Aunque Gabriel Eduardo Gómez nació en Los Ángeles (California) por sus venas corre sangre latina. Sus padres, Julio y Gloria, son colombianos y llegaron a mediados de los 60 a Estados Unidos. Gómez compite hoy por el puesto en el congreso estadounidese que dejó John Kerry, el secretario de Estado de Barack Obama.
Gabriel Gomez, con sus padres, Julio y Gloria
Gabriel Eduardo milita en el Partido Republicano, pero sus ideas parecieran no hacerlo tan conservador. Analistas lo cuestionan entre el oportunismo y la estrategia, pues sus aspiraciones al Senado dependen del voto de un Estado considerado primordialmente demócrata: Massachusetts.
Lleva cinco meses en campaña buscando un escaño en el Senado estadounidense. Su contrincante es el demócrata veterano Edward Markey, quien ha resultado favorecido por las encuestas pero cuya victoria no está cantada aún.
El portal Politico, especializado en información sobre el poder en Estados Unidos, dice que si bien pocas encuestas ubican a Gómez como ganador de la curul, no se descartan sorpresas en las elecciones de hoy, debido a la baja participación que se predice.
Su discurso ha distado del ala más roja del partido Republicano, incluso ha sido criticado porque en las elecciones de 2007 donó dinero a la campaña de Barack Obama para la presidencia, en vez de hacerlo a la campaña de John Mccain. Corrigió su desvío en 2012, cuando aportó a Mitt Romney.
Pero a pesar de ello a los republicanos no les conviene dejar partir a Gómez, como figura prominente. La BBC de Londres analiza que el candidato de ascendencia colombiana podría significar un caudal electoral de republicanos moderados que cautiven el voto latino y juvenil.
Lo cierto es que lo más republicano que parece expresar Gabriel Gómez es su historial militar. Está a favor del matrimonio homosexual, dice que critica el aborto pero no le interesa limitar los derechos de las mujeres a la interrupción del embarazo, propone políticas a favor del cambio climático, está de acuerdo con regulaciones al porte de armas y está a favor de la reforma migratoria que impulsa el demócrata Barack Obama. “Se considera así mismo como un republicano verde”, indica Politico.
Hay unos 500 mil latinos en Massachusetts que Gómez ha intentado convencer para que voten por él. Votantes se cuestionan por su corta trayectoria política, pues su más reciente apuesta de vida fue la empresarial. En ratos libres le gusta correr, jugar tenis y béisbol. Participó en la reciente maratón de Boston, que fue saboteada por ataques terroristas, pero salió ileso.
El primer idioma que aprendió Gabriel fue español; el inglés lo adquirió con el tiempo. Con 47 años, reconoce con orgullo tener herencia colombiana. Es considerado un prototipo del hispano que cumple el sueño americano, hizo una exitosa carrera militar y empresarial. Participó en la Academia Naval de Estados Unidos y realizó su servicio en la armada como piloto.
En su hoja de vida, además de destacar que es hijo de inmigrantes latinos, subraya que prestó servicio como piloto de aviones Grumman E-2 Hawkeye y C2 Greyhound. Luego logró un cupo al cuerpo de élite Navy Seals, en el que llegó a comandante.
Su actividad militar duró hasta 1996 cuando obtuvo un MBA en Harvard Business School. Así se estableció en Boston (Massachusetts) donde años más tarde emprendería una carrera política. Dirigió la firma Advent International donde ascendió de clase media a clase alta. Su fortuna, entre 2007 y 2011, creció a más de 8.5 millones de dólares.
Gabriel Gomez, con sus padres, Julio y Gloria
Gabriel Eduardo milita en el Partido Republicano, pero sus ideas parecieran no hacerlo tan conservador. Analistas lo cuestionan entre el oportunismo y la estrategia, pues sus aspiraciones al Senado dependen del voto de un Estado considerado primordialmente demócrata: Massachusetts.
Lleva cinco meses en campaña buscando un escaño en el Senado estadounidense. Su contrincante es el demócrata veterano Edward Markey, quien ha resultado favorecido por las encuestas pero cuya victoria no está cantada aún.
El portal Politico, especializado en información sobre el poder en Estados Unidos, dice que si bien pocas encuestas ubican a Gómez como ganador de la curul, no se descartan sorpresas en las elecciones de hoy, debido a la baja participación que se predice.
Su discurso ha distado del ala más roja del partido Republicano, incluso ha sido criticado porque en las elecciones de 2007 donó dinero a la campaña de Barack Obama para la presidencia, en vez de hacerlo a la campaña de John Mccain. Corrigió su desvío en 2012, cuando aportó a Mitt Romney.
Pero a pesar de ello a los republicanos no les conviene dejar partir a Gómez, como figura prominente. La BBC de Londres analiza que el candidato de ascendencia colombiana podría significar un caudal electoral de republicanos moderados que cautiven el voto latino y juvenil.
Lo cierto es que lo más republicano que parece expresar Gabriel Gómez es su historial militar. Está a favor del matrimonio homosexual, dice que critica el aborto pero no le interesa limitar los derechos de las mujeres a la interrupción del embarazo, propone políticas a favor del cambio climático, está de acuerdo con regulaciones al porte de armas y está a favor de la reforma migratoria que impulsa el demócrata Barack Obama. “Se considera así mismo como un republicano verde”, indica Politico.
Hay unos 500 mil latinos en Massachusetts que Gómez ha intentado convencer para que voten por él. Votantes se cuestionan por su corta trayectoria política, pues su más reciente apuesta de vida fue la empresarial. En ratos libres le gusta correr, jugar tenis y béisbol. Participó en la reciente maratón de Boston, que fue saboteada por ataques terroristas, pero salió ileso.
