El problema con nosotros los occidentales es que imponemos defender a toda costa uno de los valores pilares de nuestra sociedad, la libertad de expresión.
Que no es fácil respetar, ese ha sido el problema; que la cultura occidental es diferente a la islámica, ese también ha sido el problema. El cortometraje "La Inocencia de los musulmanes ", que denigra al Islam y al profeta Mahoma, ha provocado que la gente en Medio Oriente reaccione violentamente en contra de embajadas estadounidenses (occidentales) en todo el mundo. Y con justa razón. Los occidentales somos, en su gran mayoría, ególatras. Si queremos, hablamos; si queremos, criticamos; si queremos, insultamos como buenos guardianes de la libertad. La religión merece respeto, y más en culturas tan herméticas como la islámica, donde su religión es su ley, como buen ejemplo de una religión semítica. La sola “bromita” les causó la muerte al embajador de Estados Unidos en Libia y a otras tres personas. Pero la culpa es de los islamistas de derecha -¡claro!-, que no soportan una crítica. ¿No será más bien que somos nosotros los que no soportamos una crítica? ¿O el problema es de relatividad? Cabe recordar que, como buenos practicantes de la moral, en su momento la película de Martin Scorsese ‘La última tentación de Cristo’ que representa a este profeta como una persona corriente, presa de sus pasiones y sufrimientos, provocó intensas protestas de los cristianos por todo el mundo, que en algunos casos llegaron a prender fuego a los cines. Pero claro, es que era Cristo, el fundador de la religión con más fieles en todo el mundo, incluyendo a los de su secta la católica. Pero, ¿cuál es la diferencia entre Cristo y Mahoma? ¿Por qué Mahoma no merece respecto y Cristo sí? Solo basta con escuchar la gran mayoría de las opiniones de unos compañeros colegas, muy parecidas por cierto. La gran mayoría abogó por que ellos, es decir, lo raros, los musulmanes terroristas, sean enjaulados en su propio mundo, pues ellos no pueden vivir con nosotros, los occidentales. Pero nadie habló de respeto. El problema con nosotros los occidentales es que imponemos defender a toda costa uno de los valores pilares de nuestra sociedad, la libertad de expresión, por encima de debatir las opiniones expuestas. Pero como aún no digerimos eso de “libertad de expresión”, cuando violentan contra nuestro dios, ahí sí que se atengan, porque a la Iglesia Romana, Cristiana, Católica y Apostólica no la toca nadie. No somos más que doble morales con ganas de hacernos ver. Lo que estamos presenciando no es más que un choque de civilizaciones por culpa de liberales ateos, con ímpetos de enaltecer sus cánones y principios cueste lo que cueste. Una fausta representación del irrespeto. La solución no es que los musulmanes se queden sin internet para que no vean los videos en contra del Islam (¡No pues que somos libres pensadores!), la solución es que aprendamos a respetar ad hoc no suceda lo que estamos presenciando. Nosotros y nuestros quimerismos. Adenda: Nuestra cultura está enmarcada por la doble moral. Una vehemente muestra es la frase de Barack Obama en la Asamblea General de la ONU: “"quemar una bandera EE.UU. no genera educación, romper un restaurante estadounidense no quita el hambre y atacar una embajada no genera empleo”. Si bien no puedo decir que fueron estadounidenses los que hicieron el video, este país con qué derecho habla si ha sido, precisamente, otrora el que más ha atentado contra la cultura islámica. Twitter: @sebastiandiazloNosotros, los guardianes de la libertad
Dom, 30/09/2012 - 15:20
El problema con nosotros los occidentales es que imponemos defender a toda costa uno de los valores pilares de nuestra sociedad, la libertad de expresió