Somos la generación del pez rojo, que solo alcanza una concentración de máximo 9 segundos. Afrontamos todo tipo de distracciones, lo cual desemboca en una casi nula atención. La sociedad de la aceleración.
“Nos estamos transformando en peces rojos, que cada nueve segundos necesitan una nueva alerta o señal para mantener la atención. Algo de lo cual hoy somos prácticamente incapaces” afirma Bruno Patiño, sociólogo francés.
Una vez cada 10 minutos miramos el celular. Se estima que más del 75% de las personas se devolverían a la casa si se les olvida el móvil y más del 95% de integra mínimo un grupo de Whatsapp. La pantalla nos domina.
El celular es el principal enemigo de nuestra atención. En consecuencia, lo es del mismo modo de la capacidad de concentración, incluso varios estudios señalan que, aunque el celular lo tengamos apagado, su sola presencia limita la capacidad cognitiva.
Bruno Patiño dice que el 80% de las personas que usa el celular ya no puede dejarlo, es como una adicción similar a la de un narcótico, además con dos consecuencias adicionales: en el ámbito individual, dependencia a las pantallas y en el ámbito colectivo, polarización del espacio público.
Hay un efecto devastador, pues en lo laboral golpea el desempeño y en los estudiantes, hay poca retención de lo que le dan en clases. El declive es evidente en todo sentido, nos despistamos con facilidad y captar la atención en estas circunstancias, es toda una prueba de fuego.
El psicólogo Daniel Goleman lo ha dicho en repetidas ocasiones y le sobra razón para afirmarlo: la atención es la base del aprendizaje. Y le agregaría que también de muchas situaciones cotidianas que no atendemos de la forma adecuada, pues el huracán de la distracción arrasa con todo a su paso.
“Prestar atención es el ingrediente secreto de las cosas importantes que podemos llegar a hacer en nuestra vida” afirma Goleman. En esta importancia radica obviamente, todo el marketing posible para centrarnos en lo que muchas marcas persiguen y es enganchar con su público objetivo. Solo bastarán escasos segundos.
Goleman como era de esperarse, tiene al responsable de nuestras distracciones diarias: “La tecnología digital provoca muchas distracciones y nos aparta demasiado fácilmente de las cosas en las que necesitamos concentrarnos. Creo que esto está erosionando nuestra habilidad para prestar atención a lo que hacemos y a las personas que nos importan”
La atención es uno de los recursos más escasos de la humanidad. Existe toda una batalla por captarla, no solo en el mundo empresarial, comercial y educativo, es para todo. Por estos días lo observaremos en la campaña de elecciones territoriales en Colombia, los candidatos harán un esfuerzo mayúsculo para que miremos hacia ellos.
