En la vida de las personas y las comunidades hay momentos en que se celebra que alguien haya convencido a otro de hacer o no hacer algo en virtud de los resultados que se aseguraron o se evitaron; en otros momentos se lamenta, a veces por largo tiempo, que no se hubiera dado el acto persuasivo que habría evitado o garantizado efectos de gran impacto para las personas o las comunidades. La Historia rebosa de casos en ambos sentidos. (¿Colombia llegará a ser un caso de lamentación?).
Es que el convencer a otros, o propiciar que se convenzan a sí mismos, obedece a una sucesión de hechos de diferente relieve, algunos de los cuales traté en la columna anterior (https://n9.cl/mi4t8), dirigida, como la presente, a Federico Gutiérrez, por quien votaré. Hoy me refiero a otros aspectos quizás válidos para lo que falte de campaña, centrados en el esquema comunicacional ADA: afirmación, defensa y ataque. Veamos de qué se trata.
En modo afirmación. Busca vigorizar el desempeño y la proyección de su campaña y candidatura. Por ello, afirmación:
* Es tener claras las fortalezas como campaña y como candidato (personalidad, preparación, experiencia, etc.) y destacarlas sólidamente en los mensajes.
* Es detectar las debilidades en las propuestas (flojas, sin encanto, mal concebidas o expuestas, sin ton ni son): en hechos (metidas de pata, apoyos cuestionables, apariencia personal, silencios injustificables, divisiones internas, etc.); en situaciones (entrevistas desastrosas, declaraciones, participación en debates y actos similares, declaraciones, estilo de comunicación, fallas de comunicación, cuñas de radio, tv, redes, vallas, etc.), y disolverlas o reducirlas a la mínima expresión. Recuerde que esas y otras debilidades propias son oportunidades para sus contrincantes.
* Es exponer claramente las promesas y propuestas para que los electores las entendamos. Por ejemplo: sobre la candidatura de Petro, usted dice que es “un peligro para la democracia, la libertad y las instituciones colombianas”. Bien. ¿Eso qué le dice a la gente del común, esto es, al obrero en su taller, / la operaria en su telar, / la monjita en su rezar, / la ninfa en su burdel?...
* Es ser idóneo en la comunicación de sus propuestas para que los electores las percibamos útiles, pertinentes, posibles y sostenibles (ver la columna anterior), y nos ratifiquemos o nos decidamos, por fin, a darle nuestro voto.
* Es comunicar sus ideas en palabras y frases con eco. “Lo que se graba en nuestra mente influye finalmente en nuestro comportamiento” (Zig Ziglar).
* Es disponer en cada caso de un argumento Aquiles, “aquel que se tiene como definitivo”, según el Diccionario, nombre con el que se conoce desde el siglo v a. C. A propósito, algo de humor: es tan efectivo, que lo usaba un vendedor que fue detenido por embaucar con “píldoras de la eterna juventud”, aunque se comprobó que era reincidente: había sido arrestado la primera vez, por la misma causa, en 1772, y luego en 1829, 1904 y 1985…
* Es identificar las fortalezas del contrario (propuestas, encuestas, apoyos, etc.) y guarecerse de las mismas, pues son amenazas para usted.
En modo defensa. Busca proteger la campaña y su candidatura de acciones nocivas de origen externo. Por lo tanto, defensa es:
* Disponer de un listado con las críticas y los ataques (acusaciones, señalamientos, inculpaciones…) de los contradictores, y precisar los delineamientos idóneos para ponerlos en su sitio, con el apoyo, de ser factible, de argumentos Aquiles.
* Desbaratar con oportunidad, inteligencia y fuerza persuasiva las falacias, mentiras, trampas, contradicciones, tergiversaciones, etc., de la contraparte.
En modo ataque. Busca restar fuerza, en el máximo grado posible, a los candidatos contrarios y sus campañas. En consecuencia, ataque es:
* Identificar las debilidades del contrario y ventilarlas, y fustigar actitudes inapropiadas, reacciones, compañías, declaraciones.
* Desplegar y apabullar a los cuatro vientos las ideas antidemocráticas del otro, o inconvenientes, inútiles, inviables, insostenibles, populistas, irresponsables, engañosas.
* Agrupar las mentiras, falacias, difamaciones, calumnias, etc., y dar a cada una el tratamiento público y comunicativo que se merecen.
* Determinar la mejor manera de “hacer trizas” o “quemar” (verbo de la campaña del Honorable Petro, H.P.) realidades como las expuestas. Se trata de aprovechar la papaya, no de darla.
INFLEXIÓN. Le cuento, Dr. Fico, que en un salón de belleza, la peluquera le advirtió a una clienta: “Señora, esto es un peine, no una varita mágica…”. Igual sucede con los asteriscos expuestos: no son varitas mágicas, pero pueden facilitarle logros mágicos.