El 20 de julio es una fecha que resuena en los corazones de los colombianos. Celebramos el Grito de Independencia, un día que marcó el inicio de nuestra lucha por la libertad y la soberanía. Este aniversario no solo conmemora el pasado, además honra a quienes, a lo largo de los años, han defendido con valentía y sacrificio los ideales de nuestra nación. En este día especial es imperativo rendir un homenaje a nuestra Fuerza Pública, cuyos integrantes han sido protagonistas indiscutibles en la historia de Colombia.
Las Fuerzas Militares de Colombia integradas por el Ejército Nacional, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea, junto con la Policía Nacional han desempeñado un papel crucial en la construcción y defensa de nuestra nación. Desde las gestas libertadoras hasta los desafíos contemporáneos estos hombres y mujeres han demostrado un compromiso inquebrantable con la patria. Su sacrificio y dedicación son pilares fundamentales sobre los que se ha construido la estabilidad y la seguridad del país.
Uno de los principios más nobles de nuestra Fuerza Pública es su sentido de pertenencia con la premisa de “construir patria”. Este pilar refleja un compromiso profundo con la vida y el bienestar de cada uno de los habitantes del país. No importa cuán adversas sean las circunstancias, siempre hay un esfuerzo constante por salvaguardar a aquellos ciudadanos que se encuentran en peligro. Este principio fortalece la moral y la cohesión de nuestras fuerzas, al asegurar que cada soldado, marino, aviador y policía comprende que está cumpliendo con proteger lo más sagrado para la sociedad: su vida y la grandeza del país.
En los últimos 60 años, Colombia ha enfrentado un conflicto interno que ha puesto a prueba la fortaleza y la resiliencia de nuestra nación. Durante este período, nuestra Fuerza Pública ha sido fundamental en la protección de los ciudadanos y en la lucha contra las amenazas a la seguridad y la estabilidad del país; han encarado con valentía a grupos armados ilegales, narcotraficantes y terroristas, al arriesgar sus vidas para garantizar un futuro mejor para todos los colombianos. El sacrificio de nuestros soldados y policías no se limita al campo de batalla. Según cifras de la Unidad para las Víctimas más de 400 mil miembros de la Fuerza Pública han sido víctimas del conflicto armado, y cada día dejan atrás a sus familias y seres queridos por el cumplimiento de su deber. Es esencial que, como sociedad reconozcamos y valoremos este sacrificio. Se debe recordar que detrás de cada uniforme hay una historia, una familia y un sueño de paz y prosperidad para nuestro país.
En este 20 de julio, mientras admiramos el imponente desfile militar que engalana las calles, recordemos y honremos el esfuerzo y el sacrificio de nuestra Fuerza Pública. Cada paso que dan, cada maniobra que realizan, es un testimonio de su compromiso con la patria. Este desfile no es solo una exhibición de poderío militar, sino una manifestación de respeto y gratitud hacia quienes, día a día, arriesgan sus vidas por nosotros.
Es también un momento para reflexionar sobre el apoyo y el reconocimiento que brindamos a nuestros militares y policías. Es fundamental que como sociedad les proporcionemos las herramientas y el respaldo necesarios para cumplir con su misión. Debemos asegurarnos de que reciban el reconocimiento y los beneficios que merecen, no solo en términos materiales, sino también en apoyo psicológico y emocional.
En conclusión, en este aniversario del Grito de Independencia, rendimos homenaje a nuestra Fuerza Pública. Honramos su valentía, su sacrificio y su compromiso inquebrantable con la defensa de nuestra nación. Recordemos que detrás de cada uniforme hay un ser humano dispuesto a darlo todo por la patria. “Construir patria” es más que una premisa; es un baluarte que define el espíritu y la esencia de nuestra Fuerza Pública. En este 20 de julio, exaltemos con orgullo y gratitud a quienes nos protegen y nos permiten vivir en libertad y seguridad. ¡Viva Colombia y viva nuestra Fuerza Pública!