Guillermo Buitrago es un ícono de las fiestas decembrinas en Colombia. Es muy probable que ni el propio intérprete costeño, se imaginara su impacto para cada fin de año. Pero es infaltable, de eso no queda duda.
No es exagerado afirmar que diciembre suena a Guillermo Buitrago. Éxitos transformados en clásicos como ´La víspera de año nuevo´ ´Grito vagabundo´ ´Dame tu mujer José´ ´La piña madura´ ´El ron de vinola´ ´Las mujeres a mí no me quieren´ ´El amor de Claudia´ y muchos más para revivir siempre para esta época del año.
Guillermo Buitrago es el origen del vallenato. Su música de guitarra fue el preámbulo que se requería para transformar estos sonidos, además fue el primero en cantar las composiciones del Maestro Rafael Escalona. Le debemos tanto a Buitrago, que es imposible pagarle.
La música de este hombre que se nos fue a muy temprana edad, es un sello emblemático de diciembre. Es una especie de marca que resulta imposible modificar, todo lo contrario, con los años se afianza, crece y se fortalece.
Se convirtió en tradición. Cuando un fenómeno cultural de esta magnitud se presenta, se constituye en un elemento infaltable. No hay emisora en cualquier parte del país, que no ponga a sonar la música de Guillermo Buitrago, adportas del comienzo de un nuevo año. Llegó y se quedó.
Pero hay un tema que está por encima de todos: La víspera de año nuevo, esa que dice así: La víspera de año nuevo estando la noche serena. Es una letra repleta de versos sencillos pero contundentes.
Una composición de la autoría de Tobías Enrique Pumarejo, pero inmortalizada por el flaco Buitrago. Y como si fuera poco, dicen que esta obra nació en una parranda, un 31 de diciembre de 1945. Un dato que la convierte en mítica.
La fecha exacta de la grabación del tema fue el 8 de abril de 1948 y Guillermo Buitrago fue acompañado por Los Trovadores de Barú, bajo el sello de Discos Fuentes. La canción más sonada de todas en diciembre, ya cumplió 75 años.
La víspera de año nuevo se grabó en la ciudad de Cartagena, en horas de la tarde. Guillermo se presentó impecablemente vestido, parecía un gringo, dijeron los testigos de la época. Al final, el tema que convertiría en inmortal a Buitrago, fue recompensado para él y toda la agrupación por parte de Antonio Fuentes, con cinco pesos.
