El senador Armando Benedetti informó a través de redes sociales de la existencia de una orden de captura en su contra y que se entregará voluntariamente en las instalaciones de la Fiscalía General de la Nación en Barranquilla para ponerse a disposición de la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, la Corte Suprema confirmó que en este momento no existe ninguna orden dictada por la Sala de Instrucción en contra del congresista.
"Hay una orden de captura en mi contra, me dicen varias personas influyentes de este país. Es injusto, no he tenido garantías pero seguiré confiando en las instituciones. Me dirijo a la Fiscalía en Barranquilla para ponerme a disposición de la Corte Suprema de Justicia", trinó Benedetti.
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Minutos después el senador escribió: "Como no le debo nada a nadie y confío en las instituciones, muchos me dijeron que esto iba a pasar, así que vengo tranquilo a presentarme a las autoridades para confirmar dicha información. ¡Él que nada debe nada teme!".
El congresista que ahora milita en toldas petristas sostuvo que la Procuraduría dice que el informe con el que lo llamaron a indagatoria, "no es un dictamen, tiene fallas estructurales como no tener en cuenta los préstamos, las cesantías, etc. No hay un testigo, no hay una sola prueba, solo conjeturas de los investigadores".
Es clave señalar que, en la más reciente audiencia a Benedetti se le imputó el delito de enriquecimiento ilícito por presuntamente no poder sustentar ante la Corte Suprema de Justicia más de 2.900 millones de pesos que pasaron por sus manos desde 2002.
"Yo sacaba la plata y me iba para Cartagena. Tenía que meter por lo menos dos millones de pesos para las tarjetas de débito para comprar el raspado, para comprar el mango en la playa", aseguró el senador en una parte de la audiencia intentando justificar los gastos de caja menor.
Las sospechas de la magistrada Cristina Lombana surgen por la declaración de renta que realizó el senador ante la DIAN, donde señala que su única entrada económica proviene de su labor como congresista y, al cruzarlos con sus gastos, inversiones y compras, las cuentas no cuadrarían en casi 3 mil millones de pesos.