Con ocasión de la COP 16 que arranca el próximo 21 de octubre en Cali, hace pocos días el WWF Colombia (World Wildlife Fund) dio a conocer su “Encuesta Nacional de Biodiversidad y Cambio Climático” realizada a 1.703 encuestados, en 55 municipios de ocho regiones del país.
Los resultados evidencian que los colombianos nos sentimos orgullosos de nuestra biodiversidad, y que estamos muy preocupados por el estado de los recursos naturales y el cambio climático en los diferentes territorios nacionales.
Para el 70% de los consultados la peor crisis ambiental por la que atraviesa la humanidad es el cambio climático, seguido de la contaminación por plástico (65%) y la pérdida de la biodiversidad (34%).
Hasta aquí, me atrevo a decir que los resultados no sorprenden. Las cifras reiteran que, en Colombia, como en el resto del mundo, las personas cada día son más conscientes de la problemática ambiental global que afrontamos, y de algunos de los retos que esta supone.
Lo que sí considero, que más que un resultado es un llamado de atención para los líderes de todos los sectores en Colombia, es la gran cantidad de personas que aseguraron no tener conocimiento de qué son la COP 16 (76%), los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS- (72%), el Acuerdo de Paris (74%) y el Marco Global de Biodiversidad Kunming Montreal -MGB- (78%).
En primer lugar, es increíble que a escasos días de celebrarse en Cali el espacio de discusión y negociación internacional más importante frente a la protección de la biodiversidad, en el que se definirá el futuro de la naturaleza y del mundo, y al que asistirán representantes de más de 190 países, solo el 24% de los sondeados sabe que es la COP 16.
En el mismo sentido, asombra que luego de que entrarán en rigor desde enero de 2016 los Objetivos de Desarrollo Sostenible -es decir hace cerca de 8 años-, tan solo un pequeño grupo de colombianos, el 28%, los conozca.
Lo anterior impacta, pero mucho más el que algunos periodistas, aunque reconozco que son pocos, cuestionen públicamente la importancia de la COP 16, y pregunten qué gana el país con su realización.
El desconocimiento general de este evento y de los ODS, registrado por el WWF, tiene que lograr el auto cuestionamiento de las autoridades, empresas, academia y organizaciones civiles acerca de su rol frente a la educación y promoción de la protección de los ecosistemas y el cumplimiento de la Agenda 2030.
Y es que, para alcanzar las metas propuestas en ambos sentidos, la sociedad civil juega un papel trascendental en seis frentes concretos:
- Incidencia: vigilar las acciones de los gobiernos.
- Asesoría: contribuir a la toma de decisiones.
- Impacto: ampliar la base social en comunidades apartadas.
- Datos: ayudar a generar indicadores y reportes.
- Articulación: unir esfuerzos de las personas.
- Localización: trasladar el debate a las ciudades, las comunidades y territorios lejanos.
Se debe reconocer que la mayoría de los gobiernos y organizaciones mundiales como la ONU, el Pacto Global y el Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo sostenible (WBSCD) por sus siglas en inglés), por nombrar solo algunas, han realizado diligentes esfuerzos globales para dar a conocer la importancia de la Agenda 2030 y de la COP en sus dos versiones: cambio climático y biodiversidad, buscando involucrar a todas las personas.
Es menester aclarar que los resultados de la encuesta en Colombia del WWF, se suman a estudios similares realizados por diferentes centros de pensamiento e investigación en diferentes países, los cuales coinciden en afirmar que existe un alto porcentaje de desconocimiento frente a estas iniciativas mundiales.
Todo lo anterior nos deja la certeza de que, al comunicar la importancia del Desarrollo Sostenible algo fundamental nos está haciendo falta.
Podría pensarse que este concepto se ha usado más para defender decisiones políticas y vender productos amigables con el medo ambiente, que para alcanzar el verdadero conocimiento y compromiso de las personas.
Sin embargo, soy positivo. Creo que la encuesta del WWF en Colombia y las realizadas en otras naciones, brindan los elementos necesarios para que líderes políticos, empresariales y civiles redireccionen parte de sus esfuerzos, y entiendan que las personas son el punto final de las acciones que se realizan por el desarrollo social, económico y ambiental, y que deben conocerlas para apropiarlas.
Estoy seguro de que con la realización de la COP 16, nuestro país además de realizar un evento de gran magnitud e impacto mundial, con todo lo que esto significa, entenderá desde sus diferentes sectores que debe esforzarse, aún más, por informar y educar a los ciudadanos en el reto de la sostenibilidad, integrarlos en acciones concretas para alcanzarla y darles la oportunidad de ser los protagonistas de ese nuevo planeta que tanto deseamos.
