Lamentablemente la educación se vuelve en la contienda política, un recurso infaltable y fácilmente vendible, ya que todos nos sentimos representado con cualquier idea o estrategia que plantee un fulano para mejorar la calidad académica del territorio; en la particularidad de estas elecciones, debemos mirar con lupa qué carajos están proponiendo los más opcionados.
Es así, que toca ponernos las pilas y no comer entero, no ser arrodillados y tampoco criticones sin fundamento. En esta columna no me dedicaré a hacer especulaciones acerca de ningún candidato. Se analizará y de forma crítica se opinará sobre sus propuestas que están en el plan de gobierno. Ya diciendo esto, como jabón de puberto… ¡Al grano!
Vamos con el que subió como globo, pero ya va pinchado, Rodolfo Hernández, personalmente, considero que un país se gobierna más allá de cachetadas, pero bueno –hay gente que le gusta el populismo- en el ingeniero vemos un plan de gobierno romántico y que busca conquistar desde las pasiones, pero al momento de ir a las propuestas, nos vamos quedando cortos.
Se debe cambiar ese discursito de la calidad académica según el ICFES. Esa prueba solamente frustra y daña el pensamiento individual y colectivo de los pelados. Un buen ICFES no significa que usted sea el Einstein Colombiano y tampoco un mal puntaje significa que usted sea un bueno para nada. Es decir, Rodolfo arranca mal tomando esta evaluación como base significativa.
Una propuesta de Rodolfo hacia los educadores, es basada en la calidad dentro de las aulas, Hernández medirá la autoridad pedagógica de los docentes y ahí me nace una interrogante ¿Cómo usted mide la autoridad de alguien que se supone que es libre de dictar y orientar como le plazca su espacio académico? Amanecerá y veremos… El Inge, también hablo de la media vocacional, que, a mi parecer, teóricamente funciona, pero en la praxis encontraremos un descontento a mediano plazo, ya que no existe claridad si este proceso formativo se dará dentro o fuera de las cátedras ordinarias y en el caso que fuesen extraescolares, los pelados se van a estallar, porque –probablemente- esto lo consideren como más clase y más clase, genera mayor tarea, y más tarea menos tiempo… ¡Un caos!
La deserción escolar es una problemática que hay que reducir prontamente, pero Rodolfo si planea ser el Mesías de la cobertura, él promete que erradicará la deserción escolar en Colombia, lo malo es que solamente está la promesa, no existe una estructura y menos una secuencia a ejecutar para lograrlo, es como querer una moto sin tener plata ni trabajo. Conclusión de Rodolfo: No hay una propuesta clara hacia la educación inicial, media y secundaria. Allí no existe una propuesta directa, solo micos y palabrerías bonitas que servirían, pero en un bolero.
Vamos con el segundo, Sergio Fajardo, realmente, en cuanto a estructura y fundamento de la propuesta la tiene clara. Obviamente, por su formación la apuesta educativa de Fajardo es coherente a la necesidad actual, lo único que hace dudar es un poco… la ambición, no es tanta como la de Rodolfo, pero si es un poco elevada. En cuanto a las propuestas del profe, hay una iniciativa de la creación de un Gran Acuerdo Pedagógico Nacional, que siendo honesto, el espacio puede ser contraproducente porque no está fijado el alcance y limitantes que tendría el escenario, esto puede verse reflejado como un descontento social tremendo.
Dentro de las mejoras a infraestructura, Fajardo plantea arreglar 10 mil colegios, pero para arreglar esa cantidad hay que tener un plan de contingencia altamente preparado, porque no es solamente tumbar por tumbar, sino que acomodar peladitos, mientras la obra se ejecuta, algo relativamente sencillo, pero en la praxis es muy jodido hacerlo.
De igual forma el profe, promueve la descentralización del sistema educativo el cual, conociendo la costumbre ejecutiva del país, fácilmente se puede tergiversar en MÁS BUROCRACIA. Se le abona el conocimiento de lineamientos puros productivos en la academia colombiana, pero se tiene que sentar un poco más de cabeza.
Vamos con Petro, ¿Endiosado? Posiblemente, ¿Ganador? Tal vez ¿Incoherencias? Algunas. Empecemos con Gustavo, el plan de gobierno de Petro en el espacio de Educación, el cual obedece al ítem #3 –para que no digan que no lo leí- tiene espacios de copie y pegue, se nota por los párrafos repetidos. Pero bueno, obviamente, es un candidato con una estructura de país pensada pero utópica, ya que hay ciertos escenarios que se entran a cuestionar.
Petrosky habla de erradicar el analfabetismo estructural y funcional pero no es claro en las acciones que ejecutará para lograrlo y una propuesta de tal magnitud, fácilmente puede convertirse en una casa en el aire. Esto mismo ocurre con el PAE, se juzga el Programa de Alimentación Escolar pero no se clarifican las acciones que desarrollará para disipar los problemas que este tiene –porque muchos sí son-.
Otro escenario incierto de Petro es la continuidad de la busqueda de Jornada única, de ser así, es necesario saber que sucederá con el FFIE ya que no se aclara que sucederá con los proyectos que ya está ejecutando –erróneamente, algunos- el Fondo de Financiamiento. Petro reconoce los liderazgos escolares, pero no enfatiza en los Gobiernos Estudiantiles, sería un avance si por primera vez desde el MEN vigilara estos liderazgos, pero hasta no ver… Todo se queda como idea.
Con la propuesta que cierro la sección de Petro, es con la de crear el área obligatoria para secundaria de Desarrollo de Software. Y no es que está mal del todo, sino que implementar una nueva asignatura no es algo tan sencillo y menos dentro de un sistema tan dañado como el educativo colombiano. Para lograr esto primero se deben nivelar las asignaturas ya existentes, y al nivelar me refiero al igualar conocimientos, para tener una base que permita el involucrar una nueva; es más, aún con ese balance la idea es descabellada, no a todos los pelados les gusta el tema informático, entonces podría crear un mayor desinterés académico y al mismo tiempo, quienes pase, se graduarán sabiendo lo mismo que sus compañeros. En pocas palabras, se tendrían más de 500 mil pelados al año en Colombia graduados sabiendo exactamente lo mismo de otra asignatura más, esto ocasionaría –adicionalmente- un desequilibrio laboral alarmante en campo productivo.
Por último, vamos con Fico. Él tiene una apuesta buena pero no clara, él busca fortalecer el bilingüismo en Colombia y eso es genial, pero, considero, que es preciso iniciar con profundizar el español, esto para evitar errores como el decir “Haigan” o “Hubieron”. De igual forma, se le abona que en el punto 5 del Plan de Gobierno dice que seguirá con Generación E y La U para Todos. ¿Qué le modificará al ya existente? Eso es lo que lleva a la reflexión porque no se puede negar la mejoría con base a Ser Pilo Paga –que fue un fiasco-, entonces tiene la meta compleja, falta mayor estructura y obviamente, se tiene que poner las pilas si busca mandar el país.
Lo mismo ocurre con su iniciativa de apoyar la formación virtual del SENA ya que acabando de atravesar una pandemia, vemos como la educación sincrónica se vuelve menos significativa –cognitivamente- si esta se compara con la presencial. El reto está en combinar el fácil acceso con la calidad, realmente puede ser ¡Muy contraproducente! Me gusta el tema del subsidio académico con cobro al primer empleo y no al finalizar la carrera, ya que permitiría que el joven ingrese a laborar y conforme a su sueldo vaya pagando la deuda, algo necesario para el colombiano.
Listo, lo hicimos, ahí está el análisis de más de 1000 palabras. Está difícil escoger el mejor para la educación en Colombia, pero muchos dicen que Colombia merece una “F” ¿Qué opinan?
Espero que con la columna les quede más preguntas, porque idea no es imponer un pensamiento, al contario, entre más dudas siembre mejor. Necesitamos pelados pensantes y capaces de reflexionar por sí solos, los borregos están mandados a recoger.
Dios les bendiga y elijan bien, no cegados por el fanatismo.