A raíz de la decisión de la Honorable Corte Constitucional por medio de la cual se revivió el Consejo Superior de la Judicatura, mucha gente concluyó dos cosas: este Consejo tiene las 7 vidas del gato, una; la otra es la necesidad de convocar a una Constituyente para reformar a la Justicia, porque las autoridades judiciales no van a permitir del Congreso ninguna modificación que no se haga de acuerdo con ellas.
Lo mismo dice mucha gente sobre el Congreso. Que no se va a auto reformar, porque no le conviene. Hasta la propia Justicia pidió una Constituyente, en boca del Consejo Judicial Nacional, cuando comenzó la discusión en el Congreso del “Equilibrio de Poderes”. Los Uribistas también quieren Constituyente. Las Farc en La Habana han dicho lo mismo. Según su interés, muchas personas y organizaciones han hablado de una Constituyente. Yo mismo lo digo hace dos años, porque creo que está llegando la hora de que los colombianos actualicemos nuestro Constitucionalismo.
La actual Constitución fue moderna y avanzada para su tiempo. En ella se crearon condiciones para lograr la paz, se creó un Estado Social de derecho, laico, incluyente, democrático, participativo, ecológico, pluralista, con nuevas Instituciones, un Estatuto para todos. Pero vivimos otro momento. Con decirles que en esa época no había Celular ni Internet ni Twitter ni Facebook ni WhatsApp ni Instagram ni Google, todo el mundo entiende. No han pasado sino 25 años, pero los adelantos tecnológicos han sido tan extraordinarios, que el mundo cambió.
Además, el Congreso de la República ha modificado la Constitución más 40 veces. Y las reformas que se vienen por razón de los Acuerdos de Paz, serán numerosas y fundamentales. La Constitución del 91, en poco tiempo, va a ser una colcha de retazos. Lo dicho es suficiente para que tengamos una Carta democrática, actualizada, pluralista, incluyente, igualitaria, garantista, que defienda la naturaleza y asegure un ambiente sano, en fin, que recoja las nuevas tendencias del país y del mundo en diferentes órdenes, las cuales, por pedacitos. van incluyéndose en nuestro ordenamiento legal.
No planteo una Constituyente para los Acuerdos con las Farc, sino después de ellos y del Plebiscito, cuando en dos o tres años “se hayan calmado las aguas” y estemos listos, de verdad, a gozar la convivencia y a tener una paz perdurable, con seguridad, transparencia y auténtica democracia.
¿Cómo nos aseguramos de que se va a realizar? Es la oportunidad del Gran Acuerdo del que todos hablamos sabiendo que nunca se va a realizar. Sobre una Constituyente elegida popularmente si nos podemos poner todos de acuerdo. Podría concretarse en el Plebiscito. O en un gran Acuerdo Partidista y Cívico en el que se comprometan, además, candidatas y candidatos al Congreso y a la Presidencia para el año 2018. O en un Acuerdo del actual Gobierno con el Congreso para definirla desde ahora. Hay tiempo y hay formas distintas. Si hay voluntad, se hace. Que se puede, ¡se puede!
¿Constituyente? Que se puede. ¡Se puede!
Dom, 05/06/2016 - 10:15
A raíz de la decisión de la Honorable Corte Constitucional por medio de la cual se revivió el Consejo Superior de la Judicatura, mucha gente concluyó dos cosas: este Consejo tiene las 7 vidas del