Esta semana desarrollamos en la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes un espacio clave para tratar de desentrañar la trama que envuelve la posible compra del software de espionaje Pegasus por parte del Gobierno Duque. Con participación de Luis Eduardo Llinás, Director de la Unidad de Investigación y Análisis Financiero (UIAF), el Coronel Juan Carlos Trujillo, Director de la Dirección de Inteligencia Policial (DIPOL) y Juan Camilo Zuluaga, Director de la Dirección de Investigación, Análisis y Reacción Inmediata de la Contraloría General de la República, quienes hacemos parte de la comisión de asuntos de seguridad y defensa tuvimos la oportunidad de conocer de primera mano cuál es la información que se tiene a la fecha sobre Pegasus.
Lo primero que debo decir es que la sesión le dejó al país una certeza indiscutible: existió una transacción en el 2021 donde llegó dinero en efectivo a Israel el cual fue ingresado a una cuenta bancaria del NSO Group - la empresa dueña de Pegasus - en el Banco Hapoalim - el más grande de Israel - y ante la cual el banco generó una alarma ante la unidad de inteligencia financiera de Israel, la IMPA, por ser una operación anómala con dinero en efectivo y proveniente del narcotráfico. La forma en la que NSO Group explicó el origen del dinero fue poniendo en contacto al banco con el General (r) Yahir Kunas, director de exportaciones del Ministerio de Defensa Israelí, quien certificó que se trataba de la compra del software Pegasus por la DIPOL de Colombia.
¿Cómo logramos esta certeza? Por la declaración dada por Luis Eduardo Llinás, el Director de la UIAF, quien ante las dudas que querían plantear miembros de la oposición sobre la veracidad de la información que le reveló el Presidente Gustavo Petro al país, dejó claro que la IMPA le comunicó a la UIAF sobre la transacción mediante documento oficial, el cual fue desclasificado por el Presidente (único que tiene la potestad para tomar esta decisión de acuerdo a la Ley de Inteligencia) por tratarse de una presunta actividad desarrollada por fuera de la legalidad.
Sabemos, además, que debió haber sido una compra de una entidad gubernamental colombiana porque, tal como lo resaltó el Director Llinás, Pegasus es un software que se vende exclusivamente a Estados y con autorización previa del gobierno de Israel.
¿Podía la DIPOL comprar a Pegasus? Sí, es una entidad de inteligencia, sería ilógico pedirle que no adquiera las herramientas que le permitan cumplir con sus funciones. ¿Podía comprar Pegasus con dinero incautado al narcotráfico? Sí, la Ley 1708 de 2014 dice que un 10% de los bienes en extinción de dominio se deben destinar a la Policía Judicial de la Policía Nacional para que cumpla sus funciones investigativas, lo que incluye a las realizadas por la DIPOL. Si existían los mecanismos y garantías legales para hacer una adquisición de este tipo ¿Por qué nunca se reportó el uso de 11 millones de dólares para comprar el software? ¿Por qué se realizó la compra de Pegasus como una operación propia del narcotráfico, con dinero que no se reporta, sin trazos documentales, transportado en efectivo?
Debemos preguntarnos si en verdad es posible que $11 millones de dólares en efectivo, que son 110.000 billetes de 100 dólares con un peso de 11 toneladas, el mismo peso de un elefante y medio, sean trasladados en un avión por fuera del país sin que nadie se dé cuenta.
Cualquier ordenador del gasto que no encuentre recursos estaría en crisis, presentando su renuncia, pero ni el exministro Diego Molano, el exdirector de la Policía Nacional José Luis Vargas y el exdirector de la SAE Andrés Ávila parecieron percatarse o preocuparse por la desaparición de tal magnitud de dinero supuestamente incautado al narcotráfico.
Alguien tuvo que haber dado la orden de comprar Pegasus, alguien tuvo que haber negociado con el NSO Group y el Ministerio de Defensa Israelí los términos de la adquisición, alguien tuvo que haber ordenado el traslado de los $11 millones de dólares en efectivo para ser transportados a Israel, alguien tuvo que haber recibido el software en Colombia y haber sido entrenado en su uso. Sabemos que alguien lo tuvo que haber hecho porque la transacción con la que se concretó la compra del software existió, no es un supuesto ni un indicio, es un hecho confirmado.
A quién primero debemos pedir explicaciones son a quienes estaban al mando del sector Defensa y de la entidad que presuntamente recibió el software, esto es, el exministro Molano y el exdirector de la Policía Nacional, el General (r) Vargas. Una fuente anónima le dijo al Diario El Espectador que la compra de Pegasus debió haber sido una operación secreta del General Vargas, testimonio que tendría sentido sabiendo que el manejo presupuestal de la Policía es independiente al Ministerio de Defensa.
Lo más problemático es, entonces, lo que no sabemos. ¿Fue realmente incautado el dinero con el que se compró Pegasus? ¿Quiénes quedaron en el país con la formación para poder operar Pegasus? ¿Quiénes sabían de la compra de Pegasus? ¿Quién tiene en este momento Pegasus? ¿Qué uso se le está dando en este momento a Pegasus? ¿Cuántos colombianos han sido infectados por Pegasus?
