
Según la iglesia católica tomo comenzó al amanecer en la vía Apia en Roma la principal salida de la ciudad. Dos personas estaban caminando por la vía, un anciano y un joven que le servía de guía. Los dos huían de la persecución contra los cristianos ordenada por el emperador Nerón.
A esa hora no esperaban encontrarse con nadie. De repente el anciano se percató de una figura con un aro de luz que acercaba a ellos. Mientras más se acercaba vieron que era un hombre. El anciano se arrodilló y puso su cabeza en el suelo. El joven no entendía nada ni la actitud de su maestro.
[single-related post_id="undefined"]
El anciano alzó su rostro y le preguntó al hombre quién era. El hombre le respondió "como tu abandonas Roma yo vuelvo a ella para que me crucifiquen de nuevo". La figura se desvaneció y el anciano le ordena al joven volver inmediatamente a Roma.
El anciano de esta historia era Simón Pedro, discípulo de Jesús y que se conoce como San Pedro. La figura con la que se encontró era Jesucristo. Pedro entendió el mensaje y volvió inmediatamente a Roma. Allí fue donde se construyeron los cimientos de la Iglesia.
[single-related post_id="749467"]
De esta manera Simón Pedro se convirtió en el primer obispo de Roma. Pedro se encargó de dar testimonio, fortalecer a los creyentes en la fe y esclarecer las dudas. En el año 67 Nerón estaba buscando víctimas para culparlas de un incendio en Roma tomó la decisión de sacrificar a cristianos, entre ellos a Pedro.
La muerte elegida para Pedro fue la crucifixión, pero el alegó que no tenía el honor de morir como Jesucristo. Por esto pidió ser crucificado al revés. A esta se le conoce como la cruz de San Pedro, símbolo de humildad, así aparece en la silla papal.
[single-related post_id="749554"]
Hasta el día de hoy el catolicismo es la fe que comparten en la mayoría del mundo. Más del 17% de la población mundial. La Iglesia tiene una organización jerárquica cuyas responsabilidades y tareas están reguladas por el Código de Derecho Canónico.
- El Papa:
- Los Cardenales
- Obispos
- Párrocos
- Los fieles laicos