Ya publicada la lista a Senado del Centro Democrático (CD), terminaron las especulaciones sobre el futuro de Uribe. Se necesita no conocerle para afirmar que no va a posesionarse o que renunciará después de conseguir las 40 curules que, me atreví a vaticinar en ésta columna hace un año, para esa bancada que será mayoritaria en la cámara alta.
Si el pronóstico se da, el CD será determinante en el debate presidencial, y dos escenarios pueden proyectarse:
Para hacer posible el primer escenario, Carlos Holmes Trujillo y Oscar Iván Zuluaga tendrían que desmarcarse del esquema de “sesión solemne” en el que los vemos siempre, detrás y al lado de Uribe. Si no, jamás remontarán a Francisco Santos quien adelanta una campaña bien asesorada, independiente, coherente, que evita dar la sensación de ser un apéndice de Uribe. Por eso le está yendo mejor, a pesar de ser el menos preparado, el más impetuoso e impredecible, y el menos fiable de los precandidatos.
Si encienden su luz propia, pachito se irá desinflando, teniendo en cuenta que ostenta la mayor “imagen negativa” de los tres, y que vistos por separado, la indiscutible superioridad intelectual de Trujillo y Zuluaga crecerá ante los votantes.
En ese escenario, a pesar de que Zuluaga lleva meses de ventaja, y gozaba -antes de pedir la renuncia a Jose Obdulio- del favoritismo entre los “furibistas del ceroporciento”, preveo que el instinto de conservación moverá al uribismo hacia Carlos Holmes Trujillo. No es difícil entender que Pachito es el candidato uribista al que Juan Manuel Santos prefiere enfrentar, pues se simplifica la escogencia entre un Santos "probado" y un Santos "loquito", y las encuestas señalan ese camino al presidente, que molería a Francisco.
El despliegue "pachista" en la prensa bogotana, no es eficiencia mediática de Pacho, sino impulso soterrado de Juan Manuel para "ayudar" al que mas le conviene.
Si Oscar Iván Zuluaga consiguiera superar el autogol que se hizo, y retomara su opción, o si Carlos Holmes se pellizca y activa su chispa, cualquiera de los dos que consiga ganarle a Francisco pondrá al Centro Democrático a debutar ante la historia pasando a segunda vuelta y seguramente derrotará al presidente en su aspiración reeleccionista.
Por eso resulta incomprensible que entre los altos heliotropos del uribismo se siga murmurando la “necesidad” de pensar en Peñalosa, o excluir a José Obdulio de la lista a Senado para no disgustar a Pastrana, con miras a traer a Luis Alberto Moreno o al exalcalde, en vez de quienes ya están, cuando por lo menos dos de ellos poseen el mismo –o mejor- nivel que los añorados.
Esta injusticia con Zuluaga y Trujillo pudo originarse en haberles obligado a presentarse en paralelo con Francisco Santos, quien no es percibido como una opción razonable entre la mayoría de los votantes, con lo cual, esa tripleta, a pesar del peso intelectual de los exministros, se ve caricaturesca, exactamente como una película con Clint Eastwood y Robert Redford, en cuyo elenco incluyeran a “Suso el Paspi”.
Si Francisco Santos hubiera querido prestarle un gran servicio al uribismo, debió encabezar la Cámara en Bogotá, donde el “mamertismo” pulula y su nombre habría podido elegir al menos 5 escaños; o reservarse para hacer, igual que Lucho y Petro, cursillo de administrador como alcalde. Eso era lo políticamente lógico y proporcionado...
En el segundo escenario todo seguiría como va y Pachito ganaría la postulación presidencial del CD en la consulta de marzo. En tal caso, la bancada tendrá que girar un cheque en blanco para entregarlo a quien pase a segunda vuelta (ahí sí Navarro o Peñalosa) pues no será el candidato del CD, toda vez que un crecimiento suficiente en favorabilidad, resultaría imposible al ex vicepresidente, que arrastra una percepción negativa demasiado alta en todos los sondeos de opinión.
El Centro Democrático se limitaría a coadyuvar en la elección de quien derrote a Juan Manuel Santos, en una alianza programática de gobierno, muy al estilo de las democracias europeas. Y se elegiría un gobierno de coalición, en el que la bancada del CD mandará desde el legislativo, con lo cual el nuevo presidente va a tener un margen de maniobra y gestión muy distinto al que han gozado los mandatarios de los últimos dos siglos. Será bueno para Colombia.
Del mismo tema: Ojalá la renuncia de Juan Carlos Vélez no termine saboteando el mecanismo legítimo y serio de la consulta. Ojo, que apenas van 5 de los 90 minutos del partido. ¡Sería Sepúku!
@sergioaraujoc
El candidato del Centro Democrático
Jue, 26/09/2013 - 04:31
Ya publicada la lista a Senado del Centro Democrático (CD), terminaron las especulaciones sobre el futuro de Uribe. Se necesita no conocerle para afirmar que no va a posesionarse o que renunciará de