Como colombiano en el exterior he estado muy al tanto de los acontecimientos que suceden en el país con respecto al proceso electoral colombiano. Como yo, somos muchos los jóvenes que crecimos en la década de los 80 y 90 viendo un país desgarrado por la violencia, los bombazos, el desplazamiento, la corrupción, la falta de oportunidades, entre otros…
Precisamente esta última razón fue la que me impulsó a buscar nuevos horizontes. Primero en Londres y ahora en Suiza, he tenido la oportunidad de trabajar estudiar, aprender, formarme y darme cuenta que el mundo es más grande y diverso de lo que pensamos.
Ya tengo una familia y una vida aquí, pero estoy constantemente pensando en los acontecimientos que pasan en mi país, porque el sentimiento de nación siempre perdura y aún mas con el paso del tiempo.
Ya son más de cinco años de vivir entre dos países multiculturales, y el tiempo y las experiencias te hacen reflexionar y abrirte hacia nuevas culturas, idiomas y lenguas y esto sin duda tiene un efecto de apertura hacia el entendimiento de la necesidad de construir sociedades plurales donde haya lugar y cabida para todos.
Estás elecciones presidenciales tanto en forma como fondo han sido muy especiales; es casi la primera vez en la historia en donde existe la posibilidad de elegir una posibilidad de cambio de pensar en construir un país diferente auténtico y genuino.
Mi elección en la primera vuelta fue Sergio Fajardo porque creo que es un tipo honesto, inteligente, con capacidades y en buen momento y buena edad y madurez para gobernar, además de una plataforma orientada hacia la educación como pilar fundamental de progreso.
Como no creo en las aguas tibias del voto en blanco y la abstención, mi voto este domingo será por Gustavo Petro y Ángela Robledo. Por supuesto que no estoy de acuerdo en todo lo que dice a “rajatabla”, pero creo que la coherencia, personalidad y valentía además de su interesante programa de gobierno hace que estemos ante un momento y una posibilidad única.
Hablo en nombre de mis compatriotas que tomarán la misma decisión porque son muchos por estas latitudes los que han decidido votar por la Colombia Humana. Es importante entender el país que escogeremos en las urnas el domingo próximo 17 de junio, nuestra decisión electoral tendrá influencia en los tiempos venideros, me atrevería a decir que pasarán años de volver a tener una oportunidad así.
La Registraduría del Estado Civil debe velar por la imparcialidad y las garantías en el proceso electoral, ya que los resultados finales pasan por esta entidad muchas veces puesta en duda en elecciones anteriores.
No se debe escoger un candidato motivado por el miedo, por lo que dicen, lo que se sugiere o lo que va a hacer el vecino o con la creencia de que se va escoger un sistema político de tipo cubano. Siempre le explico a la gente que me pregunta que Colombia jamás va a ser ni socialista ni comunista, nosotros tenemos mentalidad de empuje, de temple y de berraquera, somos emprendedores. Todos fruncirían el ceño al ver un atisbo de “cubanización” en un mandato de Petro.
Estos tiempos de comunicación y tecnología nos permiten poder leer, informarnos, ser críticos y poder construir una decisión sólida sobre quién va a ser el próximo mandatario de Colombia 2018-2022.Para los que van a votar en blanco e indecisos, hay que saber que tenemos en nuestras manos las riendas del destino para diseñar el país que le entregaremos a nuestros hijos y nietos…
Hay que entender que tres cuartas partes del Congreso de la República están dominados por los partidos tradicionales (Liberal, Conservador, Cambio Radical, Centro Democrático). Si Petro quedara de Presidente, ya tendría una dificultad en el Parlamento para dar marcha a sus programas de Gobierno, en este escenario es predecible que se convierta en un mandatario con políticas de centro.
Es importante saber que la paz no es una bandera política ni ideología, sino una necesidad para construir un estado posible. Durante largos años el conflicto ha dividido y polarizado al país. El actual debate electoral nos ha vuelto a poner ante la alternativa de la guerra o la paz definitiva. Pienso que no se debería poner en duda la posibilidad encontrar una reconciliación auténtica.
Conscientes de los efectos adversos que ha traído el conflicto armado, si en vez de invertir el presupuesto de los colombianos en guerra y belicismo, se hiciera en educación, empleo y cohesión social dejaríamos el atraso social y encontraríamos la alternativa de un país viable.
Viendo las catástrofes naturales que han pasado últimamente por la mano del hombre como sociedades y personas debemos darle cabida al respeto al medio ambiente y la vida humana. Como dicen los sabios ancestrales: “cuanto se acabe la última gota de agua, ni con todo el oro del mundo se podrá volver a comprar”.
No hay que encasillar esta posición con respecto al medio ambiente como algo solo “alternativo” o de “nueva era” etc… es una realidad notoria que los recursos naturales del planeta se acaban y el tiempo es limitado. Zanjadas las diferencias como sociedad civil exigimos tener una justicia una creíble, autónoma y confiable, sin ser un medio que el gobierno manipula a su antojo.
Ya es momento de superar este pasado terrible de corrupción, desidia, indolencia y abuso del poder para construir una sociedad nueva y viable.
humbertoperiodismo@gmail.com
La opción que representa Petro
Sáb, 16/06/2018 - 08:43
Como colombiano en el exterior he estado muy al tanto de los acontecimientos que suceden en el país con respecto al proceso electoral colombiano. Como yo, somos muchos los jóvenes que crecimos en la