No hay nada peor para una sociedad que la desinformación. Cuando la verdad es maltratada, manipulada o simplemente escondida, el efecto a favor de fenómenos como la polarización, se disparan.
La advertencia fue hecha por la directora del Foro Económico Mundial Saadia Zahidi, tras revelar el resultado de una encuesta previo al encuentro en Davos, en el cual la desinformación y la información incorrecta, ocupan el primer puesto como las principales amenazas globales para este 2024.
La encuesta la respondieron más de 1.300 expertos en riesgos de todo el mundo. Es decir, estamos frente a una realidad irrefutable, que no es asunto nuevo, pero que se agrava cada día más.
Grave daño sobre la reputación de personajes, las economías de las naciones, la estabilidad de las instituciones y hasta de la propia democracia, expandir un sinnúmero de informaciones que se alejan de la realidad. Manipulación en estado puro.
En un año repleto de elecciones en más de 60 países, la preocupación se incrementa ante la avalancha de noticias falsas o informaciones incorrectas, pues maltratan la credibilidad y pueden cambiar el destino de muchas naciones.
En el caso colombiano, por ejemplo, recién comienzan sus administraciones los mandatarios territoriales, deben blindarse al máximo para evitar desinformaciones que deslegitimen sus actuaciones, de lo contrario en breve aparecerán protestas y hasta incremento de la violencia.
“Si algunas de esas opiniones comienzan a extenderse y generan percepciones muy diferentes a la realidad, quién se convierten entonces en el dueño de la verdad? “dijo Saadia Zahidi
A lo anterior le podemos sumar el déficit de atención y la falta de capacidad analítica de la gente, entonces tragan entero cualquier tipo de desinformación, sin confrontarla. La asumen como una especie de última palabra.
En este mundo pantallizado, con una incansable cascada de información, las personas no tienen tiempo para precisar cual les miente o no. De allí la urgencia de acudir a medios de comunicación que nos ofrezcan las mínimas garantías de seriedad en su oferta informativa.