La reforma pensional del gobierno nacional le entrega más recursos al gobierno Petro. Básicamente sustituye gastos que hoy asume el presupuesto nacional, para que se paguen con el ahorro pensional de los colombianos. En consecuencia, las nuevas generaciones de colombianos quedarán con esa pesada deuda.
Y no es una deuda menor. En los cálculos del Ministerio de Hacienda el costo de la deuda pensional colombiana con la reforma aumenta en 40% del PIB; hoy es del 84%.
Petro recibiría 9,4 billones en los dos últimos años de Gobierno. El acumulado de recursos que el Estado hoy gasta en pensiones y que se liberaría de pagar llega a 265 billones hasta el 2065. La CARF (Comité Autónomo de Regla Fiscal) determinó que a partir del 2066 el Fondo de Ahorro del Pilar Contributivo se agota; y es en este momento que los futuros jóvenes tendrán que pagar el déficit anual que en promedio son 32 billones de pesos al año. El pasivo pensional con la reforma aumentaría al 180% del PIB.
En el caso de las personas que cotizan al Estado, los recursos son públicos. El ciudadano pierde la titularidad sobre ellos. Se trata de un Fondo Común que se va gastando en pagar las pensiones actuales. En los fondos privados los recursos son siempre del ciudadano al igual que sus rendimientos; el dinero solo se usa para pagar su propia pensión.
Según la propuesta del Gobierno todos los colombianos estaríamos obligados a aportar nuestro ahorro pensional a Colpensiones hasta tres salarios mínimos, quien gane más aportará el remanente en los fondos privados. La virtud más importante de la propuesta del Gobierno es que suprime los subsidios a las altas pensiones. Sin embargo, los limita a tres salarios mínimos.
El problema es que esto significa que el 89% de quienes están en los fondos privados -6 millones de cotizantes- pasarían únicamente a Colpensiones. La primera consecuencia es que prácticamente desaparecen los fondos como actor del mercado de capitales del país. Hoy los fondos invierten en proyectos, en acciones, incluso en TES -deuda estatal-. Hoy el stock es de 405 billones donde 283 billones son rendimientos.
El otro problema es que creamos un monstruo. Colpensiones se convierte en una entidad que deberá atender a 10,6 millones de colombianos cotizantes. No tiene la capacidad ni la idoneidad. Por una parte, el costo de administración de Colpensiones es de 1,1% de la cotización en tanto el promedio del costo de los fondos privados es de 0,6%. El costo por administración por cotizante en Colpensiones es de 387 mil pesos mientras los privados son de 172 mil pesos. Además hemos denunciado cómo Colpensiones viene dilapidando los recursos: contratos con súper costos, nóminas paralelas con baja capacidad técnica.
Vale la pena advertir que el subsidio al adulto mayor nada tiene que ver con la pensional. Lo mezclan y lo mencionan para ganar favorabilidad ante la ciudadanía.
Si el Gobierno quisiera pagar el subsidio a los adultos mayores podría hacerlo de manera inmediata. Lo cierto es que en los casi dos años de gobierno, Petro no ha aumentado el número de beneficiarios. El presidente Uribe dejó 900 mil, Duque 1,7 millones y Petro a duras penas los ha sostenido. Fue el Centro Democrático quien presentó y aprobó la ley para llevar el subsidio a la línea de pobreza. Petro solo ha repetido el discurso.
Esta reforma es un sofisticado mecanismo para refinanciar al gobierno y aumenta a las nuevas generaciones la deuda.
En la siguiente columna ampliaré otras consecuencias que tiene la reforma pensional.