En un reciente viaje a Colombia, invitado por KienyKe.com, para participar como panelista en su segundo Festival de los Sentidos, que en esta ocasión sirvió de base para promover el Premio Nacional del Periodismo digital que otorgará Kienyke.com en sus diversas categorías, quince, si mal no recuerdo, tuve la ocasión de conocer, no a vuelo de pájaro sino más concretamente a rueda de metro, una ciudad de la que tanto había escuchado como un excelente ejemplo de gestión municipal.
Mi percepción fue superior a la que tenía en mente, ya que la realidad me mostró una ciudad impecablemente limpia, con un excelente servicio de transporte público que le facilita a sus pobladores, aún en el tope de los cerros, por medio del metrocable, un acceso fácil y oportuno a su desplazamiento por la ciudad.
Pero más allá de lo que pude ver en tan breve tiempo, escuché cómo había sido la transformación de la ciudad en la que los diversos alcaldes que la habían administrado fueron capaces, no sólo de contribuir a las mejoras que cada uno emprendió durante su gestión, sino que además, tuvieron el talento y la inteligencia de completar lo que sus predecesores habían iniciado.
Otro aspecto interesante de lo que se está llevando a cabo en el departamento de Antioquia, según pude escuchar en las intervenciones que hizo el gobernador de esa entidad durante el evento, fue cómo haciendo un uso inteligente del Internet han logrado alcanzar la meta de erradicar el analfabetismo en esa provincia e incluso facilitar a los trabajadores que puedan cursar el bachillerato electrónicamente, sin tener que asistir después de sus labores a algún liceo nocturno. Eso, evidentemente, es un logro que mejora la calidad de vida.
Ojalá, en la etapa de reconstrucción que más temprano que tarde tendremos que acometer en Venezuela, entendamos que para hacer nación se requiere, no solo de una buena gestión pública, sino sobre todo de continuidad y, así como fue posible transformar a Medellín, lo hagamos en muchas ciudades de nuestro país.
