Tres Presidentes

Jue, 21/02/2013 - 01:06
Santos: Es obligado comentar el descenso del Presidente en las encuestas de favorabilidad en un año de definiciones como éste. No termino de entender cóm

Santos: Es obligado comentar el descenso del Presidente en las encuestas de favorabilidad en un año de definiciones como éste. No termino de entender cómo fue posible que un hombre al que teníamos por inteligente y astuto, haya escogido pelearse con Uribe después que sus políticas fueran ratificadas en esa votación presidencial que lo ungió como heredero del uribismo, y fue un plebiscito de apoyo al gobierno anterior.

Así muchos columnistas se retuerzan de indignación, Colombia reconoce en Uribe a un líder democrático que detuvo el arrodillamiento de la sociedad ante los violentos y levantó al Estado con tal vigor ante los criminales, que solo entonces la justicia encontró los pecados de las décadas anteriores que había omitido investigar. La torpeza de Santos al agredir y ofender a Uribe es supina. El argumento de la lealtad derrotada es lo de menos, lo inverosímil es: ¿cómo pudo ser tan anti-estratégico para pelear con semejante fenómeno político? ¿Cómo no calculó que Uribe se volvería el titán furioso que ahora lo arrincona? ¿Valía la pena ser “traidor de su clase” como afirmó con picardía el día de su posesión? ¿Valía la pena ofender ese a quien todo le debía, cuya letalidad política era fácil calcular? No. No valía la pena. Estoy seguro que de haberse ahorrado ciertos sesgos ofensivos, Juan Manuel gobernaría con independencia apoyado por Uribe, y podría haber sido aún más trascendente, pues habría consolidado y transformado a Colombia para gloria suya. Pero escogió borrar a Uribe de la historia. Hoy es reconocido como traidor por los uribistas. Y los antiuribistas no tienen cómo defenderlo con las locomotoras paradas, el agro quebrándose, sin política social, con la violencia alborotada, y sumergido en una piscina de anuncios incumplidos en la que se ahoga el gobierno, mientras el salvavidas inflable del proceso de paz se agota entre sus crímenes y ese doble discurso de las FARC, que no han cambiado desde los tiempos del Caguán. El Presidente pasará a la historia únicamente por la torpeza incomprensible de haberse auto-envenenado traicionando a Uribe. Chávez: Imposible ignorar el sainete macabro que han instalado los venezolanos y cubanos que gobiernan la hermana nación. Qué pena en pleno siglo XXI semejante remedo de institucionalidad. No hay derecho a pretender burlarse del mundo así. Y menos que el gobierno colombiano le siga las patrañas a Maduro. Aplazaron la posesión birlando la Constitución que el propio Chávez dictó, ahora dicen haberlo traído a escondidas, publican unas fotos que no se sabe si son falsas o no, y hasta la fecha nadie ha dicho cuál es –o era– la verdadera condición médica del Presidente. No es comprensible que si Chávez aún vive, un Estado cooptado por una isla militarista, parásita y arruinada, produzca esta ópera bufa que raya en lo siniestro, ante las naciones del mundo, y los países y organismos multilaterales se hagan los de la vista gorda. ¡Qué vergüenza! Sería hora que el gobierno de Venezuela recuperara la compostura y le informara al mundo la verdadera suerte de Chávez y el destino de la democracia en esa patria tan cercana a nuestra idiosincrasia y afectos. Correa: Se reeligió el Presidente del hermano Ecuador. Y con justicia. Al margen de cuanto nos choque su facha pendenciera y provocadora cuando se moría de enojo por la operación militar contra Raúl Reyes, el presidente de los ecuatorianos, dándoselas de amigo del socialismo chavista, ha conducido al Ecuador por una senda de progreso que no se parece al desmantelado modelo venezolano. Correa ha modernizado su país, no ha peleado con los grandes capitales que producen empleo y riqueza, y ha adelantado reformas sociales que se notan en la vida de los ecuatorianos mas pobres, en una especie de socialismo desarrollista, novedoso y peculiar que ha dado resultados. Las autopistas inauguradas y en construcción, el nuevo aeropuerto de Quito, y las obras de gran infraestructura se aparejan con asistencialismo en los sectores deprimidos, sin caer en populismos inconvenientes como revertir la dolarización o nacionalizar empresas sin razón como Evo en Bolivia. Lástima que Correa siga coreando vítores a la dictadura disfrazada de Venezuela, y no sea capaz de contener su antipatía obsesiva por la prensa y las críticas de la oposición. De no ser así, quizá, llegaría la inversión extranjera a gran escala que le hace falta al Ecuador para despegar del todo, inhibida en buena parte por esas poses artificiales de socialista trasnochado que en realidad no creo que él sea en su corazón. De otro tema: Qué paradoja, Rafael Nieto empezó una defensa digna y brillante del estado colombiano y del papel de sus FF.AA en la retoma del Palacio de Justicia, no pensó el doctor Nieto que sus argumentos llegarían a la CIDH casi derrotados por virulentos sectores de la prensa de opinión colombiana que parecerían desear la condena del Estado. @sergioaraujoc
Más KienyKe
En entrevista con KienyKe.com, la psicóloga María Paula Peña presentó su libro 'Mi socia la ansiedad', unas páginas que brinda herramientas para el bienestar emocional.
¡Prográmese! Estos son los cierres y cambios en la movilidad por concierto de la legendaria banda.
En Colombia la marcas de moda outdoor son generalmente internacionales, pero ahora se le apuesta a crearla a nivel nacional y este es un excelente ejemplo.
Conozca los detalles de este evento show que conquistará a la capital colombiana en navidad.