Mucho se ha hablado de la importancia de la Fiscalía y del equilibrio de poderes en un país que lleva años de una corrupción instalada y de un saqueo sistemático a las arcas del Estado, con el agravante de que la entidad encargada de investigar y acusar está tan politizada que es incapaz de hacer sus funciones con la debida imparcialidad y celeridad en todos los casos.
La reciente mala hora de la Fiscalía General de la Nación está asociada al presunto conflicto de intereses por parte de quien preside la entidad porque mientras la lentitud en el caso de Odebrecht es abrumadora al mismo tiempo se hacen convenios con una de las firmas del Grupo Aval, uno de los involucrados en el caso. Este hecho, es por decir al menos, una señal de alerta del manejo de este ente.
Y como si lo anterior fuera poco, se ha podido establecer que, el atentado del que alertó el señor Barbosa en su contra no tiene ningún cimiento, pues desde el Ministerio de Defensa se ha podido confirmar que ni los altos mandos de Policía y Ejército ni organismos internacionales, tienen información que conduzca al presunto hecho terrorista. Así las cosas, surge entonces una pregunta: ¿estábamos ante un intento de sabotaje al proceso con el ELN?
En una semana dos vergonzantes casos para una Fiscalía que brilla por su negligencia y politización, pero ausente de victorias o de grandes investigaciones que conduzcan a esclarecer los bochornosos casos de corrupción, que en un país que tiene este fenómeno tan enquistado debería ser una prioridad, sin embargo, se encargaron de hacer de este ente un instrumento para atizar las cortinas de humo.
A este paso la Fiscalía presidida por Francisco Barbosa va a pasar a la historia como el ejemplo de lo que no se debe hacer pues su gestión simplemente se va a resumir en ser el defensor de los grandes poderes económicos, políticos y mediáticos tradicionales que por décadas han sumido al país en el atraso, la desinformación y la violencia.
Esperamos que pronto la Corte Suprema de Justicia se pronuncie respecto a la terna envidada por el presidente y que cese la horrible noche en la Fiscalía General de la Nación.