
Akira Kurosawa fue uno de los directores más influyentes del cine mundial, a la altura de Hitchcock o John Ford. Japonés de nacimiento influyó, con sus obras venidas desde el otro extremo a la industria de Hollywood. Películas tan famosas en la pantalla como Los Vengadores, Star Wars o Los siete magníficos, han encontrado sus bases en los filmes del director nipón.
Nació el 23 de marzo de 1910 en Tokio, la capital de Japón, miembro de una familia descendiente de la dinastía, con una ascendencia de samuráis. Cuando pequeño quedó marcado por el terremoto de Kanto, sucedido el 1 de septiembre de 1923, cercano a los ocho grados de magnitud y destruyó la ciudad portuaria de Yokohama acabando también con Chiba, Kanagawa, Shizuoka y Tokio.
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Era el más alto de todos sus compañeros de clase, con una altura superior a la normal de los japoneses. Su hermano mayor, entre ocho hermanos, Heigo, era un aficionado al cine y en medio de su admiración Akira también adquirió la afición de su hermano. Fue la muerte de este, con quien caminó sobre los cientos de muertos que dejó el terremoto, la que influyó en su percepción algo oscura del mundo.
También fue ese hecho el que marcó el interés en la muerte que se evidencia en sus filmes. Luego del estreno de su primera película en color, Dodes Ka-Den, que resultó siendo un fracaso en las salas de cine, Akira Kurosawa intentó suicidarse haciéndose varios cortes en el cuello y las extremidades, fue la acción de su familia la que logró salvarlo.
Aprendió como asistente de dirección de Kajiro Yamamoto, junto a él entendió como hacer la producción, edición, montaje, incluso la decoración artística de los espacios y la confección de los trajes. Con el tiempo, Akira adquirió fama por el perfeccionismo extremo para la construcción de sus películas.
En Rashomon, tal vez su obra maestra, tiñó el agua que usarían para la lluvia con tinta negra, con el fin de darle un efecto más estruendoso, y para hacer la tormenta se gastó toda el agua del pueblo en que estaban filmando. En otra ocasión mandó dar vuelta al flujo de un arroyo porque servía mejor a la escena, y en Ran mandó construir un castillo para poder incendiarlo hasta sus cimientos frente a la cámara.
Se dice que mandó tumbar casas, techos, o cualquier objeto que interrumpiera el plano para hacerlo perfecto. En el final de Trono de Sangre, considerado uno de los más impactantes de la historia del cine, contrató arqueros profesionales para que dispararan contra el actor, cuando el ejército lo traicionó y quiso asesinarlo. A los actores los hacía usar los vestuarios durante meses antes de la filmación para que no se viera recién estrenada, lo que tenía sentido tomando en cuenta que muchos de sus personajes son campesinos japoneses.
Fueron precisamente esos excesos los que lo llevaron a ser uno de los directores más influyentes del mundo y el primer japonés en ganar un premio de la Academia Óscar. Incluso algunos señalan que el premio a mejor película extranjera fue creado para galardonar la innegable genialidad de Rashomon (1950), en ese tiempo, la Academia no había implementado la categoría y lo ofrecía, sin nominados, a un único film. Akira obtuvo también el León de Oro en el Festival de Venecia por esta película, abriendo su filmografía al mundo entero.
Sus mejores películas podrían ser, en una selección corta: Los siete samurais, Vivir, Rashomon, El ángel borracho, The bad sleep well, La fortaleza escondida, Trono de sangre y Ran. Aunque la más famosas corresponden a épicas batallas con sables y dinastías, sus dramas esconden una profunda crítica social a al sociedad nipona.
Akira Kurosawa murió el 6 de septiembre de 1998, como uno de los directores más importantes de todos los tiempos. Películas posteriores se inspiraron en sus modos de hacer cine, La fortaleza escondida se cataloga como una de las principales bases de la saga de Star Wars, los barridos para cambio de escena se popularizaron en Hollywood, Los siete Samuráis influyeron en Los siete magníficos y Yojimbo, The bodyguard a Por un puñado de dólares.