Tras una breve pausa y un sorbo de agua, la entrevista entre Adriana Bernal y Yeison Jiménez continúa. Es en este momento en el que nuestra directora le abre paso a una sección del programa, donde el entrevistado escoge una carta dentro de varias que están sobre la mesa; allí la persona debe dar su opinión dependiendo de la palabra que aparezca.
“Yeison, tomas una carta y la muestras a la cámara, cualquiera que saques, das tu opinión sobre la palabra que te salga. Lo primero que se te venga a la mente”, le explica Adriana Bernal a Yeison Jiménez.
Colombia profunda, las amarguras y la espiritualidad
La primera carta que toma Yeison es Colombia Profunda, sobre esta palabra en particular, el cantante de música popular ahonda en el potencial que puede tener el país en diferentes aspectos, pero que terminan siendo desechados por falta de oportunidades.
“Yo he estado en un poco más de 22 países alrededor del mundo. Colombia tiene un potencial que da rabia ver como lo pisotean, da rabia ver cómo juegan con los sueños de los jóvenes que estudian para tratar de salir adelante. Aquí tiene que pasar algo porque como estamos, las personas se van a quedar frustradas en la vida y lastimosamente eso para mí es una Colombia profunda. es una lástima estar comprando comida afuera sabiendo que podemos producir lo que se nos dé la gana”.
Vea la segunda parte de esta entrevista con Yeison Jiménez aquí:
La siguiente carta es amargura, para Jiménez esta palabra no hace parte de su vida, y si, aunque la fama y el dinero no son suficientes para curar heridas o eliminar problemas, Yeison tiene claro que en su mente está el optimismo y la posibilidad de siempre salir adelante.
“Yo creo que todas las partes que me generan amargura me las he perdonado, las he superado. Entonces no me acuesto pensando en lo que me hace infeliz, sino en lo que me hace feliz. Y creo que la amargura envejece el alma y enferma al cuerpo”.
Sobre la espiritualidad, factor determinante en la vida de Yeison, el artista deja en claro que es un aspecto necesario en la vida para ser feliz; incluso independiente de la religión o no que se tenga:
“Todos queremos algo, todos queremos ser felices, no importa si eres cristiano, católico o ateo; es más, uno puede hablar con un satánico y esa persona también quiere ser feliz. He conocido a personas que lo tienen todo, pero si no tienes espiritualidad, no eres feliz, y si no eres feliz, no estás completo”, explica Yeison, quien agrega:
“Si no estamos siendo completos encontramos esas personas que tienen que drogarse todos los días tienen todos esos traumas y todos esos problemas. Yo aquí donde estoy, gloria al Señor Jesucristo nada necesito para ser feliz, no tengo que drogarme, no tengo que tomar, no tengo que fumar nada, simplemente si estoy muy aburrido, o me pongo a orar o me tomo un par de tragos y me acuesto y al otro día amanezco como si nada”.
Familia, paz, frustraciones y segundas oportunidades
Yeison Jiménez ha expresado en múltiples ocasiones que su familia es lo más importante pero a la vez es su punto débil, él se ha encargado de asumir tanto económicamente como moralmente los asuntos de sus seres queridos, es por eso que afirma: “yo soy el mejor ser humano posible hasta que me toquen a mi familia”.
“Tengo dos familias, obviamente la de parte de mis padres y la parte de mis hijas. Lo único que a mí me genera miedo en mi corazón son mis hijas, porque de mí no depende el camino de ellas. Yo estoy poniendo todo lo básico y necesario para que sean unas buenas mujeres”.
Sobre la palabra segundas oportunidades, Yeison respira profundo y asegura: “Todos los seres humanos tenemos derecho a equivocarnos en cualquier tipo de ámbito, siempre hay que pensar que todos los días sale el sol, todos los días hay una nueva oportunidad”.
Y claro, si hubo alguien en la vida que tuvo una segunda oportunidad fue él, ya que de un pasado un poco oscuro, logró corregir su camino.
“Incluso yo tuve una segunda oportunidad, desvié mi mirada de lo malo y me dije que iba a tratar de hacer algo bueno por mi vida. En ese trayecto encontré sueños, y puedo decir que los cumplí y los estoy haciendo realidad”.
En lo que tiene que ver con las frustraciones, Yeison es sincero y dice que su única frustración es “no haber ido a la universidad”, pues rápidamente encontró en el mundo de la música, su forma de subsistir; además el factor tiempo también pudo haber sido un condicionante.
“La única frustración en mi vida es no haber pasado por una universidad. Y no me digas que todavía puedes hacerlo. No, porque ya para qué. Ya he hecho empresarialmente lo que necesitaba para ser empresario. Me ha tocado aprenderlo a los coñazos. siempre quise estar en una universidad, siempre quise saber qué se sentía; incluso no escupo hacia arriba, de pronto en algún momento me de la loquera y me inscribo a algo”.
La paz es un tema controversial para Jiménez, si bien no lo quiere politizar y hacer exclusivamente del gobierno actual, entiende que la situación difícil del país es el resultado de malas decisiones de quienes gobernaron anteriormente.
“Para mí la paz es la mejor mentira que le han vendido al país. Esto no existe. Fue una mentira con la que enredaron a la gente. Yo viajo por todo el país y en 12 años de carrera musical nunca había visto el país tan mal a nivel de violencia como está ahora; y ojo, ni siquiera es culpa del señor Petro, es la sumatoria de toda esta gente que ha venido, que ha pensado solamente en sus bolsillos, pero han desencadenado una guerra donde siguen muriendo solo campesinos y gente pobre”.
De esta manera finaliza la dinámica de las cartas, Adriana Bernal agradece por el tiempo prestado a Yeison Jiménez. Cae la tarde y el rockstar colombiano de la música popular se despide de la redacción de Kienyke.com, asegura tener que irse a descansar porque mañana una nueva gira le espera, está vez en Perú.
