SITP, una complicada herencia

Mar, 31/12/2019 - 08:27
En días recientes la licitación para la entrada de más de 2.000 buses al sistema zonal de transporte de la capital quedó nuevamente desierta. Esta es solo una muestra de los graves síntomas que p
En días recientes la licitación para la entrada de más de 2.000 buses al sistema zonal de transporte de la capital quedó nuevamente desierta. Esta es solo una muestra de los graves síntomas que presenta el SITP y que, lejos de mejorar en los últimos cuatro años, se han agravado. Déficit creciendo fuertemente, satisfacción disminuyendo, tarifas elevadas, colados, número de validaciones decreciendo y muchas dificultades para proseguir la implementación, son algunos de los problemas que heredará la siguiente administración. El problema más urgente que hereda la futura alcaldesa es el elevado déficit del sistema, que la actual Administración estima en 1.12 billones de pesos para 2020. Aunque las administraciones siguientes deben aceptar que el componente zonal no podrá estar en equilibrio, las cifras de la diferencia actual entre ingresos y pagos del sistema es grande e insostenible. La reducción del déficit del SITP fue una de las banderas del alcalde Peñalosa al inicio de su administración. En ese momento, el déficit ya alcanzaba una suma de 738 mil millones y esa fue la justificación para aumentar las tarifas del sistema en 33.3% para el componente troncal y en 46.5% para el zonal. Sin embargo, a pesar de estos fuertes incrementos, el déficit no solo no disminuyó, sino que las proyecciones para 2020 apuntan a un aumento de casi 53% en comparación al 2016. El aumento del déficit se debe principalmente a dos factores. Por un lado, la caída constante de usuarios que en el periodo enero-agosto ya superaba el 14% en comparación al 2016, más una evasión que llega al 15%. Por otra parte, el aumento descontrolado de la tarifa técnica, aumentando el diferencial entre lo que paga el usuario y lo que se le paga al concesionario. La actual administración tampoco logró poner a funcionar ningún tipo de mecanismo para recaudar dineros adicionales que ayudaran a paliar el déficit. Por ejemplo, los cobros por congestión no lograron aprobarse y las licitaciones de parqueo en vía no tuvieron proponentes en el proceso. En este periodo, tenemos además tres concesionarios que se liquidaron, Egobus, Coobus y recientemente Tranzit. Para evitar nuevas liquidaciones se firmó en mayo de este año, luego de muchas negociaciones, un otrosí. Sin embargo, seis meses después de la firma de dicho documento parece que solo el Distrito ha cumplido su parte, el número de buses disponibles sigue disminuyendo, las frecuencias no mejoran, pero las remuneraciones a los operadores sí. La satisfacción con el SITP Zonal pasó del 36% en 2016 a 24% en 2019, lo que muestra que subsidiamos un mal servicio. En los próximos años el 14% de la flota zonal deberá ser reemplazada y adicionalmente deberá entrar un número importante de buses nuevos de los concesionarios actuales, será un momento determinante para el sistema. De alrededor de 9 mil buses que debería tener el sistema zonal actualmente, en este momento hay apenas 5.520 buses y 379 por entrar. En otras palabras, la siguiente administración deberá gestionar la entrada de más de 3 mil buses o alternativas para compensarlos. De las pocas buenas noticias de estos años destaco la adjudicación de una concesión para la entrada de 379 buses eléctricos. Sin embargo, el fracaso en la licitación de buses Euro VI, hace un par de semanas, muestra que el modelo en el que se insiste no parece viable. El fracaso en las nuevas concesiones es una oportunidad para cambiar de fondo el negocio del SITP zonal. En un contexto donde los bancos y aseguradoras desconfían del modelo de negocio, la única forma de sacar adelante el sistema parece ser con mayor compromiso por parte del Estado. La actual Administración nunca quiso evaluar la posibilidad de un operador o proveedor público por cuestiones ideológicas, pero no parece haber muchas alternativas para salir adelante. Hay un modelo intermedio en el cual el Estado toma parte del negocio como proveedor y concesiona la operación a un privado. Este esquema se ha usado con mucho éxito en ciudades como Singapur y en Perth (Australia). La ciudad podría conseguir mejores tasas de interés, plazos más laxos, mejores precios de buses y en especial aseguramiento, que hoy para los privados no parece posible. Incluso podría aumentar significativamente la cantidad de buses eléctricos y prescindir de los buses diésel en las nuevas flotas.
Más KienyKe
En las últimas horas se dio a conocer que el Estado había intervenido a EPS Coosalud con 3,2 millones de afiliados.
Pocos recuerdan el paso de Greeicy Rendón por 'La Pola', la histórica producción colombiana.
Se acercan las fiestas decembrinas y la de fin de año de la empresa no puede ser algo que se organice a último momento. Aquí algunos tips.
Conozca las aplicaciones que permiten mejorar la eficiencia energética, sostenibilidad y el confort en distintas zonas climáticas del país.
Kien Opina