Jueces y juezas, abogados y abogadas, defensores y defensoras públicas y demás miembros de la Rama Judicial no solo piden ser priorizados en el Plan Nacional de Vacunación contra el Covid-19 sino que, también, solicitan que se reconsidere el retorno total a la presencialidad por “el retroceso que esto significaría para la justicia”.
Respecto al tema de salud, hace algunos días el Colegio Nacional de Defensores Públicos de Colombia expresó su preocupación ante la posible decisión del Estado de obligar a los operadores judiciales a asumir la presencialidad en los procesos.
Según indicó la colegiatura, hasta que la pandemia no sea superada es “totalmente inviable la presencialidad judicial por el tema de bioseguridad”. Por esa razón, instó a las diferentes instancias del Gobierno, Judicatura, cortes, tribunales, fiscales y procuradores a “rechazar esta probabilidad por ser altamente peligroso el retorno a la presencialidad”.
“Colombia rompe todos los días las tasas máximas de fallecidos, contagios y hospitalizados en todo su territorio por lo que no es este el momento de reabrir la puerta de los de los despachos judiciales y de todas las sedes en las que se tramita el proceso penal, civil, administrativo, etc. Somos uno de los países con mayores tasas de contagio por cada cien mil habitantes en el mundo, algo que realmente es aterrador”, afirmó.
Además, el colegio señaló que no comprende el porqué el Ministerio de Salud, como máximo gestor y protector de la salud, no se ha pronunciado en contra de esta consideración “absurda y peligrosa”.
“Se encuentran por cientos los muertos entre defensores públicos, fiscales, jueces y demás funcionarios relacionados con los temas judiciales en todo el país, así que el riesgo es más que evidente por no decir obvio”, agregó.
A propósito, KienyKe.com habló con el abogado Francisco Bernate, presidente del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia y uno de los mayores críticos al retorno de la presencialidad de los funcionarios judiciales en medio del punto más crítico de la pandemia por el Covid-19.
Según dijo, llama la atención que los primeros en haber sido priorizados fueron los funcionarios de la Fiscalía sin tener en cuenta que los jueces, juezas, abogados, abogadas, defensores y defensoras públicas y demás miembros de la Rama Judicial “también corren el mismo peligro de contagiarse y morir por coronavirus”.
“Muchos fiscales y funcionarios de la Rama Judicial han fallecido por cuenta del virus y muchos otros están en una UCI. No es verdad lo que dijo el Ministro de Justicia que extrañamos hablar con el juez, necesitamos buenas condiciones de salubridad. Todavía no es el momento de volver a la presencialidad, pues no hay vacunas para los funcionarios judiciales y los juzgados son terribles: no hay ventilación, hay pocos baños y muchas veces no hay agua. A eso es a lo que nos quieren condenar”, manifestó.
Bernate aseguró que la salud no es el único aspecto por el que muchos se oponen a la presencialidad total, pues, en últimas, la pandemia obligó a la justicia a modernizarse y esto ha “significado un avance importante para los colombianos”.
“El ciudadano de a pie ya no tiene que esperar fotocopias ni hacer largas filas para una autenticación. Y para nosotros los abogados la virtualidad ha significado reducción de costos y el no aplazamiento de audiencias, pues en el mismo día podemos participar en una audiencia realizada en Bogotá y otra en Cali, por ejemplo, sin perder tiempo en un aeropuerto. La justicia hoy está funcionando mejor que en cualquier época y a un menor costo en tiempo, viáticos y papelería”, dijo.
Y agregó: “Entonces más allá del debate de salud, el mensaje de que todos vacunados vamos a volver a la presencialidad total significa un retroceso y un detrimento en la calidad de la justicia. En tiempos de que vamos a ser el supuesto Silicon Valley latinoamericano, tener una justicia de filas, fotocopias y aplazamiento de audiencias es un retroceso inexplicable”.
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Por último, el abogado Francisco Bernate señaló que es importante que se priorice a todos los funcionarios judiciales y, además, que desde el Estado se les dé un reconocimiento a quienes trabajaron e hicieron hasta lo imposible para que la justicia no se pausara en medio de la pandemia.
“A los funcionarios judiciales no se les ha reconocido absolutamente nada y han utilizado todos sus equipos en esta labor. La sala de la casa se volvió un juzgado y la verdad es que la justicia hoy funciona gracias a la mística e interés de los funcionarios judiciales. A pesar de eso, hay un desamparo absoluto del Estado”, finalizó.