Hace cuatro años, a escasos días de realizarse la primera vuelta de la elección presidencial, las principales firmas encuestadoras vaticinaron un empate técnico entre Juan Manuel Santos y Antanas Mockus. Las más generosas pronosticaban una ventaja del hoy presidente de no más de dos puntos sobre su inmediato contendor. El resultado de las elecciones fue bien diferente. El presidente superó al candidato del Partido Verde por más de 3 millones de votos, y el empate, o la ventaja de uno o dos puntos que se pronosticaba en su favor, quedó convertido en 25 puntos de diferencia. El exalcalde de Bogotá alcanzó el 21 por ciento de los votos depositados en la primera vuelta superando una cifra de 3 millones 100 mil votos, mientras que Santos obtuvo poco más de 6 millones 750 mil votos, el 46.5% de la votación. Muy poco le faltó para hacerse a la Presidencia de la República en una única vuelta electoral.
Hoy, el panorama es bien diferente al de hace cuatro años. Juan Manuel Santos llega al inicio de la campaña con una imagen favorable superior al 50 por ciento. Y si bien es cierto, no cuenta con el apoyo de Álvaro Uribe, también lo es que además de la fuerza del Partido de la U, el actual presidente cuenta con dos apoyos que en la pasada elección estuvieron en su contra: el Partido Liberal y Cambio Radical. Los tres partidos que hasta ahora conforman la coalición para la presidencia son una potente herramienta que sin duda alguna jugará a favor de Juan Manuel Santos. El liberalismo y la U encabezan las preferencias entre los votantes y Germán Vargas con Cambio Radical viene trabajando como el mejor aliado de la causa reeleccionista. Para no mencionar a los conservadores que apoyan la reelección. La conformación del Comité Político de la campaña muestra que a pesar de las diferencias propias de los avatares políticos del debate electoral de congreso, esa causa cuenta con un equipo sólido que tiene una única agenda para la elección presidencial: el triunfo de Santos, ojalá, en la primera vuelta. El gobierno tiene unos resultados que mostrar y eso juega en su favor. Además, Santos se crece en las campañas y la experiencia en estos temas vale, y bastante.
Por el lado del Centro Democrático los vientos de división soplan cada vez con más fuerza. Francisco Santos ha manifestado públicamente que Oscar Iván Zuluaga no conquistó lo que ellos mismos denominan “el corazón uribista” y que llegó la hora de buscar nuevas alternativas. El daño está hecho, y ya las últimas encuestas ubican al exministro de Hacienda con una intención de voto por debajo del 10 por ciento, mostrando una tendencia de caída libre que nadie sabe en donde encontrará piso.
Por el lado del Partido Conservador, Marta Lucia Ramírez anda defendiendo los resultados de la convención y argumentando que lo que allí sucedió es la expresión de las bases del partido. Las últimas encuestas la contradicen, pues tan solo el 24% de quienes muestran simpatía por el partido la acompañan. El 35% de los conservadores está con Santos y el otro 50% está regado entre los demás aspirantes o indeciso. A lo anterior se suma el hecho de no contar con el apoyo del grupo mayoritario de la bancada parlamentaria.
Bien diferente a lo que aconteció hace cuatro años. La consulta popular conservadora alcanzó cerca de 2 millones 500 mil votos, logrando Noemí Sanín alcanzar cerca de 1 millón 200 mil votos. Pero a pesar de esta supuesta favorable situación, en el transcurso de la contienda estas cifras se convirtieron en 890 mil votos, ubicando a Noemí con el 6% de los votos.
Por el lado de los Verdes, la consulta entre Antanas Mockus, Lucho Garzón y Enrique Peñalosa obtuvo unos resultados de participación que nadie esperaba y sirvió para disparar en pocos días la candidatura del exrector de la Universidad Nacional. Era un partido novedoso, que venía de una muy fresca campaña electoral que contaba con la buena conexión entre su candidato y los ciudadanos, sobre todo los jóvenes. Todo estaba en su favor. Muchos medios se convirtieron en cajas de resonancia de la Ola Verde y las encuestas empezaron a marcar en su favor. Mockus es un fenómeno difícil de repetir, sobretodo ahora cuando la alianza ha mostrado serias fracturas entre los verdes y los progresistas. Y menos cuando el propio Mockus ha dicho que no se siente obligado a apoyar a Peñalosa.
La izquierda, también está dividida. El Polo y Petro partieron cobijas. Y a eso se suma la presencia de la UP con su candidata Aida Abella.
Visto este panorama, ¿será fácil que surja un fenómeno como Antanas Mockus?
¿Logrará Martha Lucia superar la votación de Noemí Sanín?
¿Podrá Clara López sumar más votos que Gustavo Petro hace cuatro años?
Cuando respondan esas preguntas, ustedes mismos concluirán si es posible y realista que Juan Manuel Santos gane en la primera vuelta. Y esta foto apenas es el punto de partida. La campaña apenas comienza.
Así arranca la campaña
Jue, 13/02/2014 - 06:17
Hace cuatro años, a escasos días de realizarse la primera vuelta de la elección presidencial, las principales firmas encuestadoras vaticinaron un empate técnico entre Juan Manuel Santos y Antanas