Pa’ que se acabe la vaina entre el Senador Jorge Enrique Robledo y el Ministro de Agricultura Rubén Darío Lizarralde, y entre la Contralora Sandra Morelli y el Fiscal Montealegre, el Congreso debería tramitar con urgencia una ley que prohíba a los funcionarios públicos ejercer sus funciones si tienen algún impedimento.
En el tropel del ministro de la cartera agrícola con el senador del Polo, los grandes damnificados son los productores del campo, porque no tendrán la legislación adecuada, los programas y los recursos de inversión para solucionar a tiempo los problemas de falta de competitividad de sus negocios. El Senador Robledo peca por el exceso de entorpecimiento del desarrollo agropecuario del país. Es el senador NO. No propone nada. El ministro Lizarralde por su parte, se dejó meter en el juego sucio de las chuzadas para desprestigiar al Senador y salió mal parado.
Este bochornoso espectáculo es consecuencia de la falta de gerencia de Palacio. Primero designan a un ministro que durante tres años se dedicó a pelear con los gremios de la producción y los empresarios del campo. Ni siquiera fue capaz de sacar adelante el programa de restitución de tierras. Para terminar de fregar el campo, el Gobierno en un pacto clientelista, le entrega a los hermanos godos las entidades claves (Incoder, ICA y Banco Agrario) para el desarrollo rural. Parecen vainas de Gabriel Silva, el mismo que se bebió la Federación de Cafeteros y la Embajada en Washington. El que es capaz de quebrar hasta un peaje.
Si el Concejo de Ministros resuelve la recusación a favor del Senador Robledo, al ministro Lizarralde no le queda otro camino que el de renunciar. Sería su mejor decisión, no sea que más adelante le toque gastarse sus ahorritos en abogados para defenderse de las denuncias que se le vienen encima ante la Contraloría, Procuraduría y Fiscalía.
Entre tanto la pelea entre la Contralora Sandra Morelli y el Fiscal Eduardo Montealegre se ha convertido en un problema muy grave para nuestras instituciones. Son graves las denuncias de la Contralora contra el fiscal Montealegre por presuntamente haber recibido honorarios de Salucoop, por concepto de asesorías, estando ejerciendo como fiscal. Por su parte, las investigaciones que adelanta el Fiscal contra la Contralora Morelli, por unas supuestas interceptaciones (chuzadas) a unos periodistas, así como el polémico arrendamiento de la nueva sede de la entidad, cuyo arriendo excede los 2.500 millones de pesos mensuales, dejan un manto de dudas sobre estas actuacciones. Todo esto ya parece Macondo y claramente entre ese realismo mágico no habrá ganadores.
El juglar Emiliano Zuleta Baquero en una piqueria con Lorenzo Morales le cantó este verso “Me lleva él, o me lo llevo yo, pa’ que se acabe la vaina….” La vaina en esta pelea a muerte, es que quien pierde es Colombia.
P/D: Las 600 toneladas de papas que el Gobierno compró en Boyacá y Nariño para atajar el paro de los campesinos, fueron a parar a las poblaciones de la Región Caribe. Increible que el presidente no sepa que a los costeños nos gusta es la yuca y ñame. Contralora, esa platica se perdió.
@indadangond
Pa’ que se acabe la vaina
Lun, 18/11/2013 - 14:51
Pa’ que se acabe la vaina entre el Senador Jorge Enrique Robledo y el Ministro de Agricultura Rubén Darío Lizarralde, y entre la Contralora Sandra Morelli y el Fiscal Montealegre, el Congreso debe