Cada día en la Avenida Boyacá con el Canal Juan Amarillo se cruzan miles de ciclistas, que van desde Suba hacia el centro de Bogotá. Es tal el nivel de congestión, que hay trancón haciendo fila de ciclas para cruzar el puente peatonal. Cada vez son más los bogotanos que usan una bici, regularmente para transportarse.
Más de 600 mil capitalinos diariamente utilizan la bici para dirigirse a su colegio, universidad o sitio de trabajo. Sin embargo el potencial podría ser de 2 millones de bogotanos , los mismos que cada fin de semana asisten a la ciclovía recreativa. Qué bueno sería que muchos de ellos,en semana, también usarán su bici como medio de transporte.
Bogotá es la capital latinoamericana de la cicla con una red de más de 460 km de rutas exclusivas. Con el fin de incrementar el uso de la bicicleta en Bogotá, se requiere más infraestructura de ciclorrutas, garantizar la seguridad personal y vial, implementar parqueaderos y mejorar la calidad del aire. Adicionalmente es necesario innovar en cicloparqueaderos y que el Transmilenio y el SITP pudieran tener espacio para llevar bicis.
A nivel mundial se han puesto de moda los sistemas públicos de préstamos de bicicleta. Por ejemplo son famosos el CITIBIKE en Nueva York, el VELIB de Paris, las bicicletas libres en ciudades chinas. De hecho, Medellìn cuenta con un sistema público de bici llamado EnCicla.
En este esquema los ciudadanos encuentran bicis en unas estaciones ubicadas en diferentes sitios de la ciudad, en algunos casos se arriendan con la tarjeta de crédito o en otros, se toma gratis con una suscripción previa. Estos sistemas permiten que los ciudadanos después de terminar el viaje en metro , tomen la bici pública para hacer su tramo final más rápido o divertido.
Está demostrado que una oportunidad así, hace que más mujeres, adultos mayores o personas que regularmente no hacen ejercicio se suban al caballito de acero.
En la ciudad ya hay varios centros comerciales que tiene sistemas de bicis públicas para los vecinos/compradores. A la vez, empresas privadas y universidades tiene estaciones de bicis para que sus empleados las usen a las horas de almuerzo, para hacer diligencias o inclusive llevárselas a la casa y retornarlas al dìa siguiente.
Es inconcebible que Bogotá hubiera acabado con el sistema público incipiente que tenía, sin ninguna evaluación.La administración de Petro dejó un contrato emproblemado para tener 10 mil ciclas públicas que no se ha podido implementar.
El Alcalde Peñalosa ha señalado que Bogotá podría tener una sistema público de bicis, pero ha colocado como prerrequisito que la ciudad no tenga que invertir un peso en su puesta en operación y manejo.
Dicha condición si es posible de cumplir pues ya hay una alianza público-privada presentada que se financia con publicidad exterior. De hecho, en San Francisco y en algunas ciudades en China funciona un sistema que usa un aplicativo en el celular para encontrar bicis públicas y libres para tomar y dejar en cualquier parte. Este sistema se autofinancia con la publicidad en vallas y con mensajes comerciales en los teléfonos móviles.
En adición a la ya más extensa red de ciclorrutas que llegaría a casi 600 km en esta administración, Bogotá podría ser pionera con un sistema público de préstamo de bicis, debería tener una base de por lo menos 10 mil ciclas para uso de los ciudadanos. Dicho esquema tendría que esta articulado, eso si, con los servicios gratuitos de ciclas de los centros comerciales y otras entidades.
Montar en bici es bueno para la salud del ciclista, bueno para una mejor movilidad de la ciudad y bueno para tener menos contaminación, es decir es beneficioso para el planeta.
Ahora con todos estos atributos del caballito de acero y su uso adecuado, me pregunto, porqué no tenemos un sistema público de préstamo de bicicletas en la ciudad?.
