Sin coaliciones no hay paraíso electoral. Los Mesías políticos requieren de discípulos. Es impensable que alguien gane solo las elecciones presidenciales en 2022. La arrogancia no les da para tanto.
¿Algún antecedente de triunfo en las urnas sin coaliciones? Ninguno. Es casi una ley esta premisa. La democracia es de mayorías y las campañas también. Un candidato pobre de alianzas, es un pobre candidato.
Un elemento esencial de estas alianzas es la confianza. Imposible aglutinar diversos pensamientos en procura de alcanzar el poder, si se desconfía de los aliados. La sospecha mata los acuerdos y sin acuerdos se pierden elecciones.
Para unirse también se necesita coherencia. ¿Es posible una alianza del expresidente Uribe y el senador Iván Cepeda?, reconozco la exageración del ejemplo, pero así ilustro de mejor manera la imposibilidad de algunos escenarios.
Y estamos siendo testigos de tiempos de pactos. El más reciente y además creciente, es el que se está configurando en la denominada centro-izquierda. Por el momento coinciden Los Verdes, Sergio Fajardo, Juan Fernando Cristo, Jorge Enrique Robledo, Humberto De la Calle y Juan Manuel Galán. La gestión de los egos debe ser su principal tarea. Los mecanismos para elegir candidato a la presidencia, es solo cuestión de carpintería.
En la orilla de la centro derecha no se quedan estáticos. Se encuentran perfeccionando la autopista para que aterricen Alex Char, Federico Gutiérrez, Dilian Francisca Toro, Martha Lucía Ramírez y hasta Óscar Iván Zuluaga. Lo que pretende el uribismo es traer figuras políticas que fomenten la idea de pluralidad. Darán la pelea por mantenerse en el gobierno.
El denominado centro tiene varios actores. Sergio Fajardo es uno de ellos, pero ya definió su tránsito a una coalición amplia amparada por los Verdes. Rodrigo Lara con su llamativo Juntos, quiere apoderarse de esta idea. La reconciliación con los hermanos Galán es su primer gran paso.
Los partidos tradicionales no improvisan. Cargan a cuestas cientos de años siendo gobierno o participando en muchos de ellos. Por tanto, no le apuntarán a una estrategia propia. El objetivo es hacer parte de las coaliciones que se vienen estructurando. Los azules indiscutiblemente estarán en la centro derecha. Los liberales en la centro izquierda. Muy posiblemente tengan candidatos propios a las presidenciales, que terminarán asistiendo a las consultas de las coaliciones.
Gustavo Petro, hasta ahora es el más solitario en alianzas. Recientemente propuso en un trino ganar la presidencia en primera vuelta. Por supuesto el mensaje va dirigido a todas las fuerzas de izquierda y centro.
Algunos personajes políticos, logran fuertes alianzas a instancias de oportunos intermediarios, pero no tardan en olvidarse del gestor de los acuerdos y pagan con la ingratitud. Falsedad en su máximo esplendor.
Lo cierto es que los pactos son la constante en este comienzo de un año político. De lo acertado que sean, dependerá que logren agrupar la verdadera y más contundente alianza: Con la ciudadanía.
La pregunta incómoda
¿Será capaz Petro de pasar a una segunda vuelta presidencial sin alianzas de peso?