Iván Duque le dijo a Vargas Lleras que se durmió como copiloto del avión de Santos, que iba en picada, pero la verdad es que mantuvo los ojos muy abiertos, porque estos nietos de ex presidentes, que combinan, igual que las FARC, todas las formas de lucha por el poder, son dos gotas de agua de la oligarquía cachaca.
Se creen herederos exclusivos de la presidencia y no permitirán que unos patihinchaos, -según el Bogotálogo- les ganemos en la contienda democrática, así que están construyendo el fraude, una de sus formas de lucha, ya probada por ellos con éxito, juntos, como presidente y vice, en su victoria contra Zuluaga y luego en su victoria contra la victoria del NO. El abolengo no se improvisa.
Su objetivo es Duque, porque es el único de los candidatos que revisará los acuerdos con las FARC y el único que podría llevar a Santos a la cárcel por el derroche inmisericorde de nuestro presupuesto, incluyendo el pago del Nobel que le compró a Noruega y la venta de ISAGEN por debajo de su precio, tres meses antes de declararse la emergencia energética.
Santos no quiere correr semejante riesgo y tiene, sí, o sí, que apoyar a uno de dos candidatos: a Petro que es la reencarnación de las FARC o a Vargas Lleras que es su propia reencarnación, pero el primero la embarra con su odio de clases; su confesa admiración por Castro y Chávez y su discurso que amenaza la iniciativa de inversión privada, pues como buen socialista, usurpará la riqueza nacional para administrarla con exclusividad, hasta que lamba el plato. Venezuela lo sabe.
Vargas Lleras también la está embarrando con los coscorrones de su ira congénita, pero sus críticas a Santos no son de rabia, sino intentando que olvidemos que fue su compa en los desastres del cuatrienio. Es el candidato perfecto para la continuidad del gobierno y cocinan su menjurje en varios fogones:
a) el de la Registraduría, que jura y rejura transparencia, pero hasta las sospechas se votan en fotocopia, b) El del dinero del narcotráfico de las FARC, que es uno de los demonios liberados por los acuerdos; c) el de la mermelada, cuyas untadas tienen garantía de efectividad; d) el de la operación servidores públicos, para que doblen la cerviz so pena de perder el puesto y e) el de los gobernadores y alcaldes constreñidos por Santos con los contratos paz, que constriñen a su vez a sus contratistas y estos a sus trabajadores, para que voten por Vargas Lleras.
Con esa estrategia en la licuadora política, confían en la victoria canalla de hacer que el candidato de ínfima popularidad sea la continuidad del gobierno de ínfima popularidad, pero no hay que olvidar que el 2 de octubre la plata, la corrupción, la fuerza y el poder, fueron vencidos por el pueblo y el 27 de mayo volveremos a vencer, para impedir que siga el gobierno de Santos en Fotocopia.
A ganar con Duque en primera vuelta
Santos y Vargas Lleras: trampa al fogón
Vie, 27/04/2018 - 05:20
Iván Duque le dijo a Vargas Lleras que se durmió como copiloto del avión de Santos, que iba en picada, pero la verdad es que mantuvo los ojos muy abiertos, porque estos nietos de ex presidentes, qu