Cuando llegué a vivir a Colombia, la capital seguía sin poder creer que la Policía hubiera matado a tiros al joven grafitero Diego Felipe Becerra. Dos años más tarde dicha infamia aún no tiene justificación alguna. Si tuviera que contarle a un extranjero o un turista qué pasa con los graffiti en Bogotá, les diría que son ilegales y que quienes rompen la ley corren el riesgo de ser asesinados. Sin embargo el mundo cree que en nuestra capital los graffiti son permitidos. ¿Y de quién es la responsabilidad de este malentendido? De nuestro brillante alcalde Gustavo Petro.
Lo he dicho varias veces: Yo no era antipetrista. Cuando escribí el texto de denuncia de Leszli Kalli en contra de la Alcaldía de Bogotá lo hice porque el tema me pareció una infamia. Y sigo pensando igual. Porque el machismo de este país me enferma y lo único que puedo hacer en su contra es denunciarlo. Desde entonces han pasado varias semanas. Tiempo suficiente para que el ilustre Petro siga cagándola y para que en este momento sí me declare antipetrista.
Gustavo Petro es un animalito con demasiado poder, bruto y descarado. He oído varios chismes sobre su vida privada. Algunos los he confirmado y sé que no se sorprenderían si los revelara. ¿Pero qué tiene que ver su vida privada con su profesión? Eso mismo le pregunté una vez a un taxista y el hombre me contestó: “¿Cómo va a poder manejar este caos de ciudad si ni siquiera puede manejar su propia casa?” El hombre tenía razón, toda la razón.
Pero rumores a un lado, lo que a todo el mundo le consta es el descaro con que Petro manejó el gargajo que Justin Bieber plantó en el mural de la calle 26. Esto fue lo que dijo al respecto: “Si ese muchacho hubiera salido solo por las calles de Bogotá y algo le hubiera pasado, la pregunta sería diferente. El efecto en el mundo por no cuidar una figura como esa, hubiera sido perverso para la imagen de la ciudad... Bogotá tiene que cuidar la construcción de su imagen a nivel internacional. Eso significa atracción de riquezas, visitantes y posibilidades. No voy a discutir si lo que hizo fue arte o no. Si la policía lo estaba cuidando, lo hizo bien. …si el dueño del muro le dio permiso pues estaba en su derecho”.
Que alguien me explique, ¿de quién es la responsabilidad de averiguar quién es el dueño de ese muro, y si de hecho el cantante recibió permiso para vandalizar el espacio? A ver si entendí bien: Bieber dijo que quería pegar un gargajo en nuestra ciudad y alguien le consiguió protección de la Policía para que rompiera la ley. Al parecer lo hicieron sin saber si tenía permiso o no, pues Petro, que es la cabeza de esta ciudad, no tiene ni idea quién es el dueño del muro o si le dieron permiso. Eso quiere decir que si el culicagado hubiera dicho que quería coger a pedradas los ventanales de un banco y luego entrar a violar al celador, ¿la policía también lo hubiera acompañado? Digo, porque la prioridad de nuestro maravilloso Alcalde es que el mundo tenga una buena imagen de Bogotá.
No importa que ahora el planeta asegure que los graffiti en Bogotá son legales, a pesar de que aquí se ha asesinado a un grafitero por estar pintando un muro. Todo el planeta conoce lo peligrosa que es nuestra ciudad, para nadie es un secreto. ¿Lo que nuestro Alcalde pretende entonces es engañar? Si cuidamos a Bieber –mientras rompe la ley- el mundo creerá que Bogotá es una ciudad segura. ¿Esa es la idea? Quizá la idea era que la Policía lo protegiera de la misma Policía, la que asesinó a Becerra.
Bieber estuvo en Brasil y allá también le pegó un gargajo a Río de Janeiro. Y esta semana el gobierno brasilero le da una lección a nuestro pseudo Alcalde al hacer público el hecho y condenar al cantante porque lo que hizo fue ilegal. Pero no, para Petro lo importante es la seguridad del cantante, aunque se asegure su bienestar estando escoltado por la Policía de la ciudad mientras comete un acto de vandalismo.
Que si es arte o no es arte, ese no es problema de Petro. Y en todo caso, ¿ustedes vieron la porquería que este niñito hizo? El solo hecho de que el Alcalde mencione el debate es vergonzoso. Su responsabilidad no es hacer un análisis estético del famoso gargajo, su responsabilidad es Bogotá, pero se le fueron las luces, claramente. ¿Qué mensaje tiene Petro para los papás de Diego Felipe Becerra? ¿Que si el joven hubiera sido Justin Bieber entonces no lo hubieran asesinado?
La ley es igual para todos, Alcalde. Es el colmo, es una infamia el mensaje que usted le está dando a los bogotanos y a todo el planeta. Aquí lo único perverso es usted, que no tiene idea de dónde está parado. Muchos medios de comunicación dieron la noticia del supuesto graffiti en Bogotá y todos los que lo mencionaron aseguraron que en Colombia los graffiti son legales. Yo le aseguro que el mundo está orgulloso de las autoridades de Río de Janeiro, pues el mundo ya está harto de las excentricidades de este púber que se pasea por todas partes haciendo lo que se le da la gana sin importar cuáles sean las reglas. No es su responsabilidad educar a Justin Bieber, su responsabilidad es Bogotá y nuevamente usted no hizo su trabajo.
¿Las prioridades de Gustavo Petro? Me han quedado claras.
@Virginia_Mayer
Yo debí ser antipetrista desde el principio...
Jue, 07/11/2013 - 19:54
Cuando llegué a vivir a Colombia, la capital seguía sin poder creer que la Policía hubiera matado a tiros al joven grafitero Diego Felipe Becerra. Dos años más tarde dicha infamia aún no tiene j