Una grave denuncia viene haciendo por distintos medios de comunicación regionales y nacionales, el alcalde del municipio de Atrato en el Chocó, Juan Génesis Bejarano Martínez, por cuenta de según aduce, la falta de voluntad del actual director de la Unidad de Gestión de Riesgo y Desastre UNGRD, Olmedo López. Pero para entender mejor el tema debo contextualizarlos y llevarlos en un viaje por el tiempo hasta el año pasado, 2022 cuando al presidente duque se le ocurrió modificar la Ley de Garantías.
El Congreso de la República aprobó la modificación de la Ley de garantías, con el objetivo de suspender el apartado que impedía la celebración de contratos cuatro meses antes de elecciones. No obstante, esta situación creó una controversia entre los sectores políticos del país, debido a que algunos analistas aseveraron que esta acción permitía que se realizaran hechos de corrupción a pocos meses de las elecciones presidenciales de ese año.
Tras la modificación hecha a la Ley de Garantías, el Juzgado Tercero Administrativo de Bogotá ordenó al presidente Iván Duque y a los representantes legales de las entidades del orden nacional y territorial, abstenerse de dar aplicación a la modificación de la Ley de Garantías. A pesar de la orden del juez, el presidente Duque firmó el 12 de noviembre del 2022, la Ley de Presupuesto General, que incluye la Ley de Garantía. No obstante, esta noticia no fue una sorpresa, pues el presidente de la República había confirmado que el Gobierno Nacional había tomado la decisión de sancionar la Ley de Presupuesto General con todos los artículos aprobados por el Congreso. "Un juez de la República no le puede decir a un presidente qué debe o no objetar, porque eso sería violar la Constitución colombiana. Nosotros firmamos la ley y la firmamos con este artículo", dijo el jefe de Estado en entrevista con Noticias RCN en esa época.
A partir de ahí, empezó un verdadero viacrucis para muchos representantes de entes territoriales, entre ellos, Juan Génesis Bejarano Martínez, alcalde de Atrato, un pequeño municipio de aproximadamente 6.000 habitantes y 725 km, ubicado al noreste del país, separado de Quibdó, la capital del departamento, hace tan solo 26 años y cuya cabecera municipal es Yuto.
Al burgomaestre, por causa de la paralización de una obra en su municipio le ha tocado aguantar no solo a sus adversarios políticos, que, aprovechando el impase, arreciaron con críticas mordaces en contra de su administración, sino también a sus seguidores, que ya desconfían de su palabra, esa misma en que creían ciegamente hasta hace poco, antes de esta difícil situación.
La obra en cuestión, es la vía Pacurita – San Martín de Purré, tramo que une a Atrato con Quibdó y que está paralizada desde el 25 de mayo del año pasado, pues el contrato fue liquidado con tan solo el 24% de ejecución y al que solo se alcanzaron a girar $1.723 millones, tras la modificación que el Presidente Duque le hiciera a la Ley de Garantías en el 2022.
Los recursos que iba a destinar la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y Desastres (UNGRD) para la obra, exactamente $7.652'297.700 millones de pesos, nunca fueron desembolsados y el consorcio que realizaría la obra frenó los trabajos. Además, la alta pluviosidad de la región, ha empeorado las condiciones y la estabilidad del terreno, que para la fecha más que un camino de herradura, parece una pista de motocross, impidiendo el tráfico de sus habitantes, que a estas alturas ya deberían de estar disfrutando de una vía digna, por donde sacar sus productos, ya que Atrato es una de las despensas agrícolas más productivas del departamento y los campesinos se han visto afectados al tener que pasar el río en lanchas para llegar a Quibdó, lo cual hace más costoso el desplazamiento.
Bejarano Martínez se encuentra al borde del colapso, pues el actual director de la Ungrd, Olmedo López, no le volvió a contestar el teléfono, obligándolo a viajar constantemente a Bogotá a tocar puertas para que esta obra, que ya es considerada un “Elefante Blanco”, se reactive y así poder cerrar con broche de oro, la gestión que ha venido realizando en pro de su municipio estos 4 años de administración. Para ello, ha contado con el apoyo de la congresista por el Chocó, Astrid Sánchez Montes de Oca, de la gobernadora encargada Farlin Perea y más recientemente del propio ministro del interior, Luis Fernando Velasco, con quien se reunió hace solo un par de días, quienes han hecho ingentes esfuerzos para lograr desengavetar este importante proyecto y así descentrabar estos recursos para continuar con su ejecución.
El freno por parte de la Ungrd a este proyecto, que une a Atrato con Quibdó, separados por tan solo 25 minutos de distancia, desembotella a cuatro comunidades, pero perjudica a todo el departamento del Chocó, ya que es la puerta de entrada y salida de la capital, también afecta al gobierno nacional, pues los 7 mil millones de pesos que prestó el Tesoro Nacional al BID, ahora los tiene pagando intereses.
El consorcio Placa Huella Atrato, acaba de impetrar una demanda contra este empobrecido municipio chocoano de 6ª. categoría ante la procuraduría, donde llamarán al alcalde para una conciliación por el no pago de esos emolumentos adeudados y a los que él aduce, no tiene como responder. Pero ese no es solo el único lio que afronta Bejarano, la comunidad está a punto de tomarse las vías de hecho, por la pronta solución de esta gravísima problemática que enreda no solo al municipio y sus habitantes, gente buena y trabajadora, sino a su alcalde, quien ha sido víctima de extorsiones, ya que mal informaciones de sus adversarios políticos, han creado un mar de dudas sobre esos recursos, aduciendo que Bejarano Martínez los tendría en su poder y los estaría malgastando, lo que le ha costado atentados contra la vida de él y su familia.
Por lo pronto Juan Bejarano lanza un urgente y desesperado clamor al gobierno del presidente Gustavo Petro, para que se atienda esta gravísima situación que enfrenta su municipio y que tiene frenado el desarrollo socio económico de la región.
ADENDA:
Aplauso de pie para Mauricio Toro, presidente del ICETEX y su equipo, por las maravillosas instalaciones del Centro de Experiencia Personalizada que recientemente inauguraron en visita a Quibdó, en compañía de la ministra de educación Aurora Vergara Figueroa. Los jovenes chocoanos se merecían ser atendidos en condiciones dignas.