Transparencia, participación y apertura en los Parlamentos, es una responsabilidad en estos cuerpos colegiados en todo el mundo. La actividad legislativa es de lejos, la más vigilada por los medios, la ciudadanía y distintos observadores sociales.
Los presidentes del Senado de Colombia Iván Name y la Cámara de Representantes Andrés Calle, firmaron la adhesión al Quinto Plan de Estado Abierto, que implica al Congreso en esa misma línea.
Tras esta firma, es bueno enfatizar algunas prácticas, que en muchos casos se vienen realizando, pero ante la máxima exigencia ciudadana, es siempre necesario redoblar esfuerzos. Estas son algunas de ellas:
Con la sola agenda legislativa no basta. En este instrumento de consulta al público se consignan todas las actividades de comisiones, plenarias, audiencias o foros, no obstante, es clave que cada congresista informe cuál será su propia agenda dentro del trabajo legislativo, mucho lo hacen a través de sus redes, cuando son ponentes o autores de algún proyecto.
La rendición de cuentas debe ser constante. Los esfuerzos para realizarlas cada 6 meses son sin duda acertados, pero entregar de forma semanal un resumen de lo adelantando, es tal vez, el escenario más aconsejable.
Toda la información que surge en las distintas sesiones debe entregarse al público en la mayor cantidad de formatos posibles. El clásico comunicado de prensa, aunque necesario, ya no debe ser la herramienta más inmediata. El esfuerzo por comunicar más y mejor, no da espera.
Descentralizar el Congreso es otro reto. Para que las regiones sientan un Legislativo cercano, desde el Senado de Colombia pronto se impulsará una estrategia que así lo permita.
Un Parlamento Abierto es la tendencia mundial. En el caso colombiano son diversas las herramientas que le permiten al ciudadano vincularse en los trámites de proyectos o debates. Aunque es necesario darle aún más protagonismo a la sociedad. Estamos en la dirección apropiada.
Las leyes para quién. Este es otro elemento crucial, toda vez que muchas personas desconocen los beneficios, efectos e impacto real su cotidianidad de lo que aprueba el Congreso.
Son muchos y variados los desafíos, que serán objeto de otra columna. Como reflexión final, a la democracia se debe fortalecer y los Congresos y Parlamentos, son su soporte institucional. Nadie sabe que es realmente una democracia, hasta que la pierde.