Dicen que sólo conocemos el 4% del Universo. Tiene sentido: estamos hablando de algo muy grande. Inmenso. ¿Y qué ha pasado con el otro 96? Ahí está pero no sabemos nada. Aun así, seguimos escarbando con lo poco que tenemos para hallar algo. Esa inmensa oscuridad que nos rodea abruma, pero también es la fuente de esa curiosidad que ha mantenido al hombre con los ojos en el cielo.
Pocos son capaces de arriesgarse a intentar explicar esa inmensidad desconocida. Se necesita un ‘don’ con el que no nace todo mundo. Javier Santaolalla es uno de ellos. Tiene el ‘don’. Es ingeniero en telecomunicaciones y físico, e hizo un doctorado en física de partículas. Se ve bastante joven. Más que un científico, por su perfil y sus ojos claros, parece un actor de esos que ficharía Netflix para alguna serie sobre la vida de un chico en una gran ciudad. O un músico de esos grupos juveniles que salen ahora. Pero no es ni lo uno ni lo otro: es un divulgador científico. Y Youtuber.
https://www.youtube.com/watch?v=gAkC8oJZWrk
Nos recibió en el Hall del Hotel Tequendama, en Bogotá. Hablamos mientras suena una aburridora musiquita de fondo. Vino a la ciudad a dar varias conferencias, uno de ellas en el auditorio León de Greiff, de la Universidad Nacional, con lleno completo. También presentará su libro ‘El Bosón de Higgs no te va a hacer la cama’.
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A veces uno se imagina a los científicos, a los físicos sobre todo, como personajes extravagantes, algo ‘perturbados’ bastante raros. Un estereotipo. Javier es lo contrario a todo eso. “Raros somos todos –dice–. Cada profesión tiene sus propios clichés. En el mundo científico es verdad que puede haber más personas de carácter despistado, excéntrico de los que habría en otra profesión, pero lo cierto es que no dejan de ser una parte. La mayor parte de los científicos son gente que se podría catalogar como ‘normal’. Todos esos estereotipos funcionan muy bien porque son parte de la cultura popular”.
La ciencia
El gusto de Javier por la física fue un “amor tardío”. Provino de una asombrosa facilidad que siempre ha tenido para las matemáticas. Eso, poco a poco le fue abriendo un mundo que desconocía y que le resultó “súper interesante”.
En la física moderna hay muchas teorías. Uno de los principales problemas es que la mayoría de postulados que esas teorías han arrojado, no se han podido probar. Javier trabajó en física cuántica, y eso lo apasionó. “Tenemos una teoría de la física que se llama ‘Modelo estándar’ que aúna la relatividad con la cuántica. A mí me habría gustado poder participar más en eso”. Y de hecho lo logró, hasta cierto punto, cuando trabajó en el Colisionador de partículas del Cern, en Europa.
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El Cern (siglas en francés de Organización Europea para la investigación nuclear), es la meca de la investigación en física del mundo. Puede que no haya un solo científico, o por lo menos de los que trabajan el Universo, que no desee trabajar allá. Santaolalla lo logró.
“Fue una experiencia increíble por muchos motivos: primero, porque realmente sientes que estás aportando algo a la humanidad y que haces algo que trasciende el hoy. Estás haciendo algo para el mañana. Luego porque estás en un lugar, en un entorno histórico. Es como trabajar en un lugar en el que sabes que se han dado citas e investigaciones grandes. Además puedes compartir con los mejores profesionales de la rama en campos muy diversos”, dijo.
Además de su impresionante hoja de vida, de sus títulos, Javier ha logrado reconocimiento mundial por ser un youtuber que habla de ciencia. Esos temas, aparentemente complicados, y que no están al alcance de cualquiera, él los mastica, los digiere, y los entrega con una claridad asombrosa. Sólo basta ver uno de sus vídeos para estar más cerca de esa ciencia magnífica.
Nos explicó cómo funciona y qué es el Gran colisionador de Hadrones: “se toman protones, que son unas partículas que están en el núcleo de cualquier átomo. Coges esos protones y los aceleras dentro de un tubo circular, hasta que vallan cada vez más rápido. En realidad lo que hacen es dar vueltas; cada vuelta es como un empujón. Cuando ya ha tomado mucha velocidad, ese protón que va girando se estrella con uno que viene en el sentido contrario. Entonces se chocan”.
Esa colisión es muy importante porque los protones tienen bastante energía almacenada. “Esas partículas se parecen a las que había en el origen del universo. Entonces, de alguna forma, se están recreando condiciones muy similares a las que había en el momento del origen del universo”.
¿Por qué el Universo es así?
¿Significaría que, de verdad, la ciencia humana ha llegado al punto de reproducir el origen del Universo? Esa afirmación, explica Javier, hay que tomarla con cuidado porque puede dar lugar a mal entendidos. “Cuando uno dice que recrea el Big Bang no significa que está creando un nuevo Universo: lo que estás haciendo es simular condiciones parecidas a como era el universo. De alguna forma produces un entorno de investigación que permite ver algo a lo que no se pudo acceder”.
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El descubrimiento estrella de esa máquina increíble es el Bosón de Higgs, partícula que llevaban 40 años buscando. También se haces muchísimas investigaciones que aunque no tienen la misma repercusión, como la del Bosón, sí tienen relevancia en el mundo de la física.
“El Bosón de Higgs –explicó Javier–: surgió de una investigación que se hizo en los años 60 para intentar entender cómo funciona la materia. En esa época no se entendía cómo la materia podría asentarse y formar moléculas. No se entendía, además, qué era la masa. En todo el Universo hay una energía que proviene de un campo. Esa energía hace que la materia, de alguna forma, tenga masa. En ese sentido, el Bosón es una partícula que está en todo el universo, y que hace que el resto de partículas tenga masa”.
Youtube y los libros
El impulso de divulgar sus conocimientos nació como parte de un “recorrido natural”. Javier tenía experiencia en teatro y ya había escrito algunos libros. “Llegó un momento que empecé a hacer rutinas cómicas. A partir de esa experiencia creé mi canal de Youtube”.
En realidad son dos canales:
‘Date un vlog’ con 127.604 suscriptores, y
‘Date un voltio’, con 251.109. El vídeo que más visitas ha tenido fue en el que explicó la ciencia detrás de la película Interestelar, que tiene 521.109 reproducciones.
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A Javier lo mueve la curiosidad de saber qué es lo que va a pasar de aquí a 50 años. Tiene la seguridad de que la física está muy cerca de hacer un descubrimiento, enorme, sin precedentes, y que una mente genial está por venir, Ahora hay más facilidades para que eso sea posible. Sin descartar las dificultades de siempre. Una de la más grande es conseguir el dinero para financiar las investigaciones.
El camino de la ciencia no es fácil. Ese es un mundo exigente, al que no llega cualquiera. Hay que caminar –y quizás caer mucho también–. Que personas con las capacidades y el talento de Javier Santaolalla divulguen abiertamente ese conocimiento maravilloso pero a veces tan inaccesible, es una ayuda en ese camino. Quizás el genio que él espera, y que va a revolucionar la ciencia fue uno de los que vio los vídeos de Javier. Quién sabe.