Son los encargados de defender el patrimonio de los clubes. Con tanta responsabilidad, los presidentes de los equipos de fútbol en ocasiones se toman atribuciones por el ‘bien’ de las instituciones. Muchas veces esos mandos terminan por llevar a las entidades a la ruina económica, deportiva, o simplemente al señalamiento público. Ellos, odiados por los fanáticos, terminan por exiliarse, esconderse o en algunos casos en la cárcel.
Uli Hoeness (Bayern Munich)
El equipo bávaro está en la cima del fútbol mundial, campeón del mundo y de Europa, además destruye cuanto rival se le atraviesa en la presente temporada y, por si fuera poco, está rompiendo todos los récords. Mucho de este éxito se debe a la gestión de Hoeness, campeón mundial en 1974, pero que evadió impuestos al no notificar los ingresos en una cuenta en Suiza. La fiscalía alemana lo investigó por 3,5 millones de euros, pero él confesó haber evadido cerca de 18 millones. Luego, la investigación reveló que la suma ascendería a 27,2 millones de euros por lo que fue condenado a más de tres años de prisión. Como era de esperar renunció a la presidencia del Bayern.
José María Aguilar (River Plate)
Fue el encargado de meter al club ‘Millonario’ en una profunda crisis que derivó en el descenso de categoría por primera vez en su historia. Consiguió un relativo éxito en el primer mandato de 2001 a 2005, pero tras su reelección (con más del 50% de los votos) la institución comenzó a decaer. Vendió a los jugadores más reconocidos del plantel como Fernando Belluschi (6,5 millones de euros) y Radamel Falcao García (5,5 millones de euros), sin conocerse el paradero de los dineros. Dejó al club en 2009 con una deuda superior a los 17 millones de dólares y luchando por no descender en lo deportivo. Su sucesor, Daniel Pasarella, quien prometió investigar a Aguilar (algo que nunca hizo), no pudo evitar la marcha a segunda división y aumentó el pasivo a 53 millones de dólares. José María Aguilar tuvo que exiliarse debido al repudio popular y tiempo después obtuvo un cargo ejecutivo en la FIFA.
Luciano Moggi (Juventus)
Es el principal responsable del mayor escándalo de apuestas de la historia en el fútbol italiano. Durante su mandato en Juventus compró árbitros y en compañía de otros dirigentes de reconocidos clubes conspiraron para hacerse ricos a costa de los resultados que manipulaban con antelación. El fraude, conocido como ‘Calciopoli’, derivó en el descenso de Juventus a segunda división por primera vez en su historia y en la penalización de clubes como Lazio, Milan o Fiorentina. Por su parte, Moggi fue condenado a más de cinco años de cárcel.
Juan Carlos López (Millonarios)
No fue juzgado ni nunca pudo comprobarse que haya incurrido en fraude con el club ‘Embajador’, sin embargo, bajo su presidencia el equipo estuvo a punto de desaparecer a causa de una quiebra. La deuda alcanzó los 15 millones de dólares por lo que la Dirección Nacional de Estupefacientes, poseedora del 29% de acciones del club azul en 2010, exigió la salida de López quien poseía el 17%. Desde su salida Millonarios entró en un proceso de democratización y la investigación no prosperó. Incluso, el expresidente ha ganado demandas a quienes lo han acusado de corrupción en su etapa por manchar su buen nombre. López también fue relacionado con la barra brava del equipo, algo que tampoco pudo comprobarse.
Sandro Rosell (Barcelona)
Fue el presidente más votado en la historia del club catalán con el 61,5% de aceptación. Sin embargo, su mandato culminó sin pena ni gloria por el denominado caso Neymar. El jugador brasileño llegó a la institución blaugrana por 57 millones de euros, pero el socio culé Jordi Cases entabló una demanda por considerar que hubo apropiación indebida en el contrato. Según la investigación, el club habría girado desde hace un año dineros al papá del crack quien también oficia como representante de Neymar, lo que elevaría la cifra del jugador a 86 millones de euros más bonificaciones que podrían alcanzar la cifra record de más de 100 millones por el traspaso. Tras presiones internas y también hechas por el club Santos de Brasil, Rosell dimitió el 23 de enero sin admitir fraude alguno. Lo sucedió Josep María Bartomeu, aunque los socios exigen elecciones inmediatas mientras que la investigación sigue su curso.
Amado Yáñez (Gallos Blancos de Querétaro)
Se encargó de rescatar al club de Querétaro pero a su vez lo llevó al oscuro presente financiero. Compró a TV Azteca la franquicia del club Jaguares de Chiapas para transformarlo en Gallos Blancos de Querétaro, que deportivamente había descendido en la temporada 2012/13. La FMF permitió la permanencia del equipo en la división de honor a pesar de conocer que Yáñez era investigado por la fiscalía por “lavado de dinero” en la empresa Oceanografía, que fue intervenida e inhabilitada jurídicamente por el gobierno mexicano. A su vez, la justicia también intervino al equipo de fútbol que por lo pronto no será desafiliado por la federación, según anunció su presidente Justino Compeán. Por lo pronto, los sueldos de los empleados serán cancelados por un fondo común exigido a inicio de temporada.
Ángel Lavín (Racing de Santander)
Conocido como ‘Harry’, asumió la presidencia del club en 2012 y desde ahí empezó una tensa relación con el plantel, periodistas y los aficionados. Los resultados deportivos fueron de mal en peor, con descenso a tercera división incluido, pero a él no le importó para tomar medidas tan polémicas como históricas. Una de ellas fue adjudicarse un sueldo fijo, siendo el primer dirigente en hacerlo en la historia del club a pesar de la crisis que este vivía. La situación fue inaguantable a inicios de 2014 cuando los jugadores se negaron a disputar el partido de vuelta de cuartos de final de la Copa del Rey frente a Real Sociedad, perdiendo por W como protesta al presidente. La gente apoyó la medida y a Lavín no le quedó otra que irse por la puerta de atrás días después.
Daniel Lalín (Racing de Avellaneda)
Llegó a la presidencia de la Academia prometiendo que todo iba a cambiar, pero al enterarse de la gravedad financiera de la institución, supo que esto no sería posible. No obstante, quiso hacer historia en lo deportivo y trajo jugadores de renombre que al no conseguir el éxito en la cancha, agudizaron la crisis. Luego pidió la quiebra del club con el fin de evadir las deudas con los acreedores. En una asamblea recibió el golpe de un redoblante lanzado por la gente, que se negó a ver la quiebra como una solución posible. El 4 de marzo de 1999 Racing “dejó de existir” como club deportivo aunque continuó participando en los torneos de fútbol. El club entró en un gerenciamiento del que pudo salir una década después, mientras que Lalín, repudiado por toda la hinchada académica, perdió todo el poder político que poseía en el club.
Jesús Gil y Gil (Atlético de Madrid)
Fue una historia que empezó bien pero terminó de manera trágica. Gil y Gil puso al ‘Aleti’ en la cima del fútbol español y mientras eso sucedía, su excéntrica forma de ser quedó en un segundo plano. El presidente ‘Colchonero’ trajo figuras de renombre al club con el que conquistó la Liga 1995/96, pero esos jugadores, que en principio llegaban por la billetera del mandamás, debían ser pagos por el club puesto que Gil y Gil solo ‘prestó’ el dinero aunque a nadie le dijo. A finales del milenio anterior, Atlético de Madrid debía más de 11 millones de euros y no tenía con qué pagarlos, mientras que se demostró que Gil y Gil no había puesto una peseta para la adquisición de las estrellas. Tal crisis económica derivó en el descenso del histórico equipo a segunda división mientras que Gil y Gil se mantuvo en el cargo a pesar del odio que causaba. Dimitió en 2003 con el equipo en la A, un año después murió pero no se llevó el cariño de los colchoneros.
Jorge Osorio Ciro (Independiente Medellín)
Logró un titulo con el ‘Poderoso de la Montaña’ pero luego el equipo cayó como fichas de dominó. Los dineros por la venta de Jackson Martínez y Juan Guillermo Cuadrado, entre otros jugadores de renombre, no se vieron y el equipo cada vez perdía más plata. A inicios de 2012 la hinchada pedía incesantemente su partida, pero este se negaba a dejar el club pese a las acusaciones de desfalco que pesaban sobre él. Luego, con el club sumergido en una crisis deportiva, Osorio Ciro aceptó vender el club que cayó en manos de unos empresarios aunque nunca se supo en las de quienes.
Ramón Calderón (Real Madrid)
Llegó como alternativa a Florentino Pérez y quiso hacer de Real Madrid un equipo austero. Jugadores como Royston Drenthe o Mahamadou Diarra eran comunes en cada mercado de pases; también se fijó más en Suramérica llevando a los argentinos Gonzalo Higuaín y Fernando Gago, así como al brasileño Vieira. Sin embargo, su mayor error fue hacer fraude en las asambleas de socios, donde, como destapó el diario Marca, llevó a personas que no eran socios a que tuvieran voz y voto de manera paga. Incluso, uno de los ‘falsos socios’ resultó ser hincha del Atlético de Madrid, lo que enardeció los ánimos. A causa de esto dimitió el 16 de enero de 2009 dándole paso a una nueva era de Florentino en el mando.
En Twitter: @RomanGomez
Dirigentes que mancharon la imagen de sus clubes
Dom, 16/03/2014 - 14:00
Son los encargados de defender el patrimonio de los clubes. Con tanta responsabilidad, los presidentes de los equipos de fútbol en ocasiones se toman atribuciones por el ‘bien’ de las institucion