La historia del día de hoy nos remonta a la década de los 80’s, en la ciudad de Sacramento, capital del Estado de California en Estados Unidos. Allí, la población y el cuerpo de Policía fueron testigos de que no siempre la maldad tiene cara de lobo.
En este caso, la forma era bastante particular: Dorothea Puente, una anciana de 60 años de pelo blanco, visualmente débil, delgada, bien peinada, cara enternecedora, lentes gigantes, que se cuidaba de no salir mal vestida a la calle y que además gozaba de muy buena reputación por su compromiso social con la tercera edad y los desamparados.
La casa que administraba, propiedad de su sobrino, llegó a albergar a un buen número de estas personas. Sin embargo, detrás de la fachada de buena samaritana, Dorothea escondía un amargo y terrorífico secreto.
Escuche y conozca esta macabra historia: