KienyKe.com conoció el documento en el que se le otorgó a Silvia Gette Ponce, la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe que enfrenta un proceso penal por el asesinato del ganadero Fernando Cepeda, la posibilidad de gozar de prisión domiciliaria desde mitad de este año.
La argentina se encontraba en la cárcel el Buen Pastor de Barranquilla purgando una condena de nueve años por el famoso caso de los autopréstamos en la Universidad Autónoma del Caribe.
A Gette Ponce se le concedió la prisión domiciliaria por parte del Juzgado 34 penal del circuito de Bogotá y la Sala de Decisión Penal del Tribunal Superior de Barranquilla debido a que su abogado solicitó la sustitución de la medida privativa de la libertad por causa de la pandemia del Covid-19.
El defensor fundamentó su petición con base al decreto 546, expedido el pasado 14 de abril, por el cual se concedieron las medidas de excarcelación transitorias a personas recluidas en estos centros penales con el fin de protegerlos del contagio del coronavirus.
En la petición se mencionó que Silvia Gette se encontraba entre las reclusas beneficiadas por el decreto, pues tiene más de 60 años de edad y padece de un trastorno pulmonar y neumonía atípica, patologías referidas en la norma.
A pesar de que el juez rechazó la argumentación con base al decreto expedido por el Gobierno Nacional, sí le concedió a Gette Ponce la prisión domiciliaria de acuerdo a lo establecido en el artículo 362 de la Ley 600 del 2000.
Cabe resaltar que Silvia Gette logró la libertad en el proceso que se adelanta en su contra por el homicidio del ganadero Fernando Cepeda, ocurrido en 2003.
Su defensor en este caso, el abogado Luis Arturo Jiménez, explicó a KienyKe.com que se presentó un habeas corpus porque “se le estaban violando sus derechos”, pues se cumplió el tiempo permitido por la ley para mantenerla privada de la libertad mientras inicia el juicio.
Así fue el asesinato del ganadero
El ganadero Fernando Cepeda fue asesinado el 22 de agosto de 2003. Iba en su carro Chevrolet Swift blanco sobre la avenida circunvalar de Barranquilla cuando fue interceptado por un sicario que le disparó justo en la cabeza.
Según contó Felipe Romero, escritor del libro “Gette, la herencia maldita”, las palabras claves que pronunciaron quienes estaban detrás del crimen fueron: “El vaquero va en su caballo blanco”. Ya lo tenían identificado y seguían sus pasos desde horas antes. El tiro que le pegaron fue fatal. Aunque algunos testigos trataron de auxiliarlo, Fernando falleció de inmediato.
La investigación por el asesinato de Fernando Cepeda estaba pausada hasta 2011, cuando unos paramilitares declararon ante Justicia y Paz que sabían detalles de la muerte del reconocido ganadero.
Fue Édgar Ignacio Fierro, alias Don Antonio, entonces cabecilla del frente José Pablo Díaz de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), quien mencionó en su momento que Silvia Gette estaba detrás del homicidio.
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El exparamilitar señaló que la rectora de la Uniautónoma había “pedido el favor” que asesinaran a Fernando Cepeda a cambio de 150 millones de pesos. Al parecer, su fin era quedarse con el poder absoluto de la universidad y “quitarse de encima” las presiones ejercidas por el ganadero. Nada de eso ha sido probado.
Desde ese momento el proceso por el asesinato de Fernando Cepeda ha tenido varios giros e inconsistencias. Aunque Silvia Gette fue la primera señalada del asesinato tras las declaraciones de alias Don Antonio, en septiembre de 2014 las autoridades capturaron a Maria Paulina Ceballos, su hijastra, por ser la presunta determinadora del crimen.
Pasó el tiempo y el proceso contra las dos mujeres terminó en preclusión en marzo de 2017. En ese momento, la Fiscalía concluyó que no existían pruebas contundentes para relacionarlas en el crimen del ganadero.
Sin embargo, en mayo de este año la Fiscalía la acusó formalmente por el delito de homicidio.