Llevamos varios meses agitados en los que los grandes poderes del pasado han hecho todo por desestabilizar al primer gobierno popular y alternativo de la historia al punto que han querido, a su vez, opacar los grandes logros que se han tenido con una agenda mediática manipulada y sistemáticamente orquestada para generar una sensación de caos, pero ¿qué hay detrás de todo esto? El temor de los corruptos por un cambio en la Fiscalía General de la Nación que devele las irregularidades.
Me explico: el fiscal general es elegido por la Corte Suprema de Justicia para un período de cuatro años de una terna enviada por el Presidente de la República y no podrá ser reelegido, según el artículo 249 de la Constitución Política de Colombia. Esto quiere decir que, de la idoneidad, o no, del máximo mandatario depende la persona que pongan en esta institución.
Es por ello que los enemigos del cambio se han dedicado a crear una matriz de opinión amparada en los grandes medios, empresarios y políticos tradicionales que pretende crear la sensación de que el presidente Petro no es el indicado para enviar una terna para elegir el o la Fiscal y continuar haciendo de la institución un ente de control politizado que actúa con celeridad solamente cuando la investigación responde a sus intereses o agenda política y en los demás brilla por su ausencia.
Sin embargo, y muy a pesar de los que han movido toda esa campaña de desprestigio, el presidente conforme a lo que establece la Constitución envío la terna con tres mujeres conocedoras del sistema y de la institución que le permita a la Fiscalía resurgir del rezago en el que está y ponerse al servicio de los ciudadanos y ejercer sus funciones, como debe ser. Tiembla Odebrecht, los falsos positivos, la parapolítica, Hidroituango y todos los grandes escándalos de este país que con una lentitud apabullante han demostrado que la corrupción ganó un espacio tan grande en el sistema que no importa lo que hagan siempre van a encontrar la manera de dilatar los procesos.
En ese sentido precisamente, en el Primer Congreso Internacional Lucha Contra La Corrupción el presidente Petro dijo “…cuando los hechos de corrupción no son aislados unos de otros, sino que son sistemáticos […] estamos hablando de un régimen de corrupción, los regímenes de corrupción no se pueden instalar sino en sociedades donde no hay un valor por lo público, donde lo público como concepto o se ha desvalorizado o nunca se construyó” y es precisamente ese hecho sistemático el que se pretende sacar del centro de la Fiscalía.
A pesar de los temores, las campañas, los improperios, las cortinas de humo: el cambio avanza y esperamos que la Fiscalía General de la Nación sea por fin una institución que cumpla con sus objetivos misionales.
