No basta con contar con un buen balompié en Colombia, y una cada vez más reconocida selección, es necesario que su dirigencia sea honesta, para que el juego limpio dentro y fuera de la cancha se imponga como un imperativo ético, deportivo e incluso estético. Siempre será más difícil tener mejores futbolistas integrales sin dirigentes honestos. Más aún, estaremos más lejos de contar una sociedad integra, si el deporte que le sirve de referente cultural no lo es ni a nivel nacional e internacional.
Las modalidades de corrupción se nutren de muy variadas prácticas cada vez mas sofisticadas y refinadas, el deporte no es la excepción, recientemente no acabamos de salir de los escándalos en el ciclismo internacional, los dopajes constantes, pero el tema del fútbol ha demostrado irrumpir en escenarios claramente distintos no solo en el escenario nacional donde ya se sabe de los nexos de carteles de la droga con equipos del balompié criollo, compra de árbitros y resultados, fichajes y una amplia suerte de operaciones de lavados de activos y enriquecimiento ilícito alrededor de transferencias de jugadores amañadas y puramente especulativas.
Antes de celebrarse la última copa América en Chile, ya se había anunciado por parte de la Fiscal General de los Estados Unidos que directivos de la Confederación Suramericana de Fútbol, y en particular la Federación Colombiana de Fútbol, que se sabía presidida por Luis Bedoya, había recibido cerca de 7.5 millones de dólares por cuenta de la compra de derechos deportivos de varias copas América.
Frente a tales acusaciones de público conocimiento, que aparecía en serios y muy reconocidos medios internacionales, llamaba la atención que la prensa deportiva nacional poco y nada se ocupaba del asunto. La Fiscalía General de la Nación hacía lo propio, razón por la cual la Red de Veedurías, Red Ver, formuló la denuncia respectiva, la cual tuvo enorme impacto internacional, no asi tanto en los medios nacionales.
La ruta del dinero
La respuesta de la Interpol fue sorprendentemente inmediata, sostuvimos de inmediato una reunión donde sugerimos un plan metodológico de investigación el cual refería especialmente a indagar los bienes y propiedades de Luis Bedoya y su esposa, Martha Herrera, así como los de la Federación Colombiana y sus directivos, especialmente en relación con los dineros investigados por corrupción en la FIFA, donde la Fiscal Americana había emprendido la purga más grande en la historia del balompié universal, poniendo números directivos mundiales a buen recaudo de las autoridades y tras las rejas…mientras la Fiscalía General de nuestro país simplemente decía que había que esperar que pasaba en Estados Unidos…
Los numerosos bienes por valor superior a los 8.000 millones de pesos que reveló Semana.com en cabeza de Martha Herrera, la esposa de Luis Bedoya,- con lo cual el caso del Gobernador Álvaro Cruz y su esposa Zoraida Barragán, se hacen cada vez más trágicamente parecidos: corrupción en pareja- fue puesto en conocimiento de la Fiscal de los Estados Unidos por parte nuestra, dado que para la Fiscalía colombiana parecía no interesarle en absoluto el tema, y solo hizo una referencia para decir que investigaba si el nombre de la misma era el que aparecía relacionada en inversiones presuntamente ilegales en el exterior con Forex por lavado de activos cerca de 250 mil dólares, junto con el de familiares de esta.
Luis Bedoya no renunció…” lo renunciaron”
No obstante que la Fiscalía colombiana poco hizo para investigar efectivamente uno de los casos de corrupción deportiva más relevante a nivel trasnacional, lo que le permitió a Bedoya mantenerse al frente de la Federación, tuvo que “renunciar” antes del partido de nuestro seleccionado contra Chile – donde el propio presidente de la Federación Chilena, por el temor de ser capturado tampoco asistió, y pidió una licencia- pues era inminente la orden de captura contra el dirigente colombiano, quien no esperó siquiera el partido contra Argentina.
Pese a la lentitud de las autoridades colombianas, el avance de las investigaciones internacionales y de las revelaciones domesticas vienen dándonos la razón, Bedoya “estaba untado hasta el cuello” y en materia de corrupción abre un capitulo que ojala sirva para depurar ese deporte no solo en lo internacional sino en lo nacional, donde poco y nada se ha avanzado más allá de escaramuzas aisladas frente al lavado de activos nacionales y relaciones con capos del narcotráfico y carteles de la mafia colombianos.
@pablobusanc
reddeveeduriasdecolombia@redver.org
Luis Bedoya: tarjeta roja por juego sucio
Dom, 15/11/2015 - 09:57
No basta con contar con un buen balompié en Colombia, y una cada vez más reconocida selección, es necesario que su dirigencia sea honesta, para que el juego limpio dentro y fuera de la cancha se im