Ángel y la escondió allí.
"Coloqué la camiseta en los juncos luego para despistar. Bueno, días más tarde cogí lo que quedaba de la ropa de Gabriel y la tiré dentro de un contenedor de vidrio en frente de un hotel. Al final vine a buscar el cadáver porque me dijeron que les entregase la llave y me puse nerviosa", concluye la declaración.
Sin embargo, la policía todavía duda de la versión de la mujer porque hay cosas que no concuerdan, como que ella asegura haber tirado la ropa del niño en un contenedor de vidrio enfrente de un hotel, y el martes la Guardia Civil la encontraría en un vertedero cerca de la finca de los abuelos paternos.
Según expertos, la versión de la mujer de que se defendía del "ataque" del niño le permitiría evitar una acusación por asesinato. Además cuando la víctima mortal es un niño, la pena de prisión permanente es revisable, que en principio es por tiempo indefinido, y depende de revisiones que pueden servir para que el reo recupere la libertad.
En el caso de que el crimen no hubiera sido planeado, podría considerarse como homicidio y Ana Julia pagaría de 10 a 15 años; o incluso podría culpársele por homicidio imprudente, cuya sentencia es de uno a cuatro años.
Un grupo de personas estaba afuera de la Ciudad de la Justicia de Almería con carteles y gritando "asesina, criminal" contra Ana Julia. La sociedad española exige que la mujer sea devuelta a República Dominicana y que allá pague la pena.