Para comprender el posacuerdo o posconflicto colombiano, ambos conceptos utilizados por la academia y por la opinión púbica para entender lo que pasa y pasará después del acuerdo de la habana, hay que empezar diciendo que el conflicto armado en el país no ha terminado con un acuerdo.
Por lo contrario, este tratado, mal implementado, destapó más problemas a la seguridad debido a la ampliación de los servicios delictivos de las bandas criminales, conocidas hoy día como GAO y GDO. Sumándole, una premisa a la cual le he dedicado tiempo y mucha lectura: la ausencia de empoderamiento en las regiones expresada en la falta de confianza institucional, razón suficiente para entender la propagación del conflicto armado y que a veces, por no decir siempre, no responden solamente a una concepción de la gobernabilidad, la política o la ideología. Quizá sea más cuestión de la cultura y la educación.
Por tal razón, los medios no logran entender la dinámica multifuncional de la seguridad cuando se presenta una amenaza a la seguridad nacional. Me explico, los eventos noticiosos que resaltan amenazas a la seguridad son tan generales y poco profundos como sus titulares mismos. Y para comprender de mejor manera lo que vivimos hoy día, y así mismo poder expresar de manera profunda los diferentes problemas nacionales que abarcar un posacuerdo, hay tener una visión multidimensional de la seguridad.
Hay que saber que todo proceso social, económico, ambiental, político y cultural, tiene un sentido amplio de la seguridad. A esto se le conoce como la seguridad multidimensional, donde se busca, entre otras cosas, tener un espectro mucho más amplio para contrarrestar amenazas a la seguridad nacional mediante la acción unificada del Estado, que palabras más palabras menos, es la capacidad de actuar interinstitucionalmente, donde la cooperación entre entidades gubernamentales logra atacar de manera sistemática, los problemas que se dan con respecto a la seguridad.
Sin embargo, creo profundamente, que no hemos podido entender el sentido multidimensional de la seguridad ni la acción unificada para poder implementar un posacuerdo desde un sentido integral. ¡Estamos parados en un castillo de naipes!
Nos narraron una paz deseable y anhelada, pero con múltiples problemas tanto de implementar como para consolidar. Por ejemplo, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en esa búsqueda de establecer un sentido cultural basado en una justicia restaurativa, no ha hecho más que cuestionar el mismo conflicto desconociendo la gravedad de los hechos y cambiándolos por tan solo la verdad, verdad narrada en una audiencia publica o privada, como si esto fuera tan solo la solución para cambiar la cultura de la seguridad y la restauración de los derechos de las víctimas. Algo así como cambiar homicidios, masacres, secuestros, cautiverios, violación sexual, y miles más, por contar una verdad, que muchas veces, narra como se hizo cada uno de estos hechos. Pero ¿así no más?
Cabe resaltar también, en el mismo sentido de la paz, que no ha existido un empoderamiento en las regiones desde la firma del acuerdo. La seguridad y la Defensa como sustento del desarrollo, porqué sí que tiene que ver aunque no lo vean, no ha podido ser el garante principal para garantizar un acuerdo estable y duradero.
Los espacios vacíos en diferentes municipios del país no pudieron ser cooptados por nuestras Fuerzas Militares, ya que, dentro del mismo acuerdo, se estableció zonas especiales donde iban a estar a cargo de Naciones Unidas ¡Gravísimo error! pues nunca se tuvo el control territorial y mucho menos el institucional como se pretende tener hoy. Para que lo puedan ver mejor, pueden consultar el Plan Victoria plus, el Plan Bicentenario y la Política de Seguridad y Defensa.
Por lo tanto, podemos ver que el posacuerdo ha hecho que los GAO y los GDO, siembren instancias de Estado en las regiones ¿Cómo así? Pues si, estos grupos criminales, han hecho la labor de Estado en diferentes ámbitos. Son la Justicia, la Política, la Cultura, la Economía y la Educación al mismo tiempo. ¿Cómo la ven ustedes? La paz nos dejo un país con vacíos y muy grandes, que seguramente en tres años no se solucionaran.
Y para añadir, tenemos una paz donde el firmante del acuerdo es Partido Político y Grupo Armado Organizado. ¡Excelente forma de hacer política! No cambiaron en absoluto su pensamiento ideológico Maoísta-leninista donde era primordial tener una parte armada y otra haciendo política. Les salió perfecto el plan, eso si, con ayuda de varios políticos del gobierno pasado.
Ahora yo me pregunto, ¿Se ha hecho trizas el acuerdo por un sentido político? No lo creo. Pues se vuelve difícil implementar problemas sobre problemas, no se puede llevar retroceso, dificultades, desafíos y retos a las regiones mediante una narrativa de paz inestable y condescendiente con los victimarios. Si se quisiera avanzar en un posacuerdo, se debe entender el dinamismo de las regiones, se debe implementar una seguridad multidimensional, se debe generar políticas publicas integrales, y en mi opinión, esas que tanto se dejan de lado, la educación y la cultura. Cambiemos el tejido social en las regiones, hagámoslos más colombianos, más nación, más país. Paz con legalidad.
Entendiendo el posacuerdo
Mar, 18/02/2020 - 12:24
Para comprender el posacuerdo o posconflicto colombiano, ambos conceptos utilizados por la academia y por la opinión púbica para entender lo que pasa y pasará después del acuerdo de la habana, hay