Todas las noches desde cuando comenzó el paro nacional de Colombia, un grupo de reporteros recorre las calles de Bogotá para informar en vivo y de primera mano lo que allí sucede. Este equipo también hace algo que, por el motivo que sea, omiten los corresponsales de algunos medios nacionales: hablar con los manifestantes sobre sus motivaciones para protestar —las personas no salen a exponerse por nada— y proteger sus identidades del registro digital —desde la comodidad de sus casas, quienes creen que ellos salen a exponerse por nada piden mano dura para ellos y pagarían oro por destaparles la cara—.
Uno de esos reporteros es el orgulloso detective Cerdolfo Democracio, quien asegura que el camuflado que porta no le salió en un tamal, sino que es el resultado de años de entrenamiento y esfuerzo. “Por eso puedo decir en este punto que nadie nos maneja, civil. Y si no me cree, vea mis p***s transmisiones en vivo para que se dé cuenta”, dice con contundencia.
A Democracio le trasnocha la idea de que no haya caos y destrucción en su entorno. Dice que la paz nunca hizo parte de su entrenamiento. “No puedo soportar cuando llega una manifestación y no hay violencia. Siempre necesito llamar a mis refuerzos para empezar las provocaciones”, confiesa.
Asimismo, Democracio dice que no le afectan los disturbios. “A veces parece que estoy afectado por los gases, ¡pero no se dejen engañar, civiles! Soy demasiado fuerte para eso. Esto es algo mínimo, es una cotidianidad para mí”, sentencia con orgullo.
El detective Democracio y el reportero Inocencio Calle se sienten orgullosos de decirle al mundo que nadie los maneja. Sus bracitos inertes cuelgan de sus pequeños hombros de tela, sus ojos tienen una expresión fija y sus bocas solo pueden abrirse y cerrarse a capricho de un pulgar oponible. Ambos son títeres de guante. Sin embargo, “nadie nos maneja” es su eslogan, su grito de guerra y la garantía que tienen los manifestantes para abrir sus corazones frente a ellos.
El ego de Democracio y la valentía de Inocencio le dan sazón a Notíteres24, un proyecto digital de periodismo de opinión. Empezó en 2018, tiene más de 46 mil seguidores en Facebook, ha conectado a más de 11 mil usuarios en simultáneo y cabe en una maleta gris con marcas de prensa.
Toda esa responsabilidad cuelga de la espalda del joven Ricardo Flórez, un creativo y espontáneo bogotano de 28 años que está a punto de graduarse —aunque en las públicas todos decimos eso; hola, mamá— de la Licenciatura en Educación Artística de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas.
De no ser por las marcas de prensa en su brazo y en su maleta, sería imposible distinguir a Ricardo y a su acompañante del resto de personas, todas ellas concentradas durante esta tarde lluviosa de jueves en el Portal de la Resistencia —oficialmente llamado Portal de las Américas, ubicado en la localidad de Kennedy, en el sur de Bogotá—.
Hablar de cosas serias con títeres
Por supuesto, la vida de Ricardo Flórez está dedicada al arte y la educación: ha sido docente de música y disfruta de pintar con acrílico. También aprendió el misterioso arte de los títeres, una forma de teatro que es oriunda de la antigua Grecia y explota la capacidad del cerebro humano para sentirse representado e imaginar vida en lo inanimado.
Los cerebros que mejor provecho le sacan a los títeres son los de los niños, porque su imaginación no tiene límites y están en el proceso de aprender habilidades importantes, como contar una historia coherente, prestar atención y ponerse en los zapatos del otro. Ricardo Flórez comenzó a implementar los títeres mientras daba clases a niños de colegio y durante esos años nacieron Democracio e Inocencio.
Luego, los títeres salieron de su maleta para registrar eventos de la vida cotidiana y subir los videos a internet. “Empezó registrando una que otra riña en las calles, capturas de la policía en las calles, personas colándose, gente tirada en las calles borracha... Cosas muy flash, eran vídeos muy corticos”, recuerda Ricardo.
Al notar que sus personajes encajaban muy bien en esas situaciones, Ricardo Flórez concluyó que sus títeres tenían vocación de reporteros y surgió la idea de hacerlos protagonistas de un noticiero. Ese fue el nacimiento de Notíteres24, un noticiero creativo, independiente y definitivamente pedagógico: “al principio eran vídeos muy hechizos, muy caseros, y ya se ha venido implementando trabajo de edición, un guion y un libreto. Ha venido evolucionando a través de los años y ahora es un concepto mucho más elaborado del noticiero”.
Darle la cara a las balas
Aunque sus personajes son la cabeza —¿o la mano?— visible de Notíteres24 y Ricardo Flórez sea el titiritero, no puede trabajar solo. Siempre se acerca a las manifestaciones con uno o más acompañantes que crean en la causa y puedan ayudarle con los detalles de transmitir un momento histórico a decenas de miles de personas: iluminar a los títeres, caminar con la cámara bien enfocada, revisar que la señal no se caiga, proteger los equipos si llueve, ser testigo en caso de que lastimen o capturen ilegalmente al titiritero y muchas otras cosas que deben hacerse con más de dos manos.
En esta oportunidad, Natalia es la asistente todera de Notíteres24 que acompaña la misión. Es auxiliar contable y cree en el arte como elemento transformador de sociedades. Como ella cree que lo que Ricardo Flórez hace es importante y poderoso, se le mide a ser su Sancho ocasional, así como lo hacen también otros amigos del proyecto.
No son exagerados los riesgos que llevan a Natalia, de 24 años, a acompañar a Ricardo Flórez como precaución. Él sale de su casa con la certeza de que cada transmisión de Notíteres24 puede ser la última. Sobre el cuello de quien da vida a Inocencio y Democracio cuelga un cartucho de bala que dispararon contra su cuerpo mientras cubría las protestas en Cali. También ha recibido pedradas, por lo cual ahora asiste con casco. Sus pulmones han respirado una gran cantidad de gases lacrimógenos y su psique está sometida a mucha presión todos los días.
“Yo he presenciado cosas densas. He visto gente herida gravemente, cosas que uno sabe que en cualquier momento le podrían pasar. Lo más gratificante es llegar completo y sentir que lo logramos cada vez que culmina una transmisión y estoy sano y salvo, completico”, asegura Ricardo Flórez.
La esperanza de un país mejor
Al preguntarle a Cerdolfo Democracio por el origen de su nombre, así respondió: “exactamente no sabría decir el motivo de mi bautizo; pero podría decirle, civil, que yo represento precisamente toda la democracia que ha sido tergiversada a través de las décadas en este país. La democracia se ha vuelto algo, como bien lo dijo algún coronel muy famoso en aquella toma del Palacio, en una cuestión de sangre: derramar hasta la última gota de sangre por una tal democracia”.
El coronel Maza Márquez no dijo exactamente eso en sus declaraciones televisadas y el creador del detective Democracio no había nacido para cuando ocurrió la toma. Sin embargo, la paródica existencia del títere con casco y camuflado es una muestra de cómo esta generación de jóvenes, que tienen acceso a información más variada y constante que sus padres y abuelos, observa el proceder histórico de la fuerza pública en el país.
Ante esa percepción de que la autoridad abusa más de lo que hace, Ricardo Flórez ha estado involucrado en el movimiento estudiantil de las universidades públicas desde siempre. Él sintió que la esperanza de un país mejor se le esfumó en algunos momentos de la historia nacional que ha alcanzado a vivir. Ahora, él cree que la juventud está en capacidad de hacer cambios grandes y jamás vistos antes.
“Creo que ahora sí estoy empezando a ver el futuro. Hubo mucho tiempo donde estaba perdida para mí esa esperanza, como por ejemplo cuando quedó Duque presidente y ese tipo de cosas. Uno se decepciona, pero por ese tipo de razones es que estoy metido en esto, tratando de aportar un granito de arena que haga un mejor futuro en Colombia”, confiesa el creador de Notíteres24.
Su forma de aportar para el cambio, según él, es dar voz a muchas personas cuyas voces o siluetas nunca figurarían en los grandes micrófonos sin otro propósito que el de estigmatizar sus luchas. “Siento que realmente hemos podido ayudar a muchas personas. Hemos podido darle voz a muchas personas, generar muchas denuncias, llevar información, que es la idea principal. Eso es lo más satisfactorio, ¿no? Lo más gratificante poder cumplir la misión que es informar”.
Esta es la primera entrega del especial El paro en papel, dedicado a las figuras de un paro que no reposará en las hemerotecas. No deje de leer las siguientes entregas.